domingo, 13 de junio de 2010

"Ruina", de Federico García Lorca

"Torso en azul", de Vilma Penroz



                     RUINA

                      A Regino Sainz de la Maza

Sin encontrarse,
viajero por su propio torso blanco,
¡así iba el aire!

Pronto se vio que la luna
era una calavera de caballo
y el aire una manzana oscura.

Detrás de la ventana
con látigos y luces se sentía
la lucha de la arena con el agua.

Yo vi llegar las hierbas
y les eché un cordero que balaba
bajo sus dientecillos y lancetas.

Volaba dentro de una gota
la cáscara de pluma y celuloide
de la primer paloma.

Las nubes en manada
se quedaron dormidas contemplando
el duelo de las rocas con el alba.

Vienen las hierbas, hijo.
Ya suenan sus espadas de saliva
por el cielo vacío.

Mi mano, amor. ¡Las hierbas!
Por los cristales rotos de la casa
la sangre desató sus cabelleras.

Tú solo y yo quedamos.
Prepara tu esqueleto para el aire.
Yo solo y tú quedamos.

Prepara tu esqueleto.
Hay que buscar de prisa, amor, de prisa,
nuestro perfil sin sueño.


 De Poeta en Nueva York, 1940


[Selección de Juan Briz, 1º Bachillerato E]



Federico García Lorca (Fuente Vaqueros, Granada, 1898-Víznar, Granada, 1936). Fue un artista polifacético (poeta, dramaturgo, músico y dibujante). Es una de las figuras más representativas de la generación del 27, en cuya obra poética conjuga sabiamente tradición y modernidad al servicio de unos temas constantes: la muerte, el destino trágico, el deseo frustrado, la violencia y la marginación. Su producción lírica se divide en dos etapas. A la primera (1920-1928) pertenecen cuatro obras (Suites, Libro del cante jondo, Canciones y Romancero gitano), en las que los versos cortos sirven de soporte a la gravedad de los temas y a la intensidad dramática. La segunda etapa (1929-1936) se inicia con Poeta en Nueva York (obra de denuncia de la sociedad capitalista, en la que adoptó el surrealismo como técnica literaria y sustituyó el metro tradicional por el verso libre), a la que siguen el Llanto por Ignacio Sánchez Mejías (extraordinaria elegía en la que combina la tradición popular y la culta), Diván del Tamarit (donde utiliza los moldes de la poesía árabe clásica), Seis poemas galegos (escritos en lengua gallega) y Sonetos del amor oscuro (utiliza la forma clásica del soneto para expresar su experiencia amorosa). Su asesinato en la campiña granadina, poco después del comienzo de la guerra, truncó su brillante trayectoria como escritor y lo convirtió en símbolo de la Guerra Civil española.

"Ruina" es el cuarto poema de la sección sexta de Poeta en Nueva York, titulada "Introducción a la muerte. Poemas de la soledad de Vermont". Poeta en Nueva York fue compuesto entre 1929 y 1930, durante la estancia del poeta en la Universidad de Columbia (Nueva York) y su posterior viaje a Cuba, una época en que Lorca, tras un fracaso sentimental,  atravesaba una profunda depresión. El libro fue publicado en 1940, cuatro años después de la muerte del poeta. Dos  primeras ediciones simultáneas aparecieron en México y en Estados Unidos. 

En opinión de Richard L. Predmore*, el poema presenta el amor y la muerte como fuerzas urgentes en conflicto: "El poeta y su amor deben  buscar de prisa su perfil sin sueño (realizarse), porque la muerte no espera y no hay porvenir". Como observa Liborio López García, la presencia de la muerte está expresada "a través de una gradación conseguida por medio de la evocación de unos espacios, el empleo de un determinado léxico y una concreta ordenación de los versos", una muerte que no aparece como tal, sino que se va concretando en determinadas imágenes  a lo largo de todo el poema. 

Puedes leer el análisis de Liborio López García: AQUÍ.
*En Los poemas neoyorquinos de Federico García Lorca, Taurus, 1985.

Del mismo autor puedes leer en este blog:
-"La leyenda del tiempo": AQUÍ.
-"Gacela primera del amor imprevisto": AQUÍ.

4 comentarios:

  1. Aunque cualquier Lorca está más que justificado, aplaudiría si añadieran el "pequeño vals vienés" y la emocionante versión de Leonard Cohen...

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  2. Muchas gracias por su comentario. Un saludo.

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  3. Pues yo aplaudiría a quien me tradujera esto...¡Qué lejos queda de El Café de Chinitas!
    Lo que de verdad me ha impresionado es que también dominara el Gallego.
    Carlos San Miguel

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  4. podrian hacer un resumen?

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