domingo, 21 de noviembre de 2021

"La caída", de Fernando Valverde



Pelícano pescando. (pinterest.es)


LA CAÍDA

A mi madre

¿Recuerdas cómo mueren los pelícanos?
Bajo el sol de la tarde
que golpea las costas del Pacífico
el agua los engulle como al plomo.

Nada puede salvarlos.

Hay tanta dignidad en el vacío,
tanto amor en sus vuelos,
que en el último instante escogen el silencio.
Sólo queda
el golpe de sus cuerpos contra el agua
como un rumor de viento imperceptible.

Desde esta habitación no puede verse el mar,
no existen altas rocas y no queda horizonte
que no hayan destruido.

No importa,
intuyes un rumor en esta noche negra,
puedes tocar su brazo.

Recordarás entonces, al percibir el frío,
que en otoño ese mar que tanto amas
se vuelve gris y deja
los nombres del pasado escritos en la arena.

Te has sentado a mirarlos.

Frente a ti,
torciendo el horizonte,
un niño se sumerge entre las olas.
El levante, tan cálido y perfecto,
lo traiciona y lo empuja.

Has venido a salvarme.

Tus brazos,
tan frágiles ahora,
cubren el cuerpo de mis nueve años
hasta tocar la orilla.

Es cierto,
desde esta habitación no puede verse el mar
pero tiemblan mis manos igual que aquella tarde.
Ahora cojo las tuyas,
siente cómo te amo,
cómo salvas mi miedo con tus gestos,
cómo tienes la vida sujeta entre los dedos.

Deja a un lado la carne,
has golpeado tanto tu rostro contra el agua
que la luz se ha quebrado.

No hay estrellas debajo del océano.

Abre los ojos,
es tan ciega la muerte que el temor te confunde.
Abre los ojos,
búscame ahora en medio de este océano,
voy a agarrarte fuerte con mis brazos,
siente cómo te aprieto,
busquemos nuestra orilla,
el mar no ha dibujado nuestros nombres,
es hoy, no somos el pasado,
es salado el sudor,
es la espuma del mar contra las rocas
este miedo en tus labios.

Nos espera la vida.

De Los ojos del pelícano, 2010


Con Los ojos del pelícano (2010) Fernando Valverde obtuvo en 2009 el Premio Emilio Alarcos del Principado de Asturias. El origen del libro se encuentra en parte, según ha explicado el autor, en uno de sus viajes a Nicaragua. En San Juan del Sur, un pueblo costero del océano Pacífico, observó que los pelícanos planean hasta avistar su presa y de repente se dejan caer en picado. El golpe contra el agua es brutal, pero siempre salen con un pez en el pico. Al poeta  le asombró la perfección de la caza hasta que  un pescador le reveló que el vuelo en picado que le había llamado la atención tenía un alto precio: la ceguera de las aves, de tanto golpearse contra el agua, razón de que muchos pelícanos mueran ciegos, perdidos en el horizonte. "De eso va este libro", escribe Darío Jaramillo Agudelo, "del destino de los pelícanos y de cómo los sueños de la gente normal se estrellan una y otra vez contra la realidad". O, en palabras de Jorge Bocanera, "El hecho funciona como metáfora de una poesía que se debate entre los sueños rotos y el anhelo, los claroscuros del diario vivir que no le borran a Valverde la esperanza", como en el poema elegido, con el que se abre el libro.

1 comentario:

  1. Se aprende en este blog como con los docus de TVE2 jajaja
    En serio: es precioso este poema de amor a una madre, o a un padre, da igual... realmente emotivo.
    Carlos San Miguel

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