El «Blues del amo» de Antonio Gamoneda es el poema elegido en este curso por el IES Goya para compartir con los centros educativos de Aragón participantes en el Programa "Poesía para llevar":
A veces el trabajo resulta alienante y no nos deja espacio para llevar la vida personal que queremos. Los versos de Gamoneda dan voz al sufrimiento que muchos podrían suscribir hoy en día.
El poemario Blues castellano, al que pertenece el poema escogido, lo escribe el autor influido por el gospel y el blues afroamericanos, música dolorida, cuyo ritmo le sirve de consuelo y de modelo para sus versos. Recomendamos encarecidamente leer también el poema “Malos recuerdos”, el cual nos lleva a indagar en nuestra memoria, en la revolucionaria vergüenza de la que habla desde la cita inicial. Por otro lado, la censura de algunos poemas de la obra en los años sesenta da pie para debatir hasta qué punto está presente o ausente en la actualidad la censura en la literatura.
BLUES DEL AMO
Antonio Gamoneda
Hace diecinueve años que me da la comida
y todavía no he visto su rostro.
No he visto al amo en diecinueve años
pero todos los días yo me miro a mí mismo
y ya voy sabiendo poco a poco
cómo es el rostro de mi amo.
Va a hacer diecinueve años
que salgo de mi casa y hace frío
y luego entro en la suya y me pone una luz
amarilla encima de la cabeza...
Y todo el día escribo dieciséis
y mil y dos y ya no puedo más
y luego salgo al aire y es de noche
y vuelvo a casa y no puedo vivir.
Cuando vea a mi amo le preguntaré
lo que son mil y dieciséis
y por qué me pone una luz encima de la cabeza.
Cuando esté un día delante de mi amo,
veré su rostro, miraré en su rostro
hasta borrarlo de él y de mí mismo.
Comentarios del alumnado del IES Goya
El poema hace ver que podemos trabajar por años en algo
que no nos gusta sin una salida
aparente. Muestra la ansiedad percibida por alguien que siente estar atrapado en un
pozo mientras otro nos
mira desde arriba. (Emil Molodezky, 2.º ESO
A)
A mí me parece
que el poema quiere decir que el autor se sentía como un perro, por eso lo del amo, ya que estaba sufriendo
condiciones de vida y de trabajo adversas. Además,
el amo solo le da de comer, mientras que él tiene que trabajar de sol a sol copiando
números sin saber si quiera
qué significan. (Víctor Aguirre 1. ° ESO B).
Siento que la
última estrofa habla de una venganza: quiere que su amo deje de reconocerse como él ya no se reconoce. (Marta Casasín
1.º Bach. C).
Expresa la
incertidumbre que siente al dejarse llevar y no saber de verdad por qué hace lo que le mandan, sin ni siquiera
saber cómo es la persona que lo hace. Tiene esperanza
de descubrirlo algún día. (Patricia Pueyo 4.ºESO A).
En el poema el protagonista no deja su trabajo para poder sobrevivir, aunque lo traten mal. Transmite que no debes dejar que te traten mal por ser tu superior o tener más dinero. Todos debemos ser tratados de la misma manera, con respeto y educación. (Andreea María Vintila, 2.º ESO B).
«Blues del amo» es un viaje introspectivo a la psique del autor que me ha permitido disfrutar pese a mi disgusto por la poesía sin rima. Es una expresión del trauma personal con un ritmo irreal, casi onírico, usado acertadamente para ilustrar la ausencia de pensamiento durante una tarea tan monótona. (Mario Peña, 4.ºESO A).
Más comentarios del alumnado, profesores y PAS
Está
escrito en un estado de desesperación enorme
y transmite mucha rabia de estar explotado además de no tener
tiempo para él. Me impresiona cómo escribió este poema en la dura época
de la posguerra y la dictadura. (Martín de los
Santos 1.° ESO B).
Es un poema muy realista y brusco, ya
que se refiere a una situación cansada y dolorosa. Todos deberíamos tener presente
cuando nos quejamos
de algo que la vida podría ser mucho
más dura, y que deberíamos agradecer lo que tenemos. (Inés Tejero, 4.º ESO A)
Para mí refleja la desdicha de una vida sin sentido e
infelicidad en la que estás forzado a trabajar y dejar que los poderosos puedan
hacer lo que quieran contigo. Vivir con el deseo de olvidarlo todo y alcanzar
un mínimo de libertad. (Áxel R. Lorén Muñoz, 2.º ESO
A)
Este poema me recuerda bastante al de «Niños yunteros» de
Miguel Hernández. (Samuel
Cebolla, 4.º ESO A)
El poema me produce tristeza ya que resulta penoso que en la
actualidad siga existiendo la idea de que haya personas necesitadas que se
conformen con lo poco que se les
ofrece y que aquellos que tienen más recursos se aprovechen de ello. (Vega Jiménez, 2.º ESO C)
El
poema hace referencia a la realidad
escondida pero presente,
que se trata de descubrir día a día. Habrá veces que la cuestionemos y que avancemos en
su búsqueda, pero la clave es saber que reside en nuestro interior y que
nosotros mismos somos los que determinamos nuestra situación. Nuestra mente,
entonces, estará encerrada por nuestro cuerpo, que nos limita para conocer la
verdadera realidad. (Mario Zarazaga 2.º Bach. D)
El poema quiere decir que tienes que
afrontar el destino que te toca y enfrentarte a ti mismo para conseguir tu
sueño. (David Bazán 1.° ESO B).
Para mí este poema representa el
deseo de poder sentirse
uno mismo en todo tipo de lugares y no temer lo que piensen los
demás. Al final sugiere que quiere destruir sus pensamientos intrusivos, pero
aún no se ha enfrentado a ellos. (Alba Mata 2.º
Bach. D).
El poema me recuerda cómo en la sociedad actual aún existe la supremacía sobre las personas. Transmite la idea de hacerte valer porque todos somos humanos y todos queremos tener un trato justo. (Houzhe Zhans, 2.º ESO B)
La lectura de este poema me ha recordado la imagen del caballo con la lámpara en la cabeza del Guernica de Picasso («me pone una luz amarilla»). Puede ser también el estar encerrado en sí mismo, recordando las enfermedades mentales o las disociaciones de personalidad. («Me miro a mí mismo»). Los números, los años («diecinueve años», «dieciséis y mil y dos») podría ser un cautiverio. (Paula Andía, PAS).
Mediante el «Blues del amo» Gamoneda ofrece una lectura que nos
remite a la esclavitud, a la explotación individual y colectiva y a la opresión. De este modo crea un paralelismo entre el trabajo de escritor y el
esclavo, ambos desconocedores de su amo y su dueño, cumpliendo ambos un cometido que parece no tener objetivo
ni fin. Medio
siglo después de su publicación aún nos invita a pensar sobre
«quién maneja los hilos» y dónde se
encuentra -quién ostenta- verdaderamente el poder. (Víctor
Solanas, profesor de Música).