EL BLOG DE LA BIBLIOTECA "IRENE VALLEJO" DEL IES GOYA DE ZARAGOZA


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martes, 11 de abril de 2017

Leer juntos Hoy. Bienvenida a Javier Plaza



            Javier, es un gusto para el profesorado del IES Goya que hayas querido venir, o mejor, volver a este Instituto para hablar y dialogar sobre tu novela La urraca en la nieve. Es una satisfacción ver que "hemos hecho suficiente", que nuestra acción, nuestras enseñanzas en el aula han podido contribuir a la formación y desarrollo de la personalidad y de la vida del alumnado. Tomar conciencia, constatar que nuestra poca o mucha influencia ha salido del aula, del centro, y ha trascendido a la sociedad de este país y, en tu caso, también a la iberoamericana. La trascendencia, de alguna forma la inmortalidad, es un deseo y una relevante aspiración humana. Vivir, hacer, crear y saber que no nos quedamos encerrados en nosotros mismos es un impulso  para superarnos. Somos seres relacionales que vamos más allá, salimos de nosotros y llegamos a los otros y de alguna manera quedamos en ellos construyéndonos mutuamente. Somos en nosotros y en los otros. Me atrevo a decir que toda persona busca saber quién es, cómo ha llegado a ser quien es. En esa búsqueda, al menos yo, reconozco quiénes y cómo han quedado en mí. Y son algunos, quizás muchos, los profesores –en mi educación y formación no hubo profesoras, soy muy mayor– que han dejado sus huellas en mí. Es por esta vivencia por lo que agradezco poder vislumbrar si  he quedado y cómo he quedado en otros. Es por eso por lo que agradezco que aquellos jóvenes que pasaron por las aulas, con el tiempo vuelvan a vernos o bien encontrarlos en cualquier camino y momento de los que vivimos para intuir esa necesaria trascendencia humana. El tiempo que vivimos en el aula es quizás poco y pronto para poder apreciarlo. 
La profesora Inocencia Torres presenta a Javier Plaza

Javier Plaza ha vuelto esta tarde. Javier Plaza es un exalumno. Es un escritor nacido en Pamplona en 1974, aunque afincado desde hace muchos años en Zaragoza. Este apasionado de la literatura, que creció leyendo a los clásicos, es licenciado en Derecho y diplomado en Ciencias Empresariales por la Universidad de Zaragoza. Devorador de novela histórica y autor de varios relatos cortos, como La otra noche, Ya me olvidé de ti o El germen (ganador del  III Concurso de relatos cortos contra la violencia machista del Ayuntamiento de Terrassa), publicó en España en 2014 su primera novela, La urraca en la nieve, con Ediciones Hades, novela que nos sumerge en el ambiente del París impresionista. De esta novela se han impreso hasta la fecha cuatro ediciones en España y acaba de publicarse en México a través de la editorial de la Universidad de Puebla. Recientemente ha finalizado su segundo trabajo, que verá la luz en los próximos meses. También es colaborador habitual en las webs literarias La boca del libro y Lecturas sumergidas.

Camille Pissarro. Autorretrato.
Es sabido que, cuando un escritor publica, su obra deja de pertenecerle. Somos los lectores los que nos adueñamos de ella. Al leerla la hacemos nuestra a través de lo que sentimos, pensamos y vivimos cuando nos sumergimos en la lectura. Quiero expresarte muy brevemente lo acontecido en mí al leer La urraca en la nieve. Se me ha aparecido como una novela totalmente visual. Describe minuciosamente los espacios, lugares, las situaciones... y, en mi imaginación, en la pantalla de mi mente, estoy viendo lo descrito, de forma paralela o semejante a como los personajes (Camille, Yves y otros...), al contemplar los paisajes, van pintando en sus mentes los cuadros que luego fijarán en sus lienzos. Pienso en un doble y divergente recorrido: yo, la lectora, discurro de la palabra leída a la imagen mental; ellos, los personajes, desde su percepción van a la imagen y la palabra que describe su posible cuadro. Me gusta este juego de relaciones entre percepción, imagen y palabra que me parece expresado en la página 256: "Escuchábamos la historia con la mente ya en el cuadro". Me parece un relato construido con innumerables detalles que me llevan a evocar el puntillismo del impresionista Camille Pissarro. Esta forma de escritura me parece que se asemeja a la forma pintura. Y es por ello por lo que me pregunto si buscabas una adecuación o armonía entre la forma y el contenido del texto, puesto que el tema de tu novela es retratar la vida artística en París a finales del XIX. En la medida en que tu relato discurre en siete días a través de los cuales describes la escena de un presente, pero que la interrumpes con múltiples flashbacks, va avanzando poco a poco (puntito a puntito) y solo al final tenemos una visión, una imagen global o un cuadro. En la página 237 leo: "La minuciosidad es la clave de la pintura". Yo me pregunto si es también la clave de  tu escritura, la clave de tu novela, una novela puntillista, una novela impresionista, una novela visual. En tu novela juega sobre todo la vista. Apenas se estimulan el olfato, el gusto, el tacto o el movimiento. A la par de los protagonistas, durante la lectura he ido pintando cuadros de diferentes espacios, personas, ambientes, culturas y tiempos.
Termino para darte la palabra y que nos hables de ti, de tu novela, de tu gusto por la escritura... Para que respondas a mis preguntas y a las de todas las personas de este encuentro que nos reúne al grupo de "Leer juntos".
Bienvenido de nuevo. Hemos leído con gusto e interés tu novela y ahora también esperamos tus palabras y el diálogo contigo.
Inocencia Torres Martínez

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