domingo, 26 de septiembre de 2010

"Niño ciego", de Juan Bonilla


NIÑO CIEGO

Hay un charco de sol sobre la cama
y en la ventana el día
recita el infinito en que se inscribe.

Nos ganamos la vida mendigando
momentos como éste, contra
la insolvencia que nos dicta el pasado
que es la estación que queda
entre el presente y el futuro,
y en la que el tren nunca se para
por mucho que se fugue el pensamiento
a sus andenes inalcanzables.

Y la vida perdemos en banales
negocios con los que nos construimos
un yo insignificante, el mismo yo
que se ahoga en ese charco de sol sobre la cama,
mientras susurra el día
la evidencia radiante de que somos
una porción de nada
hecha de pura cháchara,
perdida en espejismos
por darse la importancia
que no le dan las cosas.

La muerte trabajando en los espejos
susurra esa alegría
de dar con un secreto
que nos hace más fuertes
a cambio de anularnos:
que la vida no va en serio,
lo empezarás a comprender muy tarde.

Toda tu biografía derretida
en esa luz de sol, en el rumor del día,
en este darse cuenta de que el yo
es sólo un niño ciego
que no sabe callarse.

(Juan Bonilla, Cháchara, Editorial Renacimiento)

[Selección de Odett Gaudioso López, 2º Bachillerato F]

Juan BONILLA (Jerez de la Frontera, 1966) es periodista y traductor de Conrad, Poe, Coetzee y Housman, además de escritor. Tras el éxito de El que apaga la luz (1994, 2009), ha publicado otros libros de relatos como La compañía de los solitarios (1998), La noche del skylab (2000), El estadio de mármol (2005) y Tanta gente sola (2009, Premio Mario Vargas Llosa al mejor libro de relatos); las novelas Los príncipes nubios (2003, Premio Biblioteca Breve) y Yo soy, yo eres, yo es (2004), y los libros de poemas Partes de guerra (1994, Premio Luis Cernuda 1992), El Belvedere (2002), Buzón vacío (2006), Defensa personal (Antología poética 1992-2006), 2009, y Cháchara (2010).

Entrada relacionada:

martes, 21 de septiembre de 2010

"El viajero del siglo", de Andrés Neuman


Andrés Neuman, El viajero del siglo, Ed. Alfaguara, Madrid, 2009, 592 páginas.

Hans, de apellido desconocido, viaja a Wandernburgo, ciudad móvil, sin saber muy bien por qué ni para qué. Este es el punto de partida de “El viajero del siglo”, magnífica novela de Andrés Neuman, joven escritor argentino afincado en España que se dio a conocer con sus novelas y sus microrrelatos.

“El viajero del siglo” nos acerca al siglo XIX desde los conocimientos literarios del XXI. Se convierte así en una auténtica fiesta del lenguaje y retoma de forma novedosa todos los motivos clásicos de la literatura universal: el viaje, las veladas a la luz de la luna, el amor y el adulterio, la hospitalidad, el idilio y los ciclos naturales o el extranjero están presentes en esta historia que oscila entre los mundos imposibles de Borges y el realismo estético e irracional de Thomas Mann. No solo el nombre del protagonista coincide con el Hans Casthorp de “La montaña mágica”, ya que muchos otros aspectos confluyen en ambas historias.

La aventura de este peculiar viajero que recorre la Prusia de la época de Metternich nos acerca a la historia contemporánea de Europa, a la resaca dejada por la revolución francesa y el fracaso de Napoleón; y lo hace desde la estética de la Postmodernidad, desde la visión del héroe caído, inseguro y literario, compendio de todos los héroes novelescos desde que conocimos a Alonso Quijano.

Neuman se pasea sin esfuerzo aparente por la teoría literaria, la historia, los libros de viajes y las novelas de amor decimonónicas con una rabiosa tranquilidad. “El viajero del siglo” resume perfectamente las tendencias de la narrativa actual y añade a su equipaje toda la cultura occidental desde la Odisea hasta nuestros días.



Nuria Alfonso Matute, profesora de Lengua castellana y Literatura del IES Goya


-Puedes leer los poemas de Andrés Neuman "Mujer leyendo" y "El jardinero": AQUÍ.

domingo, 19 de septiembre de 2010

"Joven paloma", de José Antonio Labordeta

"Paloma en vuelo", de Picasso

JOVEN PALOMA


Olvídame en tu vuelo
joven paloma
que sabes dónde crecen
altas las olas.
Las olas que atraviesan
montes y olvidos
campos abandonados
tierras y nidos.
Nidos donde se guardan
como caprichos
campanas de mañana
risas y gritos.
No quiero que del suelo
tú me levantes
porque amo la tierra
y este paisaje.
Este paisaje duro
que crece altivo
levantando su cuerpo
tan malherido.
Tan malherido vive
como yo vivo
mientras tú te recreas
con los olvidos.

Aquí sigo esperando
joven paloma
que vuelvas a mi casa
como la aurora
que traigas de los mares
risas y alondras
paisajes infinitos
nubes y formas.
Formas de estar contigo
sin el olvido
de la tierra callada
que hemos vivido.

(José Antonio LABORDETA, Zaragoza, 10 de marzo de 1935-Zaragoza, 19 de septiembre de 2010)

domingo, 12 de septiembre de 2010

"La mirada de Ulises", de Aurora Luque



                   La mirada de Ulises

Hay viajes que se suman al antiguo color de las pupilas.
Después de ver la isla de Calipso ¿es que acaso Odiseo
volvió a mirar igual? ¿No se fijó un color
como un extraño cúmulo de algas
en sus pupilas viejas? Lo mismo que en los pliegues
mínimos de la piel
se fosilizan besos y desdenes, así los ojos filtran
esa franja turquesa del mar que acuna islas,
medusas de amatista, blancura de navíos.
La piel es vertedero de memoria
lo mismo que el poema. Pero acaso unos ojos
extrañamente verdes de repente dibujen
empapados de luz
un boscoso archipiélago perdido.

De Transitoria,  Sevilla, Renacimiento, 1998*




Aurora LUQUE (Almería, 1962). Licenciada en Filología Clásica, ejerce como profesora de griego en un instituto de secundaria. Ha publicado los siguientes libros de poesía: Hiperiónida, 1982 (Premio García Lorca de la Universidad de Granada, 1981); Problemas de doblaje, 1990 (Accésit del Premio Adonáis, 1989); Carpe noctem, 1994 (Premio Rey Juan Carlos, 1992); La isla de Mácar,1994; Carpe mare, 1996, 1998 (Accésit del Premio Rafael Alberti, 1997; Premio Andalucía de la Crítica, 1998); Las dudas de Eros [antología], 2000; Portuaria (Antología 1982-2002), 2002; Camaradas de Ícaro, 2003 (Premio Fray Luis de León, 2003), Carpe verbum [antología], 2004, y Haikus de Narila, 2005. 

*El poema había aparecido anteriormente en La isla de Mácar (1994) con el título de "Acuarela".

Actualización (24 de septiembre de 2022):

   Aurora Luque ha sido galardonada con el Premio Nacional de Poesía por su obra Un número finito de veranos, de la que el jurado del premio ha dicho: "Es un libro de los gozos: de la belleza, de la palabra, de lo sensual, de la vida en general. Un canto al Mediterráneo y al amor por la tradición griega, que mira el universo desde el pasado para comprender el presente, usando los recursos de la tradición y las formas de la Antigüedad para interpretar nuestros días. Un mosaico clásico que recuperamos en la actualidad y que nos traslada al pasado".
   Su libro Gavieras fue reconocido con el Premio Loewe 2019, y La siesta de Epicuro, con el Premio Generación del 27 en el año 2007.

Puedes leer otros poemas de la autora en este blog:
-"Fecha de caducidad": AQUÍ.
-"Paulonia": AQUÍ.
-"Tuneando al pirata cojo de Joaquín Sabina": AQUÍ.
-Dos poemas de Un número finito de veranos: AQUÍ.
-"Lesbia hoy": AQUÍ.

lunes, 6 de septiembre de 2010

"Algo parecido a la libertad", de Carlos Lorenzo




En este caso, es el propio autor, el profesor Carlos Lorenzo, quien escribe sobre su obra.



SINOPSIS

Libertad de estilo, de palabra, de género (y número). Escritura libre que transcribe el juego libre de la (mi) mente discurriendo por sus propias conexiones, con algún motivo de reflexión, pero sin buscar una coherencia temática. Asociaciones libres que dan lugar a un discurso poiético no sometido a ritmos o a estructuras. Escasamente ordenado por el tamaño de la hoja del cuaderno en el que manuscribo. Claro que es una mente filosófica, a punto de dormir. Cercana al sueño, abandonando la vigilia del día. Terreno de verdades, de imaginación, de arte fantástico, sugerente, metafórico.
Escritos entre 2009 y 2010, estos pequeños ensayos de carácter filosóftico, es decir blando, suave, masticable.
En vez de un índice, mejor mostrar los títulos de estos juegos de palabras, ideas que se deslizan en una deriva de significados:
UTOPISTAS, AUTOPISTAS (de los Utopistas del Renacimiento a los felices Hippis haciendo dedo). JAZZISTA, TAXISTA (divagación en tempo de jazz). SER BUENO, ESTAR BUENO (cualidades esenciales o pasajeras). TRANSIGIR, TRANSFIGURACIÓN (la ciudad cambia, quedan los recuerdos). LA IMAGINACIÓN AL PLACER (vida como sueño, película, ficción). BONUX, BONA, BONUM (jugando con ‘bondad’ y ‘bonita’). PARECIDOS RAZONABLES, ‘FALSOS AMIGOS’ (émulos y mulos, Platón e Isidoro). MADUREZ, MADUIXA, MATURE. EL CREDO y el huevo duro. EL INCONSCIENTE. CODILLO Y ESCUDELLA. PABELLÓN DE ALIENADOS. GUIÑO Y CAER DEL GUINDO. EL TIEMPO ES UN EFECTO. TODO TERMINA SIENDO METAFÍSICO. LO NO REAL(IZADO). VOLVER AL SIGLO XX. EL ORIGEN DE LAS ESPECIAS. EL SER Y EL ENANO. HISTORIA. DEL ALMA. TIC. CHOC O LATE. AUSENCIA Y PRESENCIA. TEORÍA DEL CONOCIMIENTO. HUMUS. MAONESA. PERSPECTIVA AÉREA. ÚLTIMAS LECCIONES. PRECUELA 2008: BIBLOS. EL TUBO. TERAPIA FILOSÓFICA. DESERCION Y POSTRE. TRASCENDENCIA, CARENCIA, QUERENCIA.


                                                    Carlos Lorenzo LESARD