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Biblioteca Pública Ricardo Magdalena, Zaragoza. (heraldo.es)
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Leyendo en
la biblioteca
A esta
líquida luz de las vidrieras
la sala de
lectura, evanescente, va ensanchando el vacío,
crujen los
anaqueles con los grandes tomos
donde
otros, antes que tú, dieron a la penumbra
el oro
quebradizo de sus sueños.
Gira el
vacío y corre un viento ácido
por entre
los pupitres -ataúdes dormidos- y los rostros borrosos
de quienes
leen, olvidados de todo, en el borde del mundo.
La vida se
repliega. En la tarde oferente del conocimiento
con su
terco porqué cunde la nada.
La sabia
catedral desaparece.
Un susurro
de hojas en el libro del Tiempo.
De Sueño en el fuego, Renacimiento, 1989
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Hoy, 24 de octubre, se celebra el Día de las Bibliotecas.
Ahora que lo leo con más atención, lo encuentro muy atractivo: es la caída de la tarde y el abandono de la Biblioteca a su soledad nocturna...
ResponderEliminar¡En otras obras sobre el tema, los personajes de sus libros cobran vida jeje
Carlos San Miguel