Oh
mi amado
qué
dulce es
descender
a
bañarme en el lago
delante
de tus ojos
dejando
que veas cómo
mi
mojado vestido de lino
se
casa
con
la belleza de mi cuerpo.
Vamos,
mírame.
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El poema, inscripto en una estatua egipcia (1500 a. C.), está incluido en el libro Páginas de la herida, Visor, 2003.
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¡Hala qué maravilla lírica y arqueológica! ¡Me alegra y me sorprende saber de la Poesía egipcia
ResponderEliminarPero, algo que ya te habrán preguntado...¿Cómo rimaban los jeroglíficos, en asonante o en consonante
Carlos San Miguel
Me llevo el poema y la foto, notificando la fuente ¿vale? ¡Gracias Josefina
ResponderEliminarCarlos