domingo, 5 de marzo de 2023

"Hay una fila de mujeres detrás de mí" y "Todas las perras que en el mundo han sido", de Ana Pérez Cañamares

©Beth Moon


HAY una fila de mujeres detrás de mí
y miro la nuca de la mujer que me sucede.

No estamos haciendo la cola del pan.
No vamos a coger un tren hacia alguna parte.

No estamos calladas aunque no hablemos.
No olvidamos aunque miremos al frente.

No somos un desfile ni una procesión.
No asentimos, no negamos, no lloramos.

No ahora cuando tenemos una edad
para ser nuestras madres por fin.

Ahora estamos celebrando que hay
una mujer delante y otra detrás.

(De El espejo discreto,  Pre-Textos, 2018)

Foto: Olmo Calvo


TODAS las perras que en el mundo han sido
venimos esta noche a tu ventana.
Sin collares, con pulgas, cicatrices, 
barro en las patas, sangre en pezuñas
de cada sombra una perra emerge.

Nos quitaron camadas, nos pusieron cadenas.
Nos dejaron sin linaje ni genealogía.
Para poblar sus fincas les parimos esclavos.
Pensaron que abandono sería igual a muerte
pero de las cunetas aprendimos memoria.

Sé fiel a los ladridos: alimenta a tu loba.
Obedece la brújula en tu hocico.
Apunta las orejas siempre al cielo.
No disputes la caza con tu hermana.
No des a luz cómplices: enséñales colmillos.

Y así hallarás en ti lo que tienes de manada.

(De La senda del cimarrón, Ya lo dijo 
Casimiro Parker, 2020)


Ana Pérez Cañamares obtuvo en 2016 el XVI Premio Vicente Núñez-Diputación de Córdoba con El espejo discreto, por "su concepción moderna, la fortaleza, el sonido de la poesía con temas actuales y de reivindicación, con voz íntima y nada narcisista". En el prólogo a Fricción (Antología 2007-2021), Alberto García-Teresa destaca el papel fundamental del feminismo en la obra de Pérez Cañamares, y en concreto, en El espejo discreto, donde la autora recoge y pone en práctica las demandas feministas "encarnándolas en su cotidianeidad". García-Teresa añade unas palabras que bien se pueden aplicar al poema elegido:

 "La propia autora está atravesada por la inserción en un linaje de mujeres combativas. No son necesariamente militantes, sino mujeres que han resistido también en su cotidianidad (porque, como nos enseñaron las feministas de los sesenta, lo personal es político). Creo necesario incidir en ello porque, antes que denuncia, Cañamares opta por un planteamiento positivo: registra el territorio afectado pero celebra las herramientas que van a posibilitar cambiar el presente".

Cuando escribe La senda del cimarrón, la autora ha abandonado la gran ciudad para irse a vivir a una pequeña localidad de la sierra; en otras palabras, ha seguido la senda de los "cimarrones", término que alude tanto al animal domesticado que huye y regresa a la naturaleza como a los esclavos huidos. Esa dicotomía entre lo doméstico y lo salvaje domina en la primera parte del libro, de ahí que abunden los poemas sobre la contemplación serena de la naturaleza y sobre la relación con otros animales. En la segunda parte, más conectada con la otra acepción del término, el foco se desplaza al conflicto sociopolítico y se centra en la resistencia de los oprimidos, como explica Alberto García-Teresa*: "Cañamares apela a la sororidad, a construir una identidad desde la resistencia, fuera de las lógicas de la dominación, en la que, de nuevo, sea la vida (su reproducción, su cuidado, su disfrute) el centro". En la tercera parte ahonda en su genealogía, donde encuentra las raíces de su posición ante el mundo, y  en cómo la fibromialgia que padece afecta a su relación con el entorno.

*En: https://www.culturamas.es/2021/01/04/la-senda-del-cimarron-de-ana-perez-canamares/

Puedes leer otros poemas de Ana Pérez Cañamares: AQUÍ.

2 comentarios:

  1. Me gusta como traslada su energía y rabia...¡y sin nombrar al "enemigo"
    O sea que no hay un error en lo de "la nuca de quién me sucede" en lugar de antecede... Qué inteligente recurso para plasmar la unidad del movimiento feminista entre antecesoras y sucesoras.
    Jo, y la primera es imagen es genial, tan fantasmagórica y, sobre todo, qué bien traída.
    Carlos San Miguel

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  2. Muchas gracias, Carlos. Qué bien lo has explicado.

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