domingo, 2 de octubre de 2011

"Balada para los poetas andaluces de ahora", de Rafael Alberti



BALADA PARA LOS POETAS ANDALUCES DE AHORA

¿Qué cantan los poetas andaluces de ahora?
¿Qué miran los poetas andaluces de ahora?
¿Qué sienten los poetas andaluces de ahora?

Cantan con voz de hombre, ¿pero dónde los hombres?
Con ojos de hombre miran, ¿pero dónde los hombres?
Con pecho de hombre sienten, ¿pero dónde los hombres?

Cantan, y cuando cantan parece que están solos.
Miran, y cuando miran parece que están solos.
Sienten, y cuando sienten parece que están solos.

¿Es que ya Andalucía se ha quedado sin nadie?
¿Es que acaso en los montes andaluces no hay nadie?
¿Que en los mares y campos andaluces no hay nadie?

¿No habrá ya quien responda a la voz del poeta?
¿Quien mire al corazón sin muros del poeta?
¿Tantas cosas han muerto que no hay más que el poeta?

Cantad alto. Oiréis que oyen otros oídos.
Mirad alto. Veréis que miran otros ojos.
Latid alto. Sabréis que palpita otra sangre.

No es más hondo el poeta en su oscuro subsuelo
encerrado. Su canto asciende a más profundo
cuando, abierto en el aire, ya es de todos los hombres.

¿Qué cantan los poetas andaluces de ahora?
¿Qué miran los poetas andaluces de ahora?
¿Qué sienten los poetas andaluces de ahora?

Cantan con voz de hombre, ¿pero dónde los hombres?
Con ojos de hombre miran, ¿pero dónde los hombres?
Con pecho de hombre sienten, ¿pero dónde los hombres?

Cantan, y cuando cantan parece que están solos.
Miran, y cuando miran parece que están solos.
Sienten, y cuando sienten parece que están solos.

¿Es que ya Andalucía se ha quedado sin nadie?
¿Es que acaso en los montes andaluces no hay nadie?
¿Que en los mares y campos andaluces no hay nadie?

¿No habrá ya quien responda a la voz del poeta?
¿Quien mire al corazón sin muros del poeta?
¿Tantas cosas han muerto que no hay más que el poeta?

Cantad alto. Oiréis que oyen otros oídos.
Mirad alto. Veréis que miran otros ojos.
Latid alto. Sabréis que palpita otra sangre.

No es más hondo el poeta en su oscuro subsuelo
encerrado. Su canto asciende a más profundo
cuando, abierto en el aire, ya es de todos los hombres.

(Rafael Alberti, de Ora marítima, 1953)

[Selección: Beatriz Sanz Romero, 2º Bachillerato F)

Rafael Alberti nació en el Puerto de Santa María (Cádiz) en 1902. Aunque escribió obras teatrales y libros en prosa, destacó sobre todo como poeta. Es uno de los principales representantes de la generación del 27. Tras una profunda crisis espiritual, encontró un nuevo sentido a su vida en el compromiso político y social. Afiliado al Partido Comunista, abandona España hacia el exilio al final de la Guerra Civil, con su compañera, la también escritora María Teresa León. Regresa a España en 1977, y es elegido diputado al Congreso por el Partido Comunista. Fue nombrado Hijo Predilecto de Andalucía (1983) y Doctor Honoris Causa por la Universidad de Cádiz (1985). Su obra literaria fue galardonada con el Premio Cervantes (1983), Premio Roma (1991) y el Premio Nacional de Teatro (1980). Murió en su ciudad natal en 1999.
Abandonó su prometedora carrera como pintor, para dedicarse de lleno a la literatura, a partir de la publicación de Marinero en tierra, obra galardonada con el Premio Nacional de Literatura en 1925. Este libro inicia su etapa de neopopularismo, en la que encontramos formas y recursos de la lírica tradicional con un tratamiento nuevo, y a la que pertenecen también La amante (1926) y El alba del alhelí (1927). Posteriormente, combina la influencia de Góngora y la asimilación de las vanguardias, especialmente del surrealismo, en obras como Cal y canto (1926-27), Sobre los ángeles (1929) y Yo era un tonto y lo que he visto me ha hecho dos tontos (1929), homenaje a las grandes figuras del cine mudo. En su siguiente etapa, la del compromiso político, apuesta por una poesía al servicio de sus ideas políticas. A Con los zapatos puestos tengo que morir (1930) seguirán El poeta en la calle (1931-1935), Un fantasma recorre Europa (1933), o De un momento a otro (1938). En el exilio continúa la poesía comprometida, pero compone también obras nostálgicas y evocadoras: Entre el clavel y la espada (1941), A la pintura (1948), Retornos de lo vivo lejano (1952), Baladas y canciones del Paraná (1954), Roma, peligro para caminantes (1968) u Ora marítima (1953), libro dedicado a Cádiz en el que se plasma la añoranza de su tierra natal. En el poema seleccionado, Alberti, desde el lejano exilio, se pregunta sobre la labor de los poetas de su tiempo en España: qué cantan, qué denuncian, a quiénes representan.

Otros poemas del autor en este blog: "Elegía" y "Gatos, gatos y gatos":
http://elhacedordesuenos.blogspot.com.es/2012/02/elegia-de-rafael-alberti.html
http://elhacedordesuenos.blogspot.com.es/2012/04/gatos-gatos-y-gatos-de-rafael-alberti.html

1 comentario:

  1. Jajaja Pero este poema casi es un fraude; con la mitad justa habría sido suficiente...jeje
    Siempre que leo alguna de Alberti me parece originalísimo. Su propia figura me lo parecía, con su larga melena blanca y el hecho de que fuera un pintor que parecía exitoso. Y su apellido italiano, claro. No sé porqué pero me caía muy bien.
    Dices que se pregunta por la labor de los poetas "andaluces" (como si tuvieran denominación de origen), pero a mí me parece que lo que le preocupa son los "oyentes", el público, los lectores...que no responden a las llamadas de aquéllos.
    Carlos San Miguel

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