domingo, 7 de junio de 2015

"El regreso del mundo", de Francisco Brines



                    EL REGRESO DEL MUNDO


   Abrir los ojos, después de que la noche
recluyera los astros en su amplia cueva rasa,
y ver, tras del cristal,
ya visibles los pájaros
en el fanal aún pálido del sol,
moviéndose en las ramas.
Y cantos que hacen mía la bóveda del aire.
Y sentir que aún me late en el pecho
el corazón del niño aquel,
y amar, en la mañana, la vida que pasó,
y esta maga sorpresa
de amar aún el mundo en la mañana.
Y en el nombre del mar, que está lejano
y azul, siempre tendido
desde el remoto amanecer del mundo,
persignarme la frente, luego el pecho,
los delicados hombros que ahora rozo,
y besar, con los labios del niño rescatado,
este mundo tan viejo,
que hoy no alcanzo a saber
por qué, si el amor no se ha muerto,
me quiere abandonar.

       De La última costa, Tusquets, 1995, pp. 11-12

Galardonada con el Premio Fastenrath de la Real Academia Española, La última costa es una obra melancólica en que el poeta recuerda su infancia, desde una orilla apartada, ante la inminencia de un último viaje. "En el recuerdo se encienden destellos de una fugaz felicidad pasada, del paraíso de la infancia y de la plenitud del ser en una existencia remota, cenizas, casi siempre, de una pasión ya extinguida. Cual dolorosa filigrana, envuelve sus versos la presencia implacable de la muerte, el sentimiento de una despedida que, pese a todo, quiere ser gozosa y serena , porque gozoso y sereno se nos aparece aquello que está en trance de perderse."*


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Francisco Brines recita "La última costa", poema que cierra el libro, en el Poefesta 2013, Festival de Poesia d'Oliva:

* La información y la fotografía de Brines proceden de la página web de la editorial.

1 comentario:

  1. Me ha recordado el alegre despertar en las mañanas de sábado, o en las vacaciones de Navidad o de verano, siendo niño. Esas mañanas luminosas llenas de luz alegre y el optimismo conque se afrontaba un día que no podía ser otra cosa que divertido y emocionante después de hacer los deberes durante un rato e ir a comprar la leche y el pan...ahora, en cambio, despertarse es preocuparse y tener una desgracia. Por eso, leer este blog a esta hora es terapéutico.
    Carlos San Miguel

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