jueves, 2 de julio de 2020

"Mariposas", un cuento de Samanta Schweblin



Mariposas

Ya vas a ver qué lindo vestido tiene hoy la mía, le dice Calderón a Gorriti, le queda tan bien con esos ojos almendrados, por el color, viste; y esos piecitos... Están junto al resto de los padres, esperan ansiosos la salida de sus hijos. Calderón habla, Gorriti mira las puertas todavía cerradas. Vas a ver, dice Calderón, quedate acá, hay que quedarse cerca porque ya salen. ¿Y el tuyo cómo va? El otro hace un gesto de dolor y se señala los dientes. No me digas, dice Calderón. ¿Y le hiciste el cuento de los ratones...? Ah, no, con la mía no se puede, es demasiado inteligente. Gorriti mira el reloj. En cualquier momento se abren las puertas y los chicos salen disparados, riendo a gritos en un tumulto de colores, a veces manchados de témpera, o de chocolate. Por alguna razón, el timbre se retrasa. Los padres esperan. Una mariposa se posa en el brazo de Calderón, que se apura a atraparla. La mariposa lucha por escapar, él une las alas y la sostiene de las puntas. Aprieta fuerte para que no se escape. Vas a ver cuando la vea, le dice a Gorriti sacudiéndola, le va a encantar. Pero aprieta tanto que empieza a sentir que las puntas se empastan. Desliza los dedos hacia abajo y comprueba que la ha marcado. La mariposa intenta soltarse, se sacude, y una de las alas se abre al medio como un papel. Calderón lo lamenta, cuando intenta inmovilizarla para ver bien los daños termina por quedarse con parte del ala pegada a uno de los dedos. Gorriti lo mira con asco y niega, le hace un gesto para que la tire. Calderón la suelta. La mariposa cae al piso. Se mueve con torpeza, intenta volar pero no puede. Al fin se queda quieta, sacude cada tanto una de sus alas, y ya no intenta nada más. Gorriti le dice que termine con eso de una vez y él, por el propio bien de la mariposa por supuesto, la pisa con firmeza. No alcanza a apartar el pie cuando advierte que algo extraño sucede. Mira hacia las puertas y, como si un viento repentino hubiese violado las cerraduras, estas se abren, y cientos de mariposas de todos los colores y tamaños se abalanzan sobre los padres que esperan. Piensa si irán a atacarlo, tal vez piensa que va a morir. Los otros padres no parecen asustarse; las mariposas solo revolotean entre ellos. Una última cruza rezagada y se une al resto. Calderón se queda mirando las puertas abiertas, y tras los vidrios del hall central, las salas silenciosas. Algunos padres todavía se amontonan frente a las puertas y gritan los nombres de sus hijos. Entonces las mariposas, todas ellas en pocos segundos, se alejan volando en distintas direcciones. Los padres intentan atraparlas. Calderón, en cambio, permanece inmóvil. No se anima a levantar el pie de la que ha matado, teme, quizá, reconocer en sus alas muertas los colores de la suya.

(Samanta Schweblin, Pájaros en la boca y otros cuentos, Literatura Random House, 2017)


Samanta Schweblin. Foto: Isabel Wagermann

Samanta Schweblin (Buenos Aires, 1978) es una escritora argentina que está considerada una de las mejores cuentistas argentinas de las últimas décadas. Estudió Imagen y Sonido en la Universidad de Buenos Aires y se especializó en guion cinematográfico. Ha vivido durante breves periodos de tiempo en México, Italia, Alemania y China. Desde 2012 reside en Berlín, donde imparte talleres de literatura. Cuentista por excelencia, sus relatos han obtenido numerosos premios internacionales. Su primer libro de cuentos, El núcleo del disturbio (2002), fue premiado por el Fondo Nacional de las Artes y en el Concurso Haroldo Conti. Pájaros en la boca (2009), traducido a varios idiomas y publicado en veintidós países,  fue galardonado con el Premio Casa de América y obtuvo la beca DAAD en Alemania. Su relato "Un hombre sin suerte" ganó el Premio Juan Rulfo 2012, y "La respiración cavernaria", incluido en el libro Siete casas vacías (2015), fue merecedor del Premio Narrativa Breve Ribera del Duero en 2015. Distancia de rescate, su primera novela y su obra más celebrada, obtuvo el Premio Tigre Juan, el Tournament of Books y el Shirley Jackson, además  fue nominada al Man Booker Prize 2017. Su segunda novela, Kentukis (2018) desvela el lado más inquietante de las nuevas tecnologías. Pájaros en la boca y otros cuentos es una antología que reúne veinte cuentos publicados anteriormente en sus libros y otro relato aparecido en la revista 'Granta'. 

Otro relato de la autora en este blog:

[Imagen inicial: Murales y vinilos]

2 comentarios:

  1. Este padre es un narcisista inofensivo pero, como profes, supongo que debéis de lidiar con padres peligrosos que no soportan la mínima reconvención, afeamiento de la conducta o exigencia a sus hijos...otra causa del suicidio colectivo hacia el que se encamina la sociedad española.
    Carlos San Miguel

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