Presentamos el boletín de novedades de final de curso con algunas sugerencias de lectura para estas vacaciones. ¡Feliz verano y felices lecturas!
jueves, 30 de junio de 2022
Libros: Novedades
lunes, 27 de junio de 2022
Lecturas en inglés
Con este boletín de libros en inglés completamos la serie iniciada el curso pasado de lecturas en lenguas extranjeras disponibles en nuestra biblioteca para conocimiento de los estudiantes, profesores y demás lectores del IES Goya.
domingo, 26 de junio de 2022
"Cuestiones de viaje" (Questions of Travel), de Elizabeth Bishop
[Imagen inicial: Tripadvisor]
miércoles, 22 de junio de 2022
Encuentro literario con Jesús Gil Vilda
Bienvenido, Jesús, al instituto Goya de Zaragoza
Queremos brindar nuestra más afectuosa bienvenida a Jesús Gil Vilda, autor de la novela que nos ocupa en la tertulia de esta tarde, y que se ha mostrado tan ilusionado en conversar con el grupo de lectura del instituto donde cursó el bachillerato. Seguramente compartirá luego con nosotros algunos de los recuerdos que conserva de su adolescencia relacionados con sus vivencias en estas aulas, en los laboratorios, especialmente el de Química… y hasta en los conocidos futbolines que, en una calle aledaña, tan buenos ratos hacían pasar a los estudiantes de los ochenta durante el tiempo de recreo.
Jesús estudió la EGB en el CP Miraflores de Zaragoza, donde impartían clases sus padres. Obtiene el graduado escolar con la máxima calificación y, con 14 años, se matricula en el “Instituto de Bachillerato Goya” para cursar 1º de BUP. Cuatro cursos escolares permaneció en el centro hasta que concluyó el COU en junio del 89. Su expediente académico rebosa de notables y sobresalientes, no solo en Matemáticas, Química y Biología, sino también en Lengua española o en Filosofía.
Este expediente anunciaba la prometedora carrera de quien cursaría, en la Universidad de Zaragoza, Ciencias Químicas (vocación estimulada en el instituto por la profesora Mari Cruz Fernández), pero cuyo trabajo y dedicación se ampliarían a ámbitos tan diversos como el comercial, el literario o el cinematográfico. Al leer la novela A las afueras del mundo, comprobamos que, en efecto, su autor es un humanista preocupado por todo aquello que nos concierne y, en este sentido, no solo nos ilustra con su vasta cultura, con conocimientos de todo tipo -científicos, tecnológicos, históricos, económicos, políticos...- sino que además nos incita a la reflexión sobre nuestro mundo contemporáneo en crisis.
Como novelista, publicó en 2011 Crisis de gran mal, una ópera prima calificada por la crítica como deslumbrante. Destaco de la sinopsis de la editorial (El Aleph) las siguientes palabras: “Jesús Gil explora con su atenta mirada los abismos interiores de los directivos que operan en las entrañas del sistema económico y saca del armario una enfermedad proscrita, la epilepsia, una propuesta inédita en la literatura española contemporánea”.
Las multinacionales, el poder de las grandes corporaciones, los peligros que acechan a la democracia o sus puntos débiles, el uso de la violencia como arma política… y otros temas conectados con la crisis global se ponen de manifiesto para que los lectores reflexionemos sobre su alcance y cómo afectan al individuo y a su libertad, a cualquier persona de cualquier posición social y económica, con sus ambiciones, sus inseguridades, sus contradicciones y su propia lucha interior (en la primera novela, también con la enfermedad que le aqueja al protagonista). Son temas que preocupan al autor y que reaparecen en su segunda novela.
A las afueras del mundo (Destino, 2015) es la novela con la que, en nuestro grupo de lectura, nos hemos adentrado en el mundo narrativo de Gil Vilda. Novela ambientada en un futuro próximo, en una atmósfera perturbadora y nada complaciente, que nos lleva, espoleados por la intriga, a seguir los pasos de un enigmático personaje, Jesús Bernal, y de otros no menos misteriosos personajes que se relacionan con él, como Dorothea, y a querer conocer los porqués y las circunstancias en las que se mueven, pero sobre todo que nos invita a la reflexión, a la pausada y necesaria reflexión de temas acuciantes de la realidad contemporánea.
Jesús Gil Vilda ha publicado también relatos, poesía, artículos en Heraldo de Aragón, colaboraciones en la revista Núvol… y acaba de publicar, en el pasado mes de marzo, un libro titulado Los siete vendedores de éxito y los ocho compradores empeñados en que fracasen (Más allá de las herramientas de ventas: la verdadera experiencia de un vendedor), en Ed. Empresa activa. Se trata de una obra de marketing basada, como reza el subtítulo, en la experiencia comercial de tan polifacético autor.
Nosotros confiamos en que Jesús Gil Vilda no se lo piense mucho en retomar su actividad literaria y nos obsequie con una nueva novela tan interesante al menos como las anteriores. En fin, le agradecemos sumamente su firme decisión de aceptar nuestra invitación al club de lectura nada más proponérsela nuestra compañera María Bueno, con la que le une una reciente amistad, y que se haya desplazado desde Barcelona, donde reside, al IES Goya de Zaragoza para dedicarnos su tiempo y sus palabras.
Javier Aznar, coordinador del grupo “Leer juntos” del IES Goya
'A las afueras del mundo', de Jesús Gil Vilda
Sesión del 30 de mayo de 2022
Autor: Jesús Gil Vilda
Obra comentada: A las afueras del mundo. Ed. Destino, 2015.
Jesús Gil Vilda |
A las afueras del mundo, una historia de redención
Con esta impactante escena comienza una novela que nos intriga y nos atrapa desde sus primeras páginas, una distopía muy verosímil ambientada en un futuro no demasiado lejano. Un tiempo en que la lectura de ficción, reservada a los mendigos, ha sido sustituida por la creación de personajes virtuales; en que los coches de gasolina son una rareza pero continúan funcionando las centrales nucleares; una época de quiebra del sistema, de violencia e hiperinflación, de ruina de la clase media e incremento del número de pobres, aquellos que se sitúan “a las afueras del mundo”.
El sintagma del título aparece ya en las primeras páginas del libro, cuando el narrador describe Port Clarans, “un lugar con aspecto de estar, ya no a las afueras de Middlesbrough, sino del mundo”. Con él hace referencia a las enormes bolsas de marginación que se concentran en las grandes ciudades, allí donde no llega el Estado salvo para reprimir a la población y echarla de sus casas para poder robarles legalmente a sus hijos. Son zonas de baja vigilancia policial, sin cobertura para los teléfonos móviles ni conexiones a la red, como se encarga de advertir la policía a quien se dispone a cruzar la alambrada para adentrarse en uno de esos lugares. Una advertencia que escuchará dos veces el protagonista: la primera, forzado por las circunstancias; la segunda, por libre elección, cuando ha encontrado, por fin, su lugar en el mundo.
La ficción se organiza en dos partes. La primera, formada por cinco capítulos sin epígrafes ni numeración, es el relato de un hombre de mediana edad que, hastiado de su existencia, adopta la identidad del suicida y emprende un viaje con rumbo ignorado y sin retorno posible. En él narra ocho intensos meses de su vida en los que el navegador del coche lo conducirá a un hotel próximo a Londres y al encuentro con Dorothea, una enigmática mujer a quien lo une no solo la atracción sexual sino también la curiosidad intelectual. Convertido en sospechoso para la policía y para el grupo terrorista de la NNMA, su vida será a partir de entonces una constante huida. Escapando de la policía llegará a uno de esos lugares situados “a las afueras del mundo”, un degradado barrio londinense donde será acogido en una comunidad autogestionaria dirigida por un exsacerdote, el padre José Ramón Torres.
La narración, que comienza in medias res, retrocede para contarnos los motivos que le han llevado a dar ese brusco giro a su vida y cómo el suicidio de un desconocido quizá haya evitado su propio suicidio. Al mismo tiempo se inicia en la novela un proceso de indagación sobre la identidad de los personajes que se prolongará a lo largo de la toda la trama. El narrador no puede evitar preguntarse quién era realmente el hombre que se ha lanzado al río, un polaco de nombre Krzysztof Sobolewski, según la documentación encontrada en el coche, y qué relación tenía con la mujer del hotel, que se esconde bajo el nombre de guerra de Lorraine. Esta, por su parte, se propone averiguar quién es el suplantador y así descubre al zaragozano Jesús Bernal, que al perder su puesto de profesor en una universidad regida por criterios economicistas, se emplea como jefe de un equipo de limpieza de centrales nucleares.
El narrador protagonista se dirige a un narratario, Dorothea, como si de una carta se tratase. No obstante, la primera persona narrativa da paso en ocasiones a la tercera de un narrador omnisciente capaz de penetrar en la conciencia de los personajes, cuyos pensamientos reproduce en estilo indirecto libre:
“El aire entra limpio y aromático. Ella también querría ser una partícula de aire, veloz e insignificante, libre para entrar y salir, sin pasado del que lamentarse ni futuro al que temer".
El texto carece de referencias al momento histórico en que suceden los hechos; únicamente la alusión de Rugama, teniente coronel de la NNMA, a su tatarabuelo, muerto durante la revolución sandinista, nos ayuda a situarlos en el tiempo.
La narración de Bernal se interrumpe con frecuencia para dar paso a la relectura —“treinta y dos años después” de los hechos narrados— de fragmentos del cuaderno escrito por Dorothea y dirigido a Jesús (convertido ahora en narratario), con el que el autor, que demuestra un amplio dominio de las técnicas narrativas, recurre a la ficción dentro de la ficción y con ella, en este caso, al perspectivismo: dos visiones diferentes sobre las vivencias compartidas, dos espejos que nos devuelven imágenes distintas de los personajes. Así, Jesús aparece a los ojos de Dorothea como un ser “puro y limpio”, opinión que contrasta con la que el propio Jesús tiene sobre sí mismo. El cuaderno de Dorothea (cuyo nombre es un homenaje a Dorothea Brooke, personaje de Middlemarch) es además una declaración de amor (“Ojalá estuviera aún en mi mano construir junto a ti una vida en común…”), pero también una especie de confesión general (ante un hombre del que piensa que su auténtica vocación es el sacerdocio) en la que repasa el “desperdicio” que ha sido su vida, y un acto de contrición.
Junto a las de Jesús y Dorothea, oiremos otras voces narrativas, las de algunos personajes convertidos en narradores ocasionales de su propia historia (el escritor Manfred Padama) o de la de otros (Clorinda), mostrando distintas caras de unos personajes que ganan así en hondura y complejidad.
Bernal y Dorothea son personas cultivadas que retienen en su memoria, en el momento de escribir, otros muchos textos que influyen no solo en la producción de sus discursos sino también en su comprensión. Así surge en la novela una pluralidad de voces superpuestas que, en un constante juego de intertextualidad, dialogan con ella, bien sea mediante citas de obras literarias (el Quijote, Middlemarch de George Eliot, Historia de dos ciudades de Dickens) o mediante referencias a obras de otros autores (la casa solariega de Dorothea se levanta en medio de un paisaje “que inspiró a Jane Austen, Francis Bacon o Charles Dickens”) o a obras del séptimo arte con las que se establece cierto paralelismo (¡Qué bello es vivir!).
El ritmo narrativo se remansa con frecuencia con la inclusión de breves ensayos sobre diversos temas que, perfectamente insertados en la narración por medio del diálogo, son parte esencial de la trama, con la que guardan una estrecha relación. Así, la inclusión de la historia de Willi Münzenberg y su trabajo de captación para la causa comunista de la simpatía de intelectuales y artistas occidentales (el Club de los inocentes) nos ayuda a intuir algo más sobre Sobolewski, al que Dorothea se ha referido como el inocente, y adquiere pleno sentido cuando tenemos la certeza de que la NNMA también lleva a cabo una campaña de captación de “inocentes”. La conversación entre Dorothea y Jesús sobre la revolución de Cronwell se justifica ya que la organización terrorista trata de emular aquella revolución. La evocación de la relación de Friz Lang y Thea von Harbou, separados cuando eligen partido, sirve de preludio a la separación de Jesús y Dorothea, que, como la pareja alemana en su piso de Berlín, “se sienten en aquella habitación de hotel alejados de la ola de desesperación que empieza apoderarse del país”.
La segunda parte, muy breve, es la Nota del editor, que completa a modo de epílogo, los relatos de Jesús y Dorothea, y contribuye a la verosimilitud de la novela. El editor no es otro que Shakif Hanafi, hermano de uno de los “mártires” víctimas de la violencia policial y alumno de Jesús que deseaba aprender a fabricar una bomba para vengar la muerte de su hermano. Este nos informa de que Jesús Bernal (que ha vivido muchos años bajo otra identidad) escribió el relato poco antes de morir. Así, la novela que comienza con la muerte violenta de uno de los dos personajes de la escena inicial se cierra con la noticia de la muerte, en paz, del otro (la segunda muerte de Jesús Bernal) tras una larga y fructífera vida.
La Nota del editor abre ante los lectores un horizonte de esperanza en la ficción distópica: por ella sabemos que Shakif, el joven aspirante a terrorista y miembro de una banda de maleantes, se ha convertido en director de un centro educativo, aquel en el que Jesús empieza a impartir clases a dos alumnos, transformado hace seis años en un moderno instituto donde cursan estudios más de doscientos.
Y es que A las afueras del mundo es también una historia de redención en la que los protagonistas, tal como nos anuncia la cita de San Juan de la Cruz que abre la novela y adelanta la clave de la historia, evolucionan para llegar “a lo que no eran”. Jesús rompe con una vida que no le satisface y, tras un periodo de tiempo en que otros llevan las riendas de su existencia, puede decidir, por fin, qué hacer con ella. Los protagonistas son personajes que cargan con el peso de la culpa. Jesús, con el pesar de haber abandonado a su hijo, y Dorothea con el fardo de una vida dominada por el odio y el deseo de venganza. El amor de Jesús y la muerte del padre Torres actúan como un revulsivo que la lleva a abandonar su vida anterior para dedicarse a una nueva misión: la de salvar a Jesús, aun a costa de ponerse en peligro. Bernal, por su parte, se redimirá empezando a trabajar en un colegio con las ventanas rotas, dedicado a formar a jóvenes desheredados que sobreviven “a las afueras del mundo”. Este enseña a sus alumnos a no juzgar a las personas por su pasado, pues “todos albergamos una enorme capacidad de redención”.
Jesús Gil Vilda ha escrito una novela en que nos invita a reflexionar sobre los problemas del mundo actual, que parecen abocarnos a un futuro desolador. No obstante, el autor ofrece una visión esperanzada, de confianza en los seres humanos, capaces de mejorar y transformar el mundo con ellos. Se trata de una novela llena de interés, tanto por los temas tratados como por la meditada construcción de la misma y las variadas técnicas narrativas, en la que Jesús Gil Vilda muestra su destreza y madurez como narrador, además de su amplia cultura.
Josefina López Granada
domingo, 19 de junio de 2022
"Oración en el Mediterráneo", de Ana Luísa Amaral
Oración en el Mediterráneo En vez de peces, Señor, danos paz, un mar que sea de olas inocentes, y una vez en la arena gente que mire con el corazón abierto, voces que nos acepten El viaje es tan difícil que hasta la espuma hiere y hierve, y es tan alta que ciega durante la entera travesía Haz, Señor, que no haya muertos esta vez, deja las rocas lejos, que el viento amaine y que tu paz por fin se multiplique Que después de la balsa la guerra, la fatiga, tras los brazos abiertos y sonoros, haya, Señor, un poco de pan tierno y un pescado, tal vez, del mar que es también nuestro (Traducción de Marisa Martínez Pérsico) VERSIÓN ORIGINAL EN PORTUGUÉS:
Prece no
Mediterrâneo
Em vez de peixes, Senhor, dai-nos a paz, um mar que seja de ondas inocentes, e, chegados à areia, gente que veja com coração de ver, vozes que nos aceitem É tão dura a viagem e até a espuma fere e ferve, e, de tão alta, cega durante a travessia Fazei, Senhor, com que não haja mortos desta vez, que as rochas sejam longe, que o vento se aquiete e a vossa paz enfim se multiplique Mas depois da jangada, da guerra, do cansaço, depois dos braços abertos e sonoros, sabia bem, Senhor, um pão macio, e um peixe, pode ser, do mar
que é também nosso (De Ágora, 2019)
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El poema seleccionado pertenece a Ágora, de la escritora portuguesa Ana Luísa Amaral, un libro que visita diversas imágenes realizadas a partir de episodios bíblicos, en diálogo permanente con la Biblia y con el arte, un conjunto de poemas bellos y terribles, conmovedores y violentos. En "Oración en el Mediterráneo", un poema sobre los refugiados, hay una clara referencia al milagro de los panes y los peces.
Actualización (6 de agosto de 2022) :
Ana Luísa Amaral falleció ayer, 5 de agosto, a los 66 años.
[Imagen: lavozdelsur.es]