domingo, 24 de abril de 2022

"Para qué sirve la lectura", un poema de Cristina Peri Rossi

Mujer leyendo. Photography Studio- Pinterest


PARA QUÉ SIRVE LA LECTURA

Me llaman de una editorial
y me piden que escriba
cinco folios sobre la necesidad de la lectura

No pagan muy bien
¿quién podría pagar bien por un tema así?
pero de todos modos
necesito el dinero

así que enciendo el ordenador y me pongo a pensar
sobre la necesidad de la lectura
pero no se me ocurre nada

es algo que seguramente sabía cuando era joven
y leía sin parar
leía en la Biblioteca Nacional
y en las bibliotecas públicas

leía en las cafeterías
y en la consulta del dentista

leía en el autobús y en el metro

siempre andaba mirando libros

y me pasaba las tardes en las librerías de usados
hasta quedarme sin un duro en el bolsillo

tenía que volver a pie a casa

por haberme comprado un Saroyan o una Virginia Woolf

Entonces los libros parecían la cosa más importante de la vida

fundamental

y no tenía zapatos nuevos
pero no me faltaba un Faulkner o un Onetti
una Katherine Mansfield o una Juana de Ibarbourou

ahora la gente joven está en las discotecas
no en las bibliotecas

yo me hice una buena colección de libros
ocupaban toda la casa

había libros en todas partes
menos en el retrete

que es el lugar donde están los libros
de la gente que no lee

a veces tenía que seguirle durante mucho tiempo
las huellas a un libro que había salido en México
o en París

una larga pesquisa hasta conseguirlo

No todos valían la pena
es verdad
pero pocas veces me equivoqué
tuve mis Pavese mis Salinger mis Sartre mis Heidegger
mis Saroyan mis Michaux mis Camus mis Baudelaire
mis Neruda mis Vallejo mis Huidobro
para no hablar de los Cortázar o de los Borges
siempre andaba con papelitos en los bolsillos
con los libros que quería leer y no encontraba
por allí andaban los Pedro Salinas y los Ambrose Bierce
la infame turba de Dante

pero ahora no sabía decir para qué maldita cosa
servía haber leído todo eso

más que para saber que la vida es triste
cosa que hubiera podido saber sin necesidad de leerlos

Cuando habían pasado cinco horas yo todavía no había escrito
una sola línea
así que me puse a escribir este poema
Llamé a los de la editorial
y les dije creo que para lo único que sirve
la lectura
es para escribir poemas

no puedo decirles más que eso

entonces me dijeron que un poema no servía
que necesitaban otra cosa.

De Playstation, Visor, 2009


Con este libro -una visión crítica de la sociedad actual, presentada "con humor, cinismo e ironía"-, Cristina Peri Rossi se convirtió en la primera mujer en ganar el Premio de Poesía Fundación Loewe en su vigésimo primera edición. El poemario fue escrito tras la convalecencia de un accidente de tráfico: la atropelló un coche en Barcelona y se pasó tres meses inmovilizada, con la pierna derecha en alto y jugando a la playstation, recuerda en uno de los poemas del libro. En él, la autora explora la soledad urbana, el anecdotario de una escritora que contrapone la poesía a la realidad de su escasa presencia en la vida diaria. Los poemas son una especie de monólogo lleno de humor negro que, no obstante,  encierran cierta piedad por el destino de soledad y desencanto de los seres humanos. La Playstation, la maquinita  del título, es un refugio adictivo que nos consuela de nuestros fracasos. Perdido el refugio del marxismo y del psicoanálisis, solo nos queda el frío consuelo de la técnica.

El pasado viernes 22 de abril, víspera de Día del Libro, tuvo lugar la ceremonia de entrega del Premio Cervantes, que en la edición de 2021 correspondió a Cristina Peri Rossi. La autora no asistió a la ceremonia debido a su delicado estado de salud. Recogió el premio, en su nombre, la actriz Cecilia Roth, que fue también la encargada de leer el discurso de la ganadora.

De la misma autora puedes leer en este blog:
-El cuento "Rumores": AQUÍ.
-Los poemas "Detente, instante, eres tan bello", "El viaje", "Historia de un amor" y "Genealogía": AQUÍ.

2 comentarios:

  1. ¡Qué bueno ¡estupendo poema. Y es que, a mi nivel, yo también he sentido ese desinterés por la lectura de libros; en la escuela, en el Instituto -y después cuando me compraba las novelas que anhelaba leer desde que las descubrí en los manuales de Literatura, o esos libros best seller de aparentemente calidad literaria inferior, de la literatura fantástica o de la Ciencia Ficción inglesa- era una sensación maravillosa, como de viajero que visita una ciudad soñada, el poder tener entre las manos y abstraerse de todo con su lectura. Pero ahora, entre la tecnología de Internet y el natural hastío con que la edad va lastrando todos los intereses juveniles -y en el caso de los libros físicos de papel, el importante problema del espacio que ocupan y el mantenimiento de su limpieza- apenas ya compro y leo.
    Y luego, que tampoco es que puedas hablar con todo el mundo sobre tus lecturas por un desinterés generalizado en ciertos estratos sociales, claro...
    Así que el humor que dices que impregna el poemario aquí no lo veo; quizá sea humor negro pero, ante todo, me parece muy pesimista.
    Ah, con lo que no estoy de acuerdo con la autora es con ese desprecio del retrete como "centro de lectura"...apuesto a que su uso como tal es mucho mayor de lo que estamos dispuestos a confesar jajaja
    Carlos San Miguel

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  2. Una sensación emocionante era la de leer las novelas un poco a escondidas...en teoría, lo que había que hacer la mayor parte del tiempo era estudiar, pero siempre era más interesante dejarse llevar por las historias de los libros. ¿Y tener en casa un escondrijo para leer...? jajaja. Hacer como que te habías marchado pero subir sin hacer ruido a la terraza, o la falsa o buhardilla, y pasarte allí un tiempo precioso leyendo en plan "La historia interminable" sin que tu madre te molestara o te mandara hacer algo... ¡Impagable irresponsabilidad!
    Carlos

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