domingo, 7 de enero de 2018

"Las abarcas desiertas", de Miguel Hernández




LAS ABARCAS DESIERTAS

   Por el cinco de enero,
cada enero ponía
mi calzado cabrero
a la ventana fría.

   Y encontraban los días,
que derriban las puertas,
mis abarcas vacías,
mis abarcas desiertas.

   Nunca tuve zapatos,
ni trajes, ni palabras:
siempre tuve regatos, 
siempre penas y cabras.

   Me vistió la pobreza,
me lamió el cuerpo el río,
y del pie a la cabeza
pasto fui del rocío.

   Por el cinco de enero,
para el seis, yo quería
que fuera el mundo entero
una juguetería.

   Y al andar la alborada
removiendo las huertas,
mis abarcas sin nada,
mis abarcas desiertas.

   Ningún rey coronado
tuvo pie, tuvo gana
para ver el calzado
de mi pobre ventana.

   Toda gente de trono,
toda gente de botas
se rió con encono
de mis abarcas rotas.

   Rabié de llanto, hasta
cubrir de sal mi piel,
por un mundo de pasta
y unos hombres de miel.

   Por el cinco de enero,
de la majada mía
mi calzado cabrero
a la escarcha salía.

   Y hacia el seis, mis miradas
hallaban en sus puertas
mis abarcas heladas,
mis abarcas desiertas.

         De Otros poemas del ciclo de
"Viento del pueblo". En Viento del pueblo.
Edición de Juan Cano Ballesta. Cátedra, 
Letras Hispánicas, Madrid, 1989


Este poema fue publicado por primera vez en Ayuda, Semanario de la solidaridad, núm. 36, Madrid,  el 2 de enero de 1937. Juan Cano Ballesta recuerda que se trata de un poema de circunstancias, "como prueba la reiteración insistente de la fecha". Se publica unos días antes de la festividad de los Reyes Magos para apoyar la campaña de Socorro Rojo Internacional  que tenía como objetivo recaudar donativos y juguetes en beneficio de la infancia necesitada.

Formado por once cuartetas heptasílabas, el texto reproducido es el de la versión original, en el que aparecen en cursiva las estrofas 1 y 2, 5 y 6, 10 y 11, lo que -según Cano Ballesta- acentúa su carácter de canción que, tras la variación de unas estrofas, viene a desembocar en el motivo principal del estribillo.

Añade Cano Ballesta que "Como en otros poemas de guerra ("El niño yuntero" y "Aceituneros") la experiencia de la pobreza y la miseria, suya y de los suyos, frente a la opulencia de otros, provoca la cólera o rabia del poeta (v. 33), que es personal, pero que al sentirla  en común con todos los desposeídos, se transforma en un sentimiento político rebelde y revolucionario".

Respecto a su clara estructura,  Serge Salaün (citado por Cano Ballesta) expone  ("Pages retrouvées", 371):
El poema se desenvuelve siguiendo una temática simple, pero perfectamente orquestada en torno a unas palabras clave y sus variantes léxicas: cinco de enero (seis), abarca (zapato, calzado, botas), cabra (cabrero, pasto, regato, majada), ventana (puerta). Cada estrofa, que contiene uno o dos elementos de esta temática, remite a la precedente o a la siguiente, siguiendo la estructura tradicional de las canciones populares.


Puedes leer otros poemas del autor en este blog:
-"Antes del odio": AQUÍ.
-"Me llamo barro aunque Miguel me llame": AQUÍ.
-"Vientos del pueblo me llevan": AQUÍ.
-"Nanas de la cebolla": AQUÍ.

22 comentarios:

  1. Muchas gracias, Carmen. Transmitiré tu opinión.

    ResponderEliminar
  2. Aquí hay otra versión que hicimos en Nueva York por su homenaje:
    https://youtu.be/oTVS72vwqHo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias, Ana María. La escucharemos con interés.

      Eliminar
  3. En un día de Reyes, como hoy, este poema de Miguel Hernández: LAS ABARCAS DESIERTAS, me estremece como las gotas de rocío que humedecían mi espalda cuando iba a regar, con mi madre y mi hermanita pequeña, a la viña, en parajes extremeños. Me mueve el canto de este poeta afín a mi universo de infancia, orfandad..., requiebro materno y de mis abuelas... interrogantes a los siete años; muchos interrogantes que no tuvieron respuesta hasta la adolescencia. Ojalá ningún niño tuviera que pasar hambre, sed y otras necesidades en el siglo en que vivimos. Mas sabemos que la maldad anda suelta por los pasillos del alma. Feliz día para todos los seres humanos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Y a mí me emociona su comentario. Gracias por compartir sus vivencias y sus sentimientos. Ojalá se cumplieran sus deseos, pero desgraciadamente los Reyes no habrán llegado hoy a muchas casas. Feliz día para usted, Laura.

      Eliminar
    2. Es impresionante siempre lo recordaré como a nosotros algo parecido. Un abrazo fuerte

      Eliminar
    3. Y cuando el alma saborea en la infancia el amargo sabor del dolor , si sobrevives de alguna manera ...si te yergues sobre ese infierno...te conviertes en poeta...

      Eliminar
  4. Complacido yo de leerte, Laura, de sentirte humana 'sintiente paciente'. No son buenos tiempos los de ahora para nosotros, humildes testigos de la ausente fraternidad que nos rodea.

    ResponderEliminar
  5. Es un bello poema (o canción) como todo lo de Miguel Hernández. ¡Cuánto no dice! Es un poema para estos tiempos de neoliberalismo, hambre y mentiras oficiales. Un poema para este tiempo de estadísticas y de sondeos falsos. Un poema para llorar junto a los niños que nada tienen.

    ResponderEliminar
  6. Qué hermoso, qué crudo, qué punzante. Gracias por recuperarlo.

    ResponderEliminar
  7. Un poema maravilloso y que encaja con las fechas de hoy día tan señalado y especial.

    ResponderEliminar
  8. Nunca olvidemos la ilusión de los niños pobres porque un mundo mejor está por venir.

    ResponderEliminar
  9. La pobresa és freda i dura com les avarques. La poesia ho posa tot al seu lloc. Bellíssim poema.

    ResponderEliminar
  10. ¡Cuánta belleza y cuánto dolor y desesperanza en unos versos tan cortos!
    Supongo que hay mucho de manipulación psicológica pero lo que me importa es que creo que Miguel Hernández creía en lo que predicaba. No sé cuánto habría durado sus convicciones en caso de haber ido por otro lado la historia suya y del país, pero necesitamos creer que hay gente fiel a sus ideas ante todas las vicisitudes, favorables o desfavorables para la fortuna de su portador.
    Especialmente siento simpatía por Miguel Hernández, aparte de por su origen humilde del que se construyó a sí mismo, por algo que tiende a lo personal, y es que el abuelo de mi cuñado también fue cabrero y amigo, o al menos conocido, de Miguel Hernández, allá en Orihuela, en los años diecitantos...
    Carlos San Miguel

    ResponderEliminar
  11. Este poema me conecta irremediablemente con mi padre y lo que le tocó vivir. Miseria y compañía, como él decía.
    Ahora que ya no está,al leerlo lo siento más suyo que nunca. Desde hace 3 años, cada día de Reyes lo leo, será porque me ayuda a sentirme un poquito más cerca de
    él. Cruel y bonito a partes iguales.
    ¡Cómo escuece!💗

    ResponderEliminar
  12. Un poema hermoso y triste y pensar qué pasan los y esto sigue ojalá no exista en el ningún niño triste gracias por hacermelo leer

    ResponderEliminar
  13. Leer a Miguel Hernández y presentir que el verso es suyo, emociona y ver los tiempos de tiendas llenas de niños que piden a Papa Noel (con sus padres al lado) lo que quieren recibir.. sabiendo que otros siguen SIN NADA produce rabia e impotencia.

    ResponderEliminar
  14. Ay!, como hieren esas palabras,
    dolientes versos, desesperabas,
    eres aquí recuerdo,y así solía,
    a no perder tu rabia, y siento,
    melancolía,
    y odio, ardor y miedo,
    lección fue un día,
    eterna y para siempre,
    melancolía,
    saber que fue de duelo,
    presagio negro, será porfía,
    saberte eterno, y pienso,
    melancolía.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Siempre conecte con la poesía de este gran poeta, poesía que me llega muy dentro quizás por las vivencias de carencias y vida dura de la infancia en los años cincuenta.Este poema refleja perfectamente la vida de la gente pobre o humilde de aquellos años y lo hace de una forma que toca el corazón y hace reaccionar contra las injusticias especialmente de los niños.Que pena que circunstancias desgraciadas nos hayan privado de los versos no escritos de gentes sensibles y honestas como Miguel Hernández

      Eliminar
    2. ¡Adoro a este poeta! Los que más me gustan de él son: "Sudor" y"Me sobra corazón"

      Eliminar