jueves, 18 de marzo de 2021

Día Mundial de la Poesía 2021




Psicoanálisis de la escritura


Aunque hable de sol y montañas,
aunque cante los pequeños espacios
o las grandes verdades,
todo el poema
habla de aquel
que sobre él escribe
Cuando las huellas de sí mismo
parecen excluirse de las palabras,
aun así, es a sí mismo que se describe
al escribirse en el texto
que es escisión de sí
Todo el poema
es un estado de pasión
cortejando el reflejo
del que lo creó
Todo el poema
habla de aquel
que sobre él escribe
y así se ama de manera desmedida,
en la medida del verso en que se contempla
y en vértigo
se ahoga.


(Ana Luísa Amaral)


Todos los años desde 2001, el  21 de marzo se celebra el Día Mundial de la Poesía, coincidiendo con el equinoccio de primavera, estación del año asociada tradicionalmente a la palabra poética. La celebración -proclamada por la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) en su 30.ª Conferencia, celebrada en París en 1999- es "una invitación a reflexionar sobre el poder del lenguaje y el florecimiento de las capacidades creadoras de cada persona". Se pretende con ello apoyar la diversidad lingüística a través de la expresión poética y dar oportunidad a las lenguas amenazadas de ser un vehículo de comunicación en sus respectivas comunidades.

Bajo diferentes denominaciones (Fiesta de la poesía, Poetry day, Le Printemps des Poètes...), se organizan en diferentes países múltiples actividades en las que participan poetas y lectores. El hacedor de sueños quiere sumarse una vez más a la celebración seleccionando para sus lectores un poema sobre la poesía -compuesto por la escritora portuguesa Ana Luísa Amaral y recogido en su antología What's in a Name, publicada en España en 2020- y difundiendo el Mensaje de la Directora General de la UNESCO.



Mensaje de la Sra. Audrey Azoulay,
Directora General de la UNESCO,
con motivo del Día Mundial de la Poesía

21 de marzo de 2021


Retomando el hilo de las palabras del novelista Franz Kafka, cuando escribió que "Un libro debe ser el hacha que hienda el mar congelado en nuestro interior", John Felstiner, profesor de la Universidad de Stanford, se pregunta en el título de su libro: ¿puede la poesía salvar la Tierra? (Can Poetry Save the Earth?).
"¿Por qué apelar a los placeres de la poesía cuando ha llegado el momento de responder con un órdago? La respuesta empieza por el individuo: es el individuo el que habla por los poemas y al que los poemas hablan. De nuestro interior, uno a uno, puede surgir la voluntad de actuar. Puesto que somos el receptor de la belleza y la fuerza de los poemas, tenemos la oportunidad de reconocer y aligerar la impronta que dejamos en un mundo donde solo la naturaleza tiene una importancia vital".
La orquestación de las palabras, el colorido de las imágenes y la contundencia de una buena métrica otorgan a la poesía un poder sin parangón: el poder de reunirnos, de unirnos en torno a las mismas emociones, de evadirnos incluso en el confinamiento; el valor de la poesía nunca ha sido más evidente que durante el año pasado.

La poesía tiene el poder de recordarnos la belleza que nos rodea y la resiliencia del espíritu humano.

Este año, al celebrar el 50º aniversario del Programa sobre el Hombre y la Biosfera, la UNESCO rinde homenaje a los poetas del pasado y del presente que defienden la biodiversidad y la conservación de la naturaleza. 

Aunque la protección de la biodiversidad es un tema que apenas ahora empieza a calar en la sociedad, los poetas llevan miles de años animándonos a apreciar la belleza del mundo natural. El amor, la muerte y la naturaleza son quizá los temas más frecuentados por la poesía. De Garcilaso de la Vega a William Wordsworth, de Alexander Pushkin a Sarojini Naidu, los poetas han reconocido y honrado desde siempre una profunda vinculación entre las emociones humanas y la riqueza del entorno.

Más recientemente, los poetas han empezado a utilizar su memoria cultural y sus preocupaciones ecológicas para dar testimonio del cambio climático. Con su obra,  estos "ecopoetas" sitúan el patrimonio natural y cultural en el centro del debate político y hacen de él una cuestión de supervivencia. El poeta mapuche contemporáneo Elicura Chihuailaf expresa con poderosa elocuencia este vínculo entre el saber indígena y la protección de los ecosistemas:

                               Aprendo entonces los nombres de las flores y de las plantas.
                               Los insectos cumplen su función.
                               Nada está de más en este mundo.
                               El universo es una dualidad:
                               lo bueno no existe sin lo malo.
                               La Tierra no pertenece a la gente.
                               Mapuche significa "gente de la Tierra".*

La poesía anida en lo más hondo de lo que somos, mujeres y hombres que conviven en el mundo de hoy, abrevándose en el legado de las generaciones pasadas y custodiando este mundo para nuestros hijos y nietos. Al celebrar hoy la poesía, celebramos nuestra capacidad de luchar unidos por la biodiversidad como "preocupación común de la humanidad" y parte integrante del proceso de desarrollo internacional.

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*De "La casa azul en que nací", Recado confidencial a los chilenos, Elicura Chihuailaf, 1999.

2 comentarios:

  1. Ya, pero luego hay que toparse con la Matemática que nos salva morirnos de hambre. Otra cosa es que no nos conformemos con alimentarnos suficiéntemente y pretendamos todas las comodidades imaginables y para ello precisemos más Matemáticas, más Economía, más análisis y cálculos de los que deshumanizan al ser su fin el dinero o el cómo vivir sin currar, a expensas de otros que es en lo que consiste la riqueza y el confort.
    Carlos San Miguel

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  2. Así es. Y es que la Poesía es la mirada subjetiva de quién escribe. Y el mundo es según lo ve él. Y será un mundo completamente distinto al de otro poeta.
    Lo raro es poder llegar a comunes acuerdos...
    Carlos San Miguel

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