domingo, 5 de octubre de 2014

"Arde el mar", de Pere Gimferrer




                              ARDE EL MAR

Oh ser un capitán de quince años*
viejo lobo marino las velas desplegadas
las sirenas de los puertos y el hollín y el silencio en las barcazas
las pipas humeantes de los armadores pintados al óleo
las huelgas de los cargadores las grúas paradas ante el 
                                                                         [cielo de zinc
los tiroteos nocturnos en la dársena fogonazos un cuerpo
                                                                         [en las aguas 

    con sordo estampido

el humo en los cafetines
Dick Tracy** los cristales empañados la música zíngara
los relatos de pulpos serpientes y ballenas
de oro enterrado y de filibusteros
un mascarón de proa el viejo dios Neptuno
una dama en las Antillas ríe y agita el abanico de nácar
                                                                                [bajo los
    cocoteros.

                                  
                                           Pere Gimferrer, de Arde el mar, 1966

*Un capitán de quince años, referencia a la novela homónima de Julio Verne.
**Dic Tracy, personaje de cómic creado por Cherter Gould en 1931.


Pere Gimferrer (Barcelona, 1945) es poeta, narrador, ensayista y traductor  español que escribe tanto en catalán como en castellano. Es miembro de la Real Academia Española, académico fundador y miembro permanente de  la Academia Europea de Poesía, y director literario de la editorial Seix Barral.
   Incluido por José María Castellet en su  famosa antología Nueve novísimos poetas españoles (1970), es considerado la figura más destacada de la promoción de los 70 (conocida también como "promoción del 68" o "novísimos"), esencial en la renovación de la poesía española en el último cuarto del siglo XX. El grupo se caracteriza por el rechazo de la poesía social y del intimismo becqueriano, y su apuesta por el esteticismo (ambientes lujosos, exóticos o decadentes, como Venecia, en la línea del Modernismo), el uso frecuente de la intertextualidad (citas y referencias culturales) junto a la presencia de mitos populares creados por los medios de comunicación  (el cine, el deporte, los cómics, la canción...), el neobarroquismo y el empleo abundante de procedimientos experimentales. 
     Gimferrer inicia su producción poética en castellano con El mensaje del tetrarca (1963), Arde el mar (1966, Premio Nacional de Poesía), La muerte en Beverly Hills (1968) y Extraña fruta y otros poemas (1969).  En la década de los setenta recupera la lengua catalana, que alterna con el castellano, para crear obras como Els miralls (1970), Hora foscant (1972), Foc cec (1973), L'espai desert (1977), Aparicions (1981), El vendaval (1988, Premio Nacional de Poesía), La llum (1991), Mascarada (1996), El diamant dins l'aigua (2001) o Alma Venus (2012).  En 1988 recibió el Premio Nacional de Literatura por el conjunto de su obra, y en 2000 el Premio Internacional Reina Sofía de Poesía Iberoamericana.
      De sus obras en prosa destacan los dos volúmenes de su Dietari (1981 y 1982), su novela Fortuny (1983) y sus estudios críticos sobre J. V. Molina Foix (1974) y Octavio Paz (1980).



4 comentarios:

  1. No se entiende nada, pero está bien, pero si a la gente le gusta...

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    1. No se quien tr crees payaso que tu el flow de este hombre no lo tendrás jamás ni en tus sueños asique respeta a este tío que es mucha calle

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    2. Y tú respeta también. Puedes dar tu opinión sin insultar. ¿De acuerdo?

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  2. Y las mafias sindicales de "La ley del silencio"; el arribamiento de la goleta Démeter con su tripulación de cadáveres, su capitán muerto atado al timón desangrado y el vampiro en Drácula; los almogávares bajo el mando de Roger de Flor en el Píreo con todos esos peces escamados con las barras de la Corona de Aragón; los amerindios acechando la llegada de esas tres grandes piraguas que empuja el viento y atestadas de dioses o demonios de color pálido; Noé y señora embarcando una pareja de cada bicho en su gran barco de tablas mientras la tormenta ruge en el horizonte... ¡cuántas sugerentes imágenes despierta el mar!
    Carlos San Miguel

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