José Agustín Goytisolo (1928-1999) escribió este poema para su hija, Julia Goytisolo Carandell,
Julia y José Agustín Goytisolo |
cuando esta tenía solamente siete años. Julia lleva ese nombre por deseo de su abuelo paterno pues era el nombre de su esposa, Julia Gay, cuya muerte, acaecida en Barcelona el 17 de marzo de 1938 durante un bombardeo de la aviación italiana, sumió en el más profundo dolor a la familia.
El poema, musicado y cantado por Paco Ibáñez, se convirtió pronto en un himno de resistencia, en un canto a la esperanza y a la solidaridad humana. Julia Goytisolo lo oyó cantar por primera vez en Collioure, cuando tenía doce años y todavía no alcanzaba a comprender su significado. Fue Paco Ibáñez, su intérprete, quien le desveló que la Julia del poema era ella.
El poema, musicado y cantado por Paco Ibáñez, se convirtió pronto en un himno de resistencia, en un canto a la esperanza y a la solidaridad humana. Julia Goytisolo lo oyó cantar por primera vez en Collioure, cuando tenía doce años y todavía no alcanzaba a comprender su significado. Fue Paco Ibáñez, su intérprete, quien le desveló que la Julia del poema era ella.
Fue incluido en Palabras para Julia y otras canciones (Laia, 1980), en cuyo prólogo Manuel Vázquez Montalbán afirma que en el conjunto de la obra poética de Goytisolo pesa sobre todo "la asunción del relativo poder de la palabra y la propuesta de utilizarla para enseñar a querer y a vivir". Y añade:
Por eso Goytisolo es un gran poeta intimista que se revela en sus versos familiares: la madre muerta, la mujer en cuyos brazos quisiera morir, la hija a la que ha de enseñar a vivir a pesar de su propio escepticismo:
Tendrás amor
Tendrás amigos,
le propone a Julia en los sesenta, dibujándole el único programa vital sensato al alcance de un padre y que hoy incluso nos puede parecer excesivamente ambicioso.
Sobre esta composición, una de las más conocidas y celebradas del poeta, han escrito Miguel Díez R. y Paz Díez Taboada (en Antología comentada de la poesía lírica española, Cátedra, 2005):
Escrito sin comas, en tercetos blancos eneasilábicos y con un estribillo cada cuatro estrofas, parece como si, en este poema con ritmo de salmodia y con palabras "vibrantes y calientes", el padre —él mismo aún "en el camino"— quisiera entregarle a su hija el legado de su propia experiencia; esta es la herencia más apreciada que puede ofrecerle, para que ella, Julia, sepa orientarse en el arduo camino de la vida.
Magda Boix, Asunción Carandell, Julia, Josep Mª Carandell, José Agustín Goytisolo, Paco Ibáñez y Víctor Lana, posiblemente después de una actuación de Paco Ibáñez |
¡Glup! ¡emocionante! Y más todavía sospechando que su padre no podía creer del todo en lo que decía...
ResponderEliminarCarlos San Miguel