Fue la primera mujer en recibir la Orden González Lanuza en 1944 por sus aportaciones al campo del derecho. Fue invitada a impartir conferencias en la Universidad de Columbia. Fue elegida miembro de Honor del Instituto de Cultura Hispánica en 1950, miembro numerario de la Academia Cubana de la Lengua en 1959 y miembro correspondiente de Real Academia Española de la Lengua en 1968. Recibió, entre otras distinciones, la Medalla Alejo Carpentier en 1982, el Premio Cervantes en 1992, el Premio Ferderico García Lorca en 1993, la Orden Isabel La Católica en 1993 y la Orden Gabriela Mistral de la embajada de Chile en 1996.
Publicó sus primeros versos en 1919 en el periódico cubano La Nación. Su poesía, enmarcada en la corriente posmodernista, se caracteriza por su carácter introspectivo, mediante el cual intenta dar voz al sujeto femenino, y por la creación de un mundo simbólico cargado de sugerencias. Desde el punto de vista formal, destaca por la sencillez y naturalidad, así como por la musicalidad de sus versos. Publicó los siguientes libros de poesía: Canto a la mujer estéril (1938), Versos (1920-1938) (1938), Juegos de agua. Versos del agua y del amor (1947), Poemas sin nombre (1953), Obra lírica (1955), Últimos días de una casa (1958), Bestiarium (1991), Poemas náufragos (1991), La novia de Lázaro (1991), Finas redes (1993), Fe de vida (1994), Melancolía en otoño (1997), La voz del silencio (2000) y El áspero sendero (2001). Ha publicado, además, novela, libros de viaje, epistolarios y ensayo.