lunes, 16 de mayo de 2016

Leer juntos Hoy: 'Ojos azules’ (The bluest eye), de Toni Morrison



Grupo de lectura I "Leer juntos Hoy" del IES “Goya”
Sesión del 18 de abril de 2016
Obra comentada: Ojos azules (The bluest eye), 1970 / 1993
Autora: Toni Morrison 

Toni Morrison, escritora afroamericana, escribió su primera novela, Ojos azules, en 1970, pero hasta la obtención del Premio Nobel de Literatura, en 1993, esta novela no alcanzó el éxito. En la reedición de 1993 la autora añade un epílogo (mejor leerlo como introducción explicativa) que da las claves y una cierta interpretación y justificación de la novela. Su título original en inglés, The bluest eye (“El ojo más azul”), tiene un sentido más intenso que el título en castellano.

La novela arranca en otoño de 1941, la única fecha concreta que conocemos. Pero, a pesar de seguir el libro un ritmo anual (las cuatro partes del libro se refieren a las cuatro estaciones del año sucesivas: otoño, invierno, primavera y verano), este tiempo, el tiempo de la novela no tiene nada que ver con el ritmo sucesivo de los acontecimientos, el tiempo real. Se trata, pues, de un primer elemento simbólico: un ciclo vital. Un día especial, el sábado, casi todos los hechos suceden en sábado.

A pesar de la narración fidedigna y pormenorizada, muy acorde con la tradición norteamericana, llena de datos y elementos de la realidad, no se trata de una obra realista sino más bien simbólica, algo que deja claro la autora en el epílogo.

¿De qué color es el racismo? ¿Estamos ante una novela de crítica social, de denuncia? Surge la duda. La novela está llena de reflexiones sociológicas y filosóficas. La duración de la experiencia que nos hace ser lo que somos, el concepto de belleza. Y una imponente descripción de las condiciones físicas, materiales y morales de la minoría negra en América.

Dos narradores principales: Claudia, una niña ingenua y simple, que narra retrospectivamente la historia, y un narrador omnisciente en tercera persona, que reflexiona y opina sobre los personajes. 

La protagonista, Pécola, está en el nivel más bajo de la sociedad: negra, pobre, niña, familia con traumas, no aceptada al nacer y fea. Este entorno determina/explica lo que le acontece: violada por su propio padre, perderá a su hijo y nunca podrá ver satisfecho su deseo, tener los ojos azules. Y en un contraste imposible, casi el único actor de amor que vive la niña es la propia violación de su padre (“el acto de amor no puede ser distinto del amante”). Este es el resumen de la historia.


Pero los temas que subyacen son dos:
El primero, un retrato sociológico, la vida de la minoría mayoritaria negra en los Estados Unidos. Aparentemente, la autora no analiza esta realidad. La describe con tal realismo que muestra un profundo y directo conocimiento de la misma. Las humillaciones, las carencias, la necesidad, la falta de cultura (son abandonados hasta en la escuela)… De alguna manera este ambiente sórdido explica el porqué de los hechos, aunque la autora nunca hace un juicio moral, sólo lo deja traslucir.

El segundo, los cánones de belleza dominantes. Claudia disfruta destruyendo todas las muñecas que recibe como regalo, todas representan a una niña blanca y bella, no hay otro modelo en el mercado. Pécola desea tener los ojos azules, tan imposible como que cambie su condición (negra, niña, pobre, fea…).

La primera página del libro reproduce unos simples párrafos, quizá de un libro de lectura infantil, que van perdiendo la puntuación, la estructura, hasta convertirse en un amasijo de letras. Estas frases de muy difícil lectura se convertirán en los títulos de los capítulos del libro. ¿Tiene esto algún significado? ¿Se trata de un guiño, junto con otros elementos del libro, a la nueva literatura, la literatura experimental?

Mi deformación histórica me ha traído a la memoria dos ideas ante la lectura de Ojos azules: la primera es la crítica social en la obra de Zola, la descripción sórdida de la clase obrera en la primera revolución industrial. Salvando las distancias, Europa, América, s. XIX, s. XX, estilos literarios muy diferentes… Toni Morrison pone ante nuestros ojos (azules o marrones, pero sobre una piel blanca) una realidad social que obliga a una lectura crítica. La segunda idea es sobre el canon estético occidental. El movimiento Black Power trató de defender en los años 60 algo más que los derechos civiles de los negros, cambiar los estereotipos y potenciar la belleza de la negritud (por estas fechas surge la novela). En otro sentido pero en la misma dirección, Fátima Mernissi también hace una crítica en su novela El haren en occidente de los valores estéticos de la llamada cultura occidental.

Una antigua profesora del Instituto Goya reflexionaba hace años sabiamente: “No entiendo cómo Dios nos hizo blancos y negros y no a todos iguales, con lo fácil que hubiera sido. En esto se equivocó”. Mª Ángeles Beriaín, Catedrática de Francés, IES Goya Zaragoza.


(De las notas tomadas en la sesión de debate por Pilar Cancer Pomar y Concha Gaudó Gaudó).

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