domingo, 25 de enero de 2015

"Fuera de sitio", de Antonio Lucas



       FUERA DE SITIO


Imagina que el tiempo sólo es lo que amas:
unas pocas palabras, unos seres exactos,
unas horas muy lisas, una playa (quizá)
donde el daño no acecha.

Imagina la vida como no lo es ahora,
no quiero decir como algo perfecto,
sino un resplandor, cierto abril de muy lejos,
un tributo al azar sin otro destino
que el confín fugitivo de un eco sin rostro.
Y después cualquier cosa.

Con qué precisión va la edad hilvanando el espino.
Y qué extraña la urgencia de ir en pie hasta la ola,
celebrar lentamente que aniquile mi huella,
mi escritura de hombre, mi certeza de surco,
ser la alta misión de lo que nunca concluye
como no cierra el mar su recado en la orilla.

Pero no es estar quieto la razón ni la meta,
sino un querer más pequeño, una conquista más clara:
ver la vida llegar de su noche a tu noche
en un cuerpo ajeno,
pronunciar su silencio,
abrazar su alambrada,
desear su vacío,
delirar sin camino, sin mapa, sin fuego,
hasta el tiempo sin tiempo
del país que no haremos.

         De Los desengaños, Visor, 2014, páginas 81-82


Antonio Lucas./Foto: Begoña Rivas

Antonio Lucas (Madrid, 1975) es un poeta y periodista español. Licenciado en Periodismo, desde 1996 trabaja en el diario El Mundo, donde es redactor de cultura y columnista. El interés por la poesía nace en él muy temprano pues desde muy joven conoció a poetas amigos de su familia, y  su padre, gran aficionado a la poesía,  les leía poemas de Alberti, Miguel Hernández o Antonio Machado.

Amante de la poesía de Rimbaud*, Paul Éluard y Claudio Rodríguez**, sus poemas han sido recogidos en diversas antologías y ha publicado los siguientes poemarios: Antes del mundo (Accésit del Premio Adonáis 1995), Lucernario (Premio El Ojo Crítico 2000), La máscara (2004), Los mundos contrarios (2009, Premio Internacional Ciudad de Melilla) y Los desengaños (Premio Loewe 2013). 

De Los desengaños ha dicho el autor que "está lleno de lo que vivía yo por un lado y de lo que vivimos en la sociedad española por otro; por una parte aparece una ruptura sentimental -la separación de una mujer tras muchísimos años juntos- y por otra una percepción del presente que atravesamos y de la situación de incertidumbre que hay en el ámbito de lo social. Estas dos cosas conforman un estado de ánimo que no es de tristeza, sino de superación. El libro está escrito con un gran entusiasmo a pesar de que viene de dos arañazos: el arañazo del ciudadano que no comprende bien lo que sucede a su alrededor y no le gusta, y el arañazo de la persona que pierde a alguien que ha sido fundamental en su vida durante tantos años".

Otro poema del autor en este blog:

* Entrada relacionada:

**Entrada relacionada:

1 comentario:

  1. Qué raro se me hace comprobar que un quinto mío es poeta...y mira que ya hemos visto por aquí otros más jóvenes...Pero compararlo con lo que yo conozco de mi generación, con mis compañeros de la escuela, conmigo mismo, que teníamos otros intereses más pedrestres como jugar en la calle todo el día hasta que nuestras madres nos llamaban gritando por la ventana, ver en la tele V o el Equipo A, el delirio de las maquinitas electrónicas manuales que empezó al final de los Ochenta y nos ha llevado hasta esta dependencia tecnológica de ahora; los tebeos de Bruguera y Ediciones B y también los de Lucky Luke y Astérix, el Al Cid House que empezaba entonces como precedente del Techno y la Ruta del Bacalao...todas esas cosas que no nos hacían pensar en otra relación con la Poesía que no fuera estudiarla en los libros de texto (aunque algunas las aprendiéramos, pero en esa época por obligación, ya que estudiarlas por placer vino un poco más tarde: en la adolescencia del Insti)
    Qué me gusta eso del recado del mar que son las olas...
    Carlos San Miguel

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