jueves, 5 de agosto de 2021

"La inmolación", un cuento de Quim Monzó

La torre de Pisa junto a la catedral de Santa María Asunta (AP) (La Vanguardia)
 

LA INMOLACIÓN


Marido y mujer contemplan la silueta de la torre. La mujer se siente especialmente tierna y abraza al marido.

—Tenía muchas ganas de hacer este viaje.

Se besan. El marido acaricia el pelo de la mujer. Vuelven a mirar la torre.

—¿A qué hora tenemos que estar en Florencia? —dice la mujer.

—Por la noche. ¿Tienes hambre ahora? ¿Cogemos el coche y vamos a comer a algún sitio cerca de aquí?

—Sí. Pero primero subamos a la torre.

—¿A la torre? Ni hablar.

—¿Cómo que no? A ver si hemos venido a Pisa y nos vamos a ir sin subir a la torre.

—Pues claro que no. Lo que es yo, no subo.

—¿Por qué no?

—Porque no es segura. No me haría ninguna gracia que se cayera justo cuando subimos nosotros a hacer la visita turística.

—¿Cómo se va a caer? Hace siglos que se aguanta así. ¿No pensarás que se va a derrumbar precisamente cuando subimos nosotros?

—Hace siglos que está inclinada. Pero no es verdad que haga siglos que está tan inclinada. Lo está cada vez más. Y algún día se va a derrumbar. Todo el mundo dirá: "Ya ves, ha sido hoy, ¿quién iba a decirlo?" Pero yo no quiero estar dentro el día que pase.

—¿No ves que la han tenido cerrada durante años hasta que se han asegurado de que no pasaba nada, hasta que un comité de geólogos, arquitectos y no se qué más han decidido que no había peligro?

—Precisamente, que la hayan tenido cerrada tantos años quiere decir que es peligrosa. Cuando se caiga dejará de haber peligro. Ya no podrá subir nadie. El problema es mientras no se cae. Además, lo único que han hecho es fajarla con unos anillos de acero, anclarla a una plataforma de cemento y ponerle un contrapeso de plomo. Y el hecho de que sólo pueda subir un número determinado y reducido de personas por turno confirma que no lo han solucionado.

—No. Lo que confirma es que han tomado las medidas de seguridad necesarias. Ahora ya no puede pasar nada.

—Al contrario. Ahora pueden pasar más cosas que antes. Antes, con el correr del tiempo, la torre se había ido estabilizando. Ahora, con tanto anillo de acero y tanto parche, lo único que han conseguido es quitarle incluso su relativa estabilidad. Ahora es cuando más se puede caer. En el momento menos pensado.

—Me dejas de piedra. ¿De verdad no quieres subir? ¿Hemos venido a Pisa y no vas a subir a la torre conmigo?

—Es un riesgo innecesario.

—Todo es un riesgo innecesario. Subir a un avión. Ir en coche. Fumar. Incluso quedarte en casa. Puede ser que la vecina de abajo no haya apagado bien el gas, que alguien encienda una cerilla y estalle todo el edificio.

—Eres una pelma.

—Yo subo. Si quieres, me esperas aquí.

El viento sopla de manera pavorosa. El pañuelo que la mujer lleva al cuello se le pega a la cara. Lo aparta con una mano; mira al marido con rictus ofendido. El marido comprende que negarse sería abrir la primera grieta en el muro que los une, un muro que han ido construyendo a fuerza de años. Porque haría cualquier cosa por que el muro no se agrietase, acepta.

—Venga, vamos —dice.

La mujer sonríe, lo abraza por la cintura, van hacia la torre, empiezan a subir y no tiene tiempo ni de darse cuenta de esa prueba de amor.

(Quim Monzó, El porqué de las cosas, Barcelona, Anagrama, 1994. Trad. Marcelo Cohen)


Quim Monzó. (enriquetafilms.com)
Joaquim Monzó Gómez, conocido como Quim Monzó, es un escritor español, autor de novelas y cuentos en catalán y de artículos de opinión en catalán y castellano. 

Hijo de andaluza y catalán, nació en Barcelona en 1952. Tras estudiar en la escuela Massana, se dedicó al diseño gráfico, pero a principios de los setenta empezó a publicar en periódicos de Barcelona y Madrid sus crónicas sobre el conflicto de Irlanda del Norte y sobre las guerras de Vietnam y Camboya. En 1976 apareció una  primera novela que refleja la experiencia viajera del autor, L'udol del griso al caire de les clavegueres, ganadora del premio de novela Prudenci Bertrana. Al año siguiente, Self-Service, su primer libro de relatos, escrito en colaboración con Biel Mesquida. 

Pronto destacará en el terreno del cuento y la narrativa breve, que le proporcionarán el reconocimiento de la crítica y del público. Es un escritor que mezcla dos registros: uno realista y lírico; otro, fantástico y grotesco. Sus relatos parten de situaciones prototípicas que, debidamente manipuladas, consiguen crear un efecto ridículo. En 1978 publica Uf, va dir ell, y en 1980, Olivetti, Moulinex, Chaffoteaux y Maury, recopilación galardonada con el premio de la crítica Serra d'Or 1981, con el que será galardonado de nuevo en 1986 por L'illa de Maians (1985, La isla de Maians). Con El perquè de tot plegat  (1993, El porqué de las cosas) gana el premio Ciudad de Barcelona 1993 y el Serra d'Or 1994, premio que logrará también en 1997 por Guadalajara (1996). Con la colección Vuitanta-sis contes (1999, Ochenta y seis cuentos), en la que revisa y reúne los relatos de los cinco libros anteriores, obtiene el Premi Nacional y la Lletra d'Or del año 2000. En 2001 publica El millor dels mons (El mejor de los mundos), formado por tres relatos y una novela breve; Tres Nadals (2003, Tres Navidades), y la recopilación Mil cretins (2007, Mil cretinos), premio Maria Àngels Anglada. El director Ventura Pons ha llevado algunas de sus historias al cine con las películas El porqué de las cosas (1994) y Mil cretinos (2010).

Tras una larga estancia en Nueva York, becado para estudiar literatura contemporánea, publica su segunda novela Benzina (1983, Gasolina), sobre el sinsentido del arte posmoderno, y posteriormente, La magnitud de la tragèdia (1989, La magnitud de la tragedia), con la que gana el premio de novela El Tiempo. Sus artículos aparecidos en medios como Diario de Barcelona, Avui, El Periódico de Cataluña, El Mundo, El Correo Catalán, El País o La Vanguardia han sigo recogidos en recopilaciones como El dia del senyor (1984), ZZZZZZZZ (1987), La maleta turca (1990), Hotel Intercontinental (1991), No plantaré cap arbre (1994), Del tot indefens davant dels hostils imperis alienígenes (1998), Tot és mentida (2000), El tema del tema (2003) o Esplendor i glòria de la Internacional Papanates (2010).

Desde mediados de los 80 ha colaborado en Catalunya Ràdio, TV3 y RAC1. Con Cuca Canals escribió los diálogos de la película Jamón, jamón, de Bigas Luna, y en colaboración con Jérôme Savary, la obra de teatro El tango de Don Joan. Ha traducido a Truman Capote, J. D. Salinger, Ray Bradbury, Thomas Hardy, Hemingway, Roald Dahl, Mary Shelley, Javier Tomeo y Arthur Miller, entre otros. Su obra ha sido traducida a más de veinticinco idiomas. En 2007 recibió el encargo de escribir y leer el discurso inaugural de la Feria del Libro de Frankfurt, en que la cultura catalana fue la invitada. Monzó escribió un aplaudido texto en forma de cuento, muy alejado de los discursos tradicionales.

Quim Monzó tiene numerosos tics a consecuencia del síndrome Gilles de la Tourette que padece, además de un trastorno obsesivo-compulsivo.

1 comentario:

  1. Qué arriesgado es amar, ¡exige cada sacrificio...jajaja
    Carlos San Miguel

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