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Pintura de Amedeo Modigliani
LIX
(17)
Yo sé cuál el objeto
de tus suspiros es.
Yo conozco la causa de tu dulce
secreta languidez.
¿Te ríes?… Algún día
sabrás, niña, por qué:
tú lo sabes apenas
y yo lo sé.
Yo sé cuando tú sueñas,
y lo que en sueños
ves;
como en un libro puedo
lo que callas
en tu frente leer.
¿Te ríes?… Algún día
sabrás, niña, por qué:
tú lo sabes apenas
y yo lo sé.
Yo sé por qué sonríes
y lloras a la vez.
Yo penetro en los
senos misteriosos
de tu alma de mujer.
¿Te ríes?… Algún día
sabrás, niña, por qué:
mientras tú sientes
mucho y nada sabes,
yo que no siento ya,
todo lo sé.
(Gustavo
Adolfo Bécquer, Rimas)
[Selección de Alejandro Gaite Marcellán, 1º de Bachillerato D]
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[El número romano (LIX) indica el orden de la composición en la edición de las Rimas de 1871. La cifra árabe (17), la posición en el manuscrito del Libro de los gorriones.]
Otros poemas del autor en este blog :
http://elhacedordesuenos.blogspot.com.es/2010/01/poema-de-la-semana-3-rima-iv-no-digais.html
cual seria la intención de bécquer??
ResponderEliminarDije por ahí que hasta que "redescubrí" las Rimas con otros ojos -los de la adolescencia, en el Insti- había considerado a la poesía como un rollo que no me decía nada...claro que me refería a este tipo de poesía sentimental, porque los romances me encantaban desde hacía mucho tiempo, con sus héroes, misterios marinos o prisioneros medievales... En la escuela, esos poemas de amor no me decían nada, en cambio, en el Instituto fueron una revelación...¿qué había pasado? ¿el amor?...jajaja. No sólo, porque también me aprendí por mi cuenta la del arpa silenciosa o la de la justificación de la Poesía por el misterio que es la vida, y me fascinaron esas otras sobre la Muerte.
ResponderEliminarSiendo tan decisivo para todo el mundo medio instruído -por duro e insensible que quiera parecer- a veces da la sensación de que se le sigue considerando a Bécquer como el "suspirador germánico" que no tiene más importancia que la de inspirar la adolescencia de futuras cumbres de la Poesía española que son las realmente importantes, como Machado o García Lorca.
Carlos San Miguel