EL BLOG DE LA BIBLIOTECA "IRENE VALLEJO" DEL IES GOYA DE ZARAGOZA


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miércoles, 8 de enero de 2025

Un poema seleccionado por...

 

El retraído


Como el niño jugando
con desechos del hombre,
un harapo brillante,
papel coloreado o pedazo de vidrio,
a los que su imaginación da vida mágica,
y goza y canta y sueña
a lo largo del día que las horas no miden,
así con tus recuerdos.

No son como las cosas
de que cerciora el tacto,
que contemplan los ojos;
de cuerpo más aéreo
que un aroma, un sonido,
sólo tienen la forma prestada por tu mente,
existiendo invisibles para el mundo
aun cuando el mundo para ti lo integran.

Vivir contigo quieres
vida menos ajena que esta otra,
donde placer y pena
no sean accidentes encontrados,
sino faces del alma
que refleja el destino
con la fidelidad trasmutadora
de la imagen brotando en aguas quietas.

Esperan tus recuerdos
el sosiego exterior de los sentidos
para llamarte o para ser llamados,
como esperan las cuerdas en vihuela
la mano de su dueño, la caricia
diestra, que evoca los sonidos
diáfanos, haciendo dulcemente
de su poder latente, temblor, canto.

Vuelto hacia ti prosigues
el divagar enamorado
de lo que fue tal como ser debiera,
y así la vida pasas,
morador de entresueños,
por esas galerías
donde a la luz más bella hace la sombra
y donde a la memoria más pura hace el olvido.

Si morir fuera esto,
un recordar tranquilo de la vida,
un contemplar sereno de las cosas,
cuán dichosa la muerte,
rescatando el pasado
para soñarlo a solas cuando libre,
para pensarlo tal presente eterno,
como si un pensamiento valiese más que el mundo.

                                                                    

                                                                                    La realidad y el deseo, Luis Cernuda

 

       

No soy capaz de abarcar sin un trabajo previo de mayor análisis y estudio de la figura y trascendencia de Cernuda y de sus textos, todo el inmenso, por no decir insondable, calado de verdad y autenticidad, como es propio de los grandes creadores, que consigue prefigurar el autor a través de la expresión tan trascendente de su verbo; quien se me antoja en este poema, como un mago demiurgo dotado del conocimiento y la técnica necesarios para hacer refulgir, quizá por un instante, en nuestras conciencias, verdades solamente reveladas a unos pocos elegidos y cuya comprehensión se nos escurre entre los dedos a quienes vivimos en estado de 'cuasiceguera' espiritual.

           A la estela de otros cuyos ecos son, a mi entender, signos rastreables en la arquitectura del poema elegido -Bécquer estaría, por ejemplo, fuera de toda duda pues es conocida la afinidad del ideal romántico, compartido por ambos poetas sevillanos-, Cernuda conecta aquí, tal y como yo lo siento, con una de las fibras más esenciales de la naturaleza humana, que movió en su momento algún resorte inaccesible de mi ser consciente; pero que, a modo de revelación de proporciones tales que excedían los baremos con que yo haya podido medir la vida misma -tal y como soy capaz de concebirla-, me proporcionó una forma de interrogarme y de reunir todos mis yos dispersos, de cada etapa vital y experiencia acumuladas, que quedó de alguna forma flotando latente, en estado de semiconsciencia, hasta que gracias al compromiso adquirido para este blog, ha emergido una vez más para recuperar un diálogo inacabado que sigo manteniendo conmigo mismo y al que Cernuda consigue darle voz mediante ese tú... que somos todos.


                                                Un poema seleccionado por el profesor Álvaro Checa







domingo, 22 de diciembre de 2024

"La última mentira de Zaccarias Wilde", de Diego Gutiérrez y David Guirao

  

A Poval Radzivis, un extraño pueblo sin niños ni pozos, llega un buhonero que tiene a la venta extravagantes artilugios.  Zaccharias Wylde, el intrigante alcalde del pueblo, se siente interesado por muchos de ellos. Quedará sorprendido por el precio de los cachivaches: una respuesta a una pregunta a la cual no se puede mentir. 

 

Descubriremos cuál va a ser la última mentira de Zaccharias Wilde, que ha sido ilustrada por David Guirao. Las imágenes que acompañan al texto lo completan, así que debemos estar muy atentos, desde la misma portada, a todos los detalles. Aunque se trata de una novela muy breve, los autores han conseguido una eficaz sinergia que consigue atrapar al lector y aportar una experiencia lectora que no os dejará indiferentes. ¿Por qué es la última mentira? La novela nos ofrece una doble lectura con varias claves y, sin duda, por eso se encuentra ya entre los libros de ficción de autores aragoneses más vendidos.

 

Esta novela breve ilustrada es la segunda obra de Diego Gutiérrez, autor de La mansión del acantilado, novela juvenil que han leído los alumnos de 2º de ESO de nuestro instituto y que ya va por su tercera edición. Por su parte, David Guirao es un reconocido ilustrador aragonés. Entre sus libros ilustrados cabe destacar El Jardín de Ulises con Soledad Puértolas, San Jorge y el dragón, con Daniel Nesquens o  El abrazo del árbol con Ana Alcolea.

                                                                                                                 Patricia Urraca

 



La última mentira de Zaccarias Wilde, Diego Gutiérrez y David Guirao, Libros del gato negro, 56 páginas.



sábado, 21 de diciembre de 2024

'Guillermo el Mariscal', de Georges Duby

Grupo de lectura: “Leer juntos” del IES Goya
Sesión del 11 de noviembre de 2024
Autor: Georges Duby
Obra comentada: Guillermo el Mariscal (1985). Trad. de Carmen López Alonso. Alianza Editorial, 2019, 208 págs.


«Bel'amie, or me besereiz,

 Car ja mès nul jor ne[l] ferez. »

« Belle amie, baisez-moi,

et ce sera pour la dernière fois. »

(L’Histoire de Guillaume le Meréchal, vv. 18369-18370)


Desde hace tiempo, todos los años sugiero al grupo de lectura del IES Goya Leer junt@s un libro de temática histórica y siempre ha sido aceptado. Sólo puedo dar las gracias por vuestro buen acogimiento de mis gustos lectores y pediros disculpas por mi tesón.


Pero esta vez fui más lejos y, directamente, propuse un libro de historia, aunque “se lea como una novela”: Guillermo el Mariscal o el mejor caballero del mundo, obra del historiador francés George Duby (1919-1996), publicado por primera vez en 1984 (primera edición en castellano en 1985, en Alianza Editorial), que pronto se convirtió, no sin cierta polémica en un primer momento, en un libro de referencia en el ámbito de la historiografía y un clásico de la historia medieval.

Del autor sólo diremos que es considerado uno de los mejores medievalistas franceses de la segunda mitad del s. XX, vinculado a la Escuela de los Annales y especialmente orientado hacia la historia social y la historia de las mentalidades, miembro del Collège de France y de la Academie Française. Además de su extensa obra sobre la sociedad, la economía, el pensamiento, la política y el arte de la Edad Media, codirigió dos grandes e innovadoras colecciones, la Historia de la vida privada y la Historia de las mujeres (en los dos casos, cinco grandes volúmenes publicados por Taurus).

La originalidad de este libro está en que el autor reconstruye la biografía de Guillermo el Mariscal (c. 1146-1219), conde de Pembroke, un destacado personaje de la nobleza anglonormada en la Corte de los Plantagenet, a partir de un documento histórico, L’Histoire de Guillaume le Maréchal. Esta historia, una auténtica chanson de geste, es un largo poema, escrito en la primera mitad del s. XIII, por un tal “Jean”, Juan el Trovero lo llama el autor, por encargo de Guillermo el Mariscal el Joven, hijo mayor y por tanto heredero del gran Guillermo y, como tal, obligado a contar las hazañas y perpetuar la memoria de su padre e, incluso, a aumentar su honor, poco tiempo después de la muerte de este.

El poema, 19214 versos, pareados octosílabos rimados en consonante, está escrito en lengua anglonormanda o en dialecto poitevino y consta de 127 páginas –no le falta ninguna– a doble columna. De este texto sólo existe un ejemplar, copia del s. XVI, conservado en la actualidad en la Pierpont Morgan Library de Nueva York (signatura M888).

Entre 1891 y 1901, Paul Meyer (1840-1917), paleógrafo y lingüista francés, considerado en su época como una de las mayores autoridades de la lengua francesa, publicó el poema original (vol. I, vv. 1-10.152, y vol. II, vv. 10.153-19.214) y un estudio y explicación del texto (vol. III). Los tres volúmenes están disponibles on-line en los Archives de littérature du Moyen Âge (ARLIMA)[1].



Pilar Cancer y Francisca Soria han hecho un extraordinario y amplio análisis del libro de Duby desde el punto de vista histórico y literario, respectivamente. Por mi parte, sólo añadiré unos breves comentarios sobre algunas cuestiones que surgieron en nuestra animada, larga e interesante sesión de la lectura del pasado mes de noviembre.

La primera impresión, desde una lectora española menos conocedora de la historia de la literatura francesa, es que nos encontramos en un terreno conocido, una mezcla o, mejor, una suma del “Cantar de Mio Cid” y las “Coplas a la muerte de su padre” de Jorge Manrique. Efectivamente, “Guillermo el Mariscal” tiene algo de los dos: una canción de gesta que finaliza en una bella elegía, destinadas una y otra a perpetuar la gloria del caballero, por mandato imperial de la tradición.

 George Duby, el historiador, reconstruye la biografía del “mejor caballero del mundo” a través de este excepcional documento. Él mismo confiesa que pretende algo más: mostrar, explicar a un público que vive ochocientos años después, el funcionamiento del orden político feudal.

En varios momentos a lo largo de la obra, se invoca la tradición. Incluso el heredero debe actuar obligado por la tradición. Recordemos que la tradición es la base del sistema jurídico de los pueblos germanos, el fundamento de la ley. Por tanto, la tradición tiene fuerza de ley, es un imperativo legal. Todos los personajes actúan, o deben actuar, en cumplimiento de la ley.

La grandeza de nuestro héroe, según el autor, se basa en el firme cumplimiento de las normas de la caballería. Cristina Baselga nos aportó, en este punto, la clave, mostrándonos el “Libro de la orden de caballería”, de Ramón Llull. En 1275, época cercana a la vida de Guillermo, Lulio escribe este libro para explicar que los caballeros tienen “honor y señorío sobre el pueblo para ordenarlo y defenderlo”. Su misión, en este mundo jerarquizado de la feudalidad, es casi tan alta como la de los clérigos.

A lo largo de la obra se repiten estas normas, como deber y como ideal: “fidelidad, proeza y liberalidad”. En la Sociedad Feudal, estos conceptos transcienden lo que podemos considerar valores morales personales, pues constituyen, en realidad, la estructura del orden sociopolítico.

La fidelidad. El orden político feudal se basa en la confianza que el monarca deposita en su caballero y este en su inmediato inferior, y así hasta llegar al último eslabón de la escala social. Carlomagno pudo controlar su Imperio gracias a la confianza en sus condes y marqueses, en su fidelidad expresada en el juramento de vasallaje. Esta fidelidad se crea, se practica, se fomenta a través de la amistad: amistad entre compañeros de mesnada, amor y respeto al tutor que los ha formado durante muchos años, fidelidad al señor que les otorga un feudo, les da un estatus… Podríamos decir que lo que significa la amistad en las relacionas sociales personales se convierte en fidelidad en las relaciones políticas.

Fidelidad, en la sociedad feudal, es un concepto político y transgredir la fidelidad es un delito de lesa majestad, el mayor crimen, la mayor ofensa, la felonía. Guillermo manifiesta sus dudas y sus problemas cuando, en algunos momentos, debe ser fiel a dos señores.

La proeza. Los que guerrean son, según Adalberón, los protectores de la iglesia y del pueblo. Ese es su gran cometido para el que se preparan, se forman esmeradamente durante muchos años, desde una temprana juventud. Los lances y torneos en los que Guillermo siempre sale vencedor son un entrenamiento para ejercer esa protección cuando llega el momento, cuando llega la guerra. Y, aunque en la época de Guillermo ya había pasado el tiempo de las luchas feudales entre caballeros, el intento de constituir una monarquía feudal produjo numerosos enfrentamientos entre nobles rivales y todavía están por llegar las luchas dinásticas por el trono o por el territorio, que durarán cien años.

La largueza. Si la fidelidad es, en el feudalismo, un concepto político, la largueza es un concepto económico. En una sociedad en la que la jerarquía social, el que reza o el que guerrea, no produce directamente y en un tiempo en el que empieza a circular de nuevo el dinero, el caballero (en otro ámbito el abad), el heredero que por ley recibe toda la herencia, está obligado a proporcionar a los suyos el bienestar requerido y los medios necesarios.

Además, en la sociedad feudal, la propiedad no es un concepto absoluto. Guillermo no puede disponer de sus bienes libremente, está obligado por ley a transmitirlos íntegros a su legítimo heredero. Sus propiedades no son alodios, tierras libres, sino propiedades feudales, otro concepto de origen germano.   

En su historia, como recurso literario, Duby cambia el orden de la narración y comienza por el final del poema, por el relato de la despedida y muerte del héroe. Un hermosísimo capítulo, descrito como una escena, que pocos en la época podían contar, pues lo habitual era la muerte prematura y espontánea, sin tiempo a la preparación y la despedida. Pero cuando era posible, este era el ritual, en público, como debía transcurrir la vida del héroe, renunciando a todos y a todo, despojándose de todo, para presentarse como un buen cristiano ante el Todo Poderoso.

¿Renuncia a “todo”? ¿No va a quedar nada de él, ni un recuerdo?  No, quedará lo más grande, su honor. Sus deudos están obligados a trasmitir, de generación en generación, sus virtudes, sus hazañas y su encumbramiento hasta las más altas esferas el poder, para gloria de su linaje.

Algunos de sus actos públicos están registrados en documentos oficiales que nadie leerá, ni los suyos, porque no saben (“El señor no firma, porque es noble”). Pero algunos hechos hablarán de su gloria.

Guillermo reparte entre los suyos, sus amigos y compañeros, sus guerreros, sus sirvientes, sus bienes personales. Durante años, irán vestidos con sus propios trajes y todos podrán recordar así al gran caballero. Como comentó Carlos Salvador, en su voluntad de “despojarse de todo”, Guillermo toma posesión de sus sucesores, para mayor gloria suya.

Su heredero cumplirá con su deber y, para perpetuar el recuerdo de su padre, dejará dos testimonios: su imagen esculpida sobre su sepultura en la Iglesia del Temple y un largo y bello poema, un canto que narra todas sus hazañas, pues cantado de boca en boca, llegará al gran público y, gracias a ello, ha llegado hasta nosotros, ocho siglos después.



Lauda sepulcral de Guillermo el Mariscal conservada en la iglesia del Temple de Londres,
 hoy capilla de los Inns of Court (Colegio de abogados)


Concha Gaudó


GUILLERMO EL MARISCAL - UN BREVE APUNTE HISTÓRICO


Los trabajos de Georges Duby sobre la Edad Media han aportado una nueva visión sobre un periodo histórico muy lejano para nosotros. Georges Duby pertenecía a una generación de historiadores franceses que introdujeron nuevos temas en sus investigaciones, rompiendo tanto con una historia positivista ligada a los grandes personajes, hechos y batallas del pasado, como con una historia excesivamente constreñida por las explicaciones estructuralistas donde desaparece la acción humana frente a las determinaciones impuestas por las estructuras socioeconómicas. Estos historiadores también empezaron a echar mano de otras fuentes que antes no habían sido contempladas. En el caso de la reconstrucción de la historia de Guillermo el Mariscal, Duby se apoya en un recurso narrativo –el poema que Guillermo el Joven encargó después de la muerte de su padre como biografía y canción de sus hazañas− que para él constituye una fuente de información privilegiada sobre la sociedad feudal y, más en concreto, sobre la vida caballeresca.

Este libro de historia, escrito con mucho rigor, se lee como una novela de aventuras. El autor consigue transmitir emoción y suspense, es un relato vivo frente al formalismo y frialdad de muchos trabajos académicos. Pero este libro no es ficción, es historia. Cabe destacar dos ejes que traspasan toda la obra y que no son sino procedimientos explicativos propios del pensamiento histórico: el juego entre estructuras e individuos, por una parte; el papel de la memoria, por otra. El relato de una vida como la del Mariscal nos interpela sobre las posibilidades y límites de la acción humana que siempre se desenvuelve en un contexto social lleno de condicionantes; permite, en definitiva, relacionar sujetos y estructuras. En la biografía de Guillermo encontramos un buen ejemplo de las complejas relaciones entre un individuo concreto y el marco histórico en el que transcurre su vida. Biografías y autobiografías son relatos que sirven para hacer historia, reconstruyen historias de vidas individuales a través de las que se pueden llegar a abordar temas históricos relevantes.

Los historiadores que hacen historia con memoria consideran que en el ‘revivir’ asociado a la rememoración entran en juego presente, pasado y futuro. Guillermo el Joven al encargar la historia de su padre lo rescata del olvido. En primer lugar para él mismo quien, además de honrar la memoria del Mariscal, tiene que justificar su linaje; pero también para el fiel amigo que acompañó a Guillermo durante más de treinta años y es el depositario de su recuerdo: “El recuerdo de Juan de Early es, en realidad, el de Guillermo (…) por la boca de Juan, veinte años menor que él, se expresa el propio Guillermo” (pp. 50-51). Su intención al hacer memoria de su vida compartida es revivir a su difunto señor. También el rescate del olvido tiene una proyección de futuro en un horizonte histórico: gracias a este poema hoy conocemos la figura del Mariscal. Pero Duby, a partir de este material, además de recrear la historia personal del protagonista, consigue una magnífica reconstrucción de la época del feudalismo y de la caballería como institución propia de este sistema. A la historiografía le interesa la memoria individual siempre en relación con la memoria social, las vivencias y testimonios de los individuos son la materia prima para la construcción de las memorias colectivas de un grupo social.

Guillermo el Mariscal comienza por el final de la vida del personaje. Todo el primer capítulo está dedicado a su muerte. Solo más tarde, después de que el autor desvele su fuente, empieza a desgranar una serie de temas relacionados con la sociedad feudal y la mentalidad de los caballeros en el tránsito del siglo XII al XIII, al hilo de los hitos de la vida del Mariscal. Los capítulos 3, 4, y 5 presentan su biografía entretejida con estos grandes temas que sirven como estructurantes del grupo social al que pertenece (la nobleza en este momento histórico): el linaje, el aprendizaje de las armas, la investidura, el vasallaje, los torneos, las reglas de la caballería como programa ético e ideal de vida, el ascenso social...

En una época como la nuestra en la que los rituales están cayendo en el olvido, el libro nos recuerda su función para dar sentido a nuestras vidas y para cohesionar los grupos sociales; también para estructurar el tiempo, tanto el marcado por los ritmos de la naturaleza como los periodos vitales desde el nacimiento a la muerte. De ahí la importancia de los ritos de paso que son descritos con todo detalle por Duby en relación con la biografía de Guillermo (cuando es armado caballero, cuando contrae matrimonio y cuando muere). Todo el primer capítulo, dedicado a la muerte, reconstruye a ritmo lento el ritual de paso de la vida a la muerte y la relación que se establece entre muerte y vida. Es una joya literaria y un testimonio histórico de gran valor, además de una invitación a que los lectores reflexionemos sobre nuestro presente: “Y nosotros, que ya no sabemos lo que es la muerte suntuosa; nosotros, que escondemos la muerte, que la callamos, la evacuamos lo más rápidamente posible como un asunto molesto; nosotros, para quienes la buena muerte debe ser solitaria, rápida, discreta (…) sigamos paso a paso el ritual de la muerte a la antigua (…)” (p. 12).

Un aspecto muy destacable en Duby es que dedicó buena parte de su obra a rescatar la historia de las mujeres; también en el libro que nos ocupa, un libro sobre caballeros, se nombran expresamente. En la sociedad feudal las mujeres −ausentes en un mundo de hombres− son objeto de interés para el autor. Las veinte páginas donde habla de ellas en el segundo capítulo (pp. 54-73) arrancan con una afirmación sin concesiones ni medias tintas: “Este mundo es masculino. Solo los varones cuentan” (p. 54). Algo que no deja de sorprender en palabras de un historiador (varón) escritas hace cuarenta años: “No tienen la palabra (…) nada de lo que ellas hayan podido decir ha parecido digno de sernos relatado” (pp. 54-55). Un avance de temas que siguen candentes en la historiografía feminista: la palabra de las mujeres y su valor.

Georges Duby, en algunas de sus últimas obras, tomó como motivo de su investigación acontecimientos y personas singulares, a la vez que se apoyó en lo narrativo como recurso muy eficaz. Pero su trabajo nada tenía que ver con una vuelta a la historia positivista decimonónica; él seleccionaba hechos y personajes significativos a modo de ejemplo para arrojar nueva luz a sus estudios sobre la Edad Media. En Guillermo el Mariscal el verdadero protagonista del libro no es el personaje, sino la caballería, con sus ideales y los valores que defiende, el juego de las alianzas políticas y el papel de los rituales, como los asociados a la muerte, para asegurar el orden y la jerarquización social que caracterizan este periodo de la historia.

 

Pilar Cancer Pomar


GUILLERMO EL MARISCAL - UN BREVE APUNTE LITERARIO


 Es Guillermo el Mariscal una biografía de un personaje histórico francés en 206 páginas divididas en cinco capítulos, encabezados por el número cardinal correspondiente.

Pertenece, pues, al género historiográfico, pero hay elementos en ella que merecen un breve análisis desde el punto de vista literario, porque esta obra ha admitido un cantar de gesta francés entre sus principales fuentes.

Se trata de la Histoire de Guillaume le Maréchal, firmada por su autor, Jean d´Early, llamado también Jean d´Erlée, a quien se nombra en ocasiones como Juan el Trovero, Juan el Cantor y Juan el Escritor. El poema épico consta de 19212 versos, agrupados en largas tiradas de octosílabos pareados, con rima consonante, fórmula métrica ya entonces popularizada por las novelas de Chrétien de Troyes que, sin duda, influiría sobre Jean de Early.

Algunos eruditos afirman que el cantar podría tener su origen en un texto oral, a pesar de que el poeta se refiere constantemente a sus fuentes escritas, denominadas el libro. En cualquier caso, tener como respaldo un libro escrito era un argumento de prestigio y, por ello, fue un recurso literario muy usado en toda la Edad Media europea.

Es un “Poema de familia”, una literatura de encargo para ensalzar la gloria del difunto mariscal, escrito por alguien que puede testimoniar los hechos, un “testigo” de los mismos que da fundamento de veracidad al relato. De Juan de Early dice el historiador: “Que cuenta lo que ha visto con sus ojos pero también, y quizá sobre todo, lo que el Mariscal, cuando vivía, contaba y le gustaba oír contar.” (p.50)

Y así llegamos al primer punto de reflexión literaria: la valoración que del texto épico medieval hace un moderno historiador como Georges Duby al adoptarlo como fuente de información. Es decir, el investigador actual conoce el riesgo que entraña, en sí mismo, un género medieval destinado a la glorificación de sus protagonistas, porque en los cantares de gesta “el elogio, por supuesto, es exagerado.” Pero, a lo largo de todo el libro, justifica su decisión al referirse a Juan el Cantor como “su biógrafo”, poniendo de manifiesto el alto valor del poema como fuente informativa: “Nos podríamos preguntar si la biografía no nos pinta demasiado positivamente al héroe. Pero su testimonio está confirmado por los documentos de los archivos: en la lista de los personajes que suscribieron las actas de Enrique, el nombre del Mariscal se lee antes que el de todos los simples caballeros; viene inmediatamente después del nombre de los nobles de primera categoría, de los barones.” (p. 107-108)

Por consiguiente, la Historia se eleva a la categoría de un reportaje o unas memorias: “La canción finalmente ¿es otra cosa más que sus memorias, no personalmente escritas, pero fielmente dichas y trasmitidas? ¿Una autobiografía? (p. 51).

Teniendo en cuenta esta afirmación, no sorprende al lector el tratamiento documental preferente que da al viejo cantar, puesto que su propósito es más complejo: “No escribo Historia de los acontecimientos. Está ya escrita y muy bien. Mi propósito es aclarar aquello que aún está muy poco claro, sacando de este testimonio, […], lo que nos enseña de la cultura de los caballeros. Quiero, simplemente, intentar ver el mundo como lo veían estos hombres”. (p. 54)           

Duby desvela al lector el valor instrumental de este cantar para el historiador moderno: “Cuando interrogo a este documento tan rico para seguir la trayectoria de un ascenso personal, y ello con la intención de construir, partiendo de este ejemplo, hipótesis mejor fundadas sobre lo que pudieron ser los movimientos de capilaridad, de promoción en la aristocracia de Occidente durante este medio siglo que enmarca el año 1200 […] me aparece con toda claridad un hecho: la rueda de la Fortuna, que elevaba a los unos y bajaba a los otros, giraba en este tiempo cada vez más aprisa, incluso en un medio social aparentemente estable, fuertemente estructurado por las armazones del linaje.” (p.102)

El historiador francés que, como acabamos de ver, fundamenta en dicha canción medieval amplias conclusiones históricas, respeta también sus límites. Así, en la minuciosa descripción de los deberes de los caballeros –fidelidad, proeza, liberalidad y ganar el amor de las damas– se ciñe a la canción para no profundizar en el amor cortés y lo justifica: ”Quizá debiera aquí hablar de un cuarto precepto: […] ganar el amor de las damas. Seguirlo valió a Guillermo los sinsabores que ya he contado. Pero las mujeres tienen muy poco sitio en la narración que me informa: dejo a un lado, por tanto, la cortesía.” (p.116)

Y así se llega al segundo punto de reflexión, la influencia literaria de Juan de Early sobre George Duby, que asume el tratamiento de ese caballero anglonormando, muerto en 1219 como un héroe.

George Duby el investigador, mimetizado con Juan el Escritor, sigue entusiasmado los pasos del autor de la Historia, aunque mostrando siempre sus cautelas científicas, y así, va ofreciendo al lector las gestas del héroe, de quien conocemos la extraordinaria resistencia física y moral, que lo llevan a alcanzar los más altos honores de la Caballería.

El historiador, al igual que el Trovero, nos apela constantemente como lectores para llamar nuestra atención: “He aquí a Guillermo a los veinticinco años, colocado muy por encima de sus primeras esperanzas, miembro de la mansión, de la “mesnada” como se decía, del hotel de Enrique el joven” (p.107). O bien nos interpela para mostrar, en un arranque de subjetividad, sus dudas y disyuntivas, como hemos visto más arriba. Pero, finalmente, nos tranquiliza siempre con su saber histórico.

Por otra parte, el autor, ya desde las primeras páginas, manifiesta una clara voluntad de estilo al narrar y describir en primera persona –singular y plural– los hechos del caballero anglonormando, usando frases de extraordinaria elaboración sintáctica. Y, además, a lo largo de toda la biografía no escatima los recursos como narrador: reordena la estructura temporal, comenzando en flash-back, en el momento de “la muerte hermosa” de Guillermo, y, tras el óbito, prosigue con el relato lineal de su vida.

 A propósito de ese momento, fabula combinando los estilos directo e indirecto del discurso y adjetiva la realidad según su propia impresión. Veamos: “El conde Mariscal ya no puede más. La carga le aplasta ahora. Tres años antes, cuando se le presionaba para que asumiera la regencia, cuando, cansado, acabó por aceptar […] claramente lo había dicho y repetido: Estoy demasiado viejo, débil y completamente desvencijado. Más de ochenta años, decía. Exageraba un poco, no sabiendo demasiado bien su edad.” (p.9)

El historiador galo se deja contaminar por su fuente y concibe el mundo caballeresco como un teatro: “Es tiempo ya para mí de presentar, en algunas palabras, el decorado ante el que los caballeros se desenvuelven. El Teatro es, evidentemente, el de la guerra […]” (p.76)

El mariscal Guillermo es ya un héroe épico al que Duby dedica una apasionada biografía, sin caer en el panegírico. Desde su total identificación con el mundo que describe y narra, logra hacernos partícipes de su entusiasmo por un personaje histórico que, tras la antigua canción de gesta y tras esta biografía, es un héroe asombroso.

George Duby, al aceptar la literatura como fuente documental, asume las palabras atribuidas al obispo de Chartres, Juan de Salisbury:

Mendacia poetarum inserviunt veritati

 

Francisca Soria Andreu


miércoles, 18 de diciembre de 2024

Préstamo en la biblioteca


 

Visita del autor

 Los alumnos de 2º de ESO hemos recibido nuevamente este martes en nuestro instituto a Diego Gutiérrez, autor de La mansión del acantilado, novela de aventuras que hemos leído y trabajado este trimestre. Aunque es catedrático de Ingeniería Informática de la Universidad de Zaragoza e investigador del I3A (instituto de Investigación en Ingeniería de Aragón), para nosotros es el creador de Hugo Norwood y sus amigos Sara y Jeff, con quienes vive una fascinante historia de misterios y piratas con la que hemos disfrutado mucho.

 


Diego nos ha contado cómo elaboró a los personajes, la trama y de dónde viene su inspiración pero también nos ha hablado de sus trabajos para Disney. Nos ha convencido de que “investigar es imaginar” y, por ello, hemos entendido que un profesor de Ciencias puede ser también un apasionado de la lectura y de la escritura.  Después también hemos podido charlar con él sobre su nueva novela breve ilustrada La última mentira de Zaccarias Wilde y de las diferencias entre una narración breve ilustrada y una novela.

 Le agradecemos muchísimo su visita, en la que también ha firmado nuestros libros. Ya estamos esperando la segunda parte de La mansión del acantilado. Diego espera que para dentro de un año tengamos nuevas aventuras de Hugo y sus amigos. Nosotros ya estamos esperándolas y tratando de imaginar dónde irán los personajes y a qué nuevos retos se enfrentarán.




jueves, 28 de noviembre de 2024

'Trono de cristal', de Sarah J. Mass

 

FICHA BIBLIOGRAFÍCA:

Título: Trono de cristal   

Autora: Sarah J. Mass

Editorial: Alfaguara, 2012

Número de páginas: 528

 

PRESENTACIÓN:

Género: Ficción

Público al que va dirigida la obra: novela juvenil

 


LA AUTORA:

Sarah J. Mass nació el 5 de marzo de 1996 en Nueva York. Mass estudió en el Hamilton College de Clinton, donde se graduó en escritura creativa y estudios religiosos en 2008. La autora es conocida por escribir novelas juveniles de fantasía como la famosa saga Una corte de rosas y espinas, también llamada “ACOTAR”, publicada por primera vez en 2015; con cinco libros en el momento y un sexto esperado para el 2025. Sus libros se han traducido a treinta y siete idiomas. 

 

Sarah J. Mass

PERSONAJES:

Celaena Sardothien:  es una joven asesina conocida por su letal habilidad y su pasado trágico. Es una chica fuerte que tiene demostrar su valor en un mundo muy competitivo.

Dorian Havilliard: es el príncipe heredero de Adarlan. Destaca por su atractivo y su comportamiento honrado con los demás frente a la tiranía de su padre.

Chaol Westfall: es el capitán de la guardia real y  mejor amigo de Dorian. Al principio se muestra muy duro con Celaena, pero con el tiempo empieza a entenderla y a admirarla.

Duque Perrington: noble influyente y consejero cercano al rey. Representa la corrupción  en el Reino de Adarlan. Tiene un papel importante en los eventos oscuros que se desarrollan en el castillo.

Cain:  es el principal rival entre los competidores del torneo. Es fuerte, despiadado y está vinculado a fuerzas oscuras que complican los desafíos de Celaena.


ESPACIO Y TIEMPO:

La historia se desarrolla en el Reino de Adarlan, un lugar ficticio dominado por un gobierno corrupto y opresivo. La acción ocurre principalmente en el Castillo de Cristal, en la capital Rifthold. En su interior se encuentran varios lugares claves: el Salón del Trono y la Biblioteca, que guarda secretos del pasado. Otro espacio notable es la mina de sal de Endovier, donde Celaena fue capturada y esclavizada.

En cuanto al tiempo, la historia se ambienta en un mundo ficticio que recuerda a la Edad Media. Esto se nota en la organización de la sociedad de Adarlan compuesta por nobles, esclavos y reyes.


ARGUMENTO:

Calaena es una asesina profesional de dieciocho años condenada a cadena perpetua en las minas de Endovier, la cual un día recibe una visita inesperada del capitán Chaol Westfall y Dorian, el príncipe heredero de Adarlan. Estos le ofrecen la oportunidad de ser libre a cambio de un reto que podría ser mortal. Cuando la asesina acepta, los tres se embarcan en un viaje hasta palacio de Cristal, donde Celaena tiene que participar en una competición para convertirse en la asesina especial del rey. Durante trece semanas la asesina entrena junto al capitán para convertirse en la mejor asesina de todos. Conoce a personajes importantes y, poco a poco, va descubriendo secretos escondidos en el castillo, imprescindibles para conocer la verdad.


VALORACIÓN PERSONAL:

La manera en que la autora describe el dolor y el sufrimiento de cada uno de los personajes es increíble y te hace empatizar con ellos. La historia es fácil de leer y no presenta ninguna dificultad de vocabulario. Al principio me parece que se hace un poco larga, porque se detiene demasiado en los detalles del trayecto hasta el palacio. Sin embargo, la historia sigue siendo una gran aventura llena de amor, misterio y sacrificios que me mantuvo “enganchada” durante toda la historia.


RECOMENDACIONES:

En Trono de Cristal Sarah J. Mass, ofrece una historia de fantasía llena de misterio e intriga que consigue entretener y emocionar a cualquier lector, especialmente a aquellos amantes de las novelas de aventura y ciencia ficción juvenil.

 

Candela González 3ºB - ESO

 

lunes, 25 de noviembre de 2024

Día contra la violencia machista

 

Tú me quieres blanca


Tú me quieres alba,
me quieres de espumas,
me quieres de nácar.
Que sea azucena
sobre todas, casta.
De perfume tenue.
Corola cerrada.



Ni un rayo de luna
filtrado me haya.
Ni una margarita
se diga mi hermana.
Tú me quieres nívea,
tú me quieres blanca,
tú me quieres alba.



Tú que hubiste todas
las copas a mano,
de frutos y mieles
los labios morados.
Tú que en el banquete
cubierto de pámpanos
dejaste las carnes
festejando a Baco.
Tú que en los jardines
negros del Engaño
vestido de rojo
corriste al Estrago.
Tú que el esqueleto
conservas intacto
no sé todavía
por cuáles milagros,
me pretendes blanca
(Dios te lo perdone),
me pretendes casta
(Dios te lo perdone),
¡Me pretendes alba!



Huye hacia los bosques,
vete a la montaña;
límpiate la boca;
vive en las cabañas;
toca con las manos
la tierra mojada;
alimenta el cuerpo
con raíz amarga;
bebe de las rocas;
duerme sobre escarcha;
renueva tejidos
con salitre y agua;
habla con los pájaros
y lévate al alba.
Y cuando las carnes
te sean tornadas,
y cuando hayas puesto
en ellas el alma
que por las alcobas
se quedó enredada,
entonces, buen hombre,
preténdeme blanca,
preténdeme nívea,
preténdeme casta.

                                                        

Alfonsina Storni