domingo, 27 de octubre de 2013

"Confesión del fugitivo", de Juan Vicente Piqueras

Claude Monet, 'La gare Saint-Lazare' (1877)


Confesión del fugitivo

Sólo soy feliz yéndome.

No entre cuatro paredes, con sus sendas espadas,
sino entre aquí y allí, una casa y otra,
ajenas ambas preferiblemente.

No puedo ya, ni quiero, estarme quieto.
Ni ahora ni después. Ni aquí ni allí.
En todo caso, ahí, donde estás tú,
seas quien seas tú, ponme tu nombre
en los labios sedientos, insaciables.

Yo no soy yo ni puedo tener casa.
No digo ya porque nunca lo fui,
nunca la tuve, siempre fui extranjero
dentro y fuera de mí. Soy lo que no:
el mendigo que duerme bajo el puente
que une las dos orillas y yo cruzo
sin poder, día y noche, detenerme.

Escribo porque busco, porque espero.
Pero ya no sé qué, se me ha olvidado.
Espero que escribiendo
llegue a acordarme. Insisto en la intemperie.

Sinvivo entre paréntesis,
entre el espacio vivo y tiempo muerto
de la espera de qué, entre dos aquíes.

Nunca en sino entre. Sal de mí,
seas quien seas tú, déjame en paz 
o acaba ya conmigo y con la miel 
amarga de estar solo hablando solo.

He decidido que mi patria sea 
no decidir, no estar en ningún sitio
sino de paso, puentes, naves, trenes,
donde yo sea sólo el pasajero
que sé que soy, sintiendo
que me inquieta la paz,
que la quietud me asusta,
que la seguridad no me interesa,
y sólo soy feliz cuando me sé fugaz.

                   (De Adverbios de lugar, 2004)

El poeta, profesor y traductor Juan Vicente Piqueras nació en 1960 en una pequeña aldea de Requena (Valencia), de donde se marchó a los 16 años. Licenciado en Filología Hispánica, ha trabajado como locutor de radio, actor, guionista, traductor y profesor de español para extranjeros. Vive fuera de España desde la década de los 80. Estuvo en el Instituto Cervantes de Roma, más tarde en el de Atenas y actualmente, en Argel. Ha publicado, entre otras, las siguientes obras: La palabra cuando (premio José Hierro de poesía 1991), La latitud de los caballos (1999, premio Antonio Machado en Baeza), Adverbios de lugar (2004), Aldea (2006, premio Valencia de poesía, premio de la Crítica valenciana y premio del Festival Internacional de Medellín),  Palmeras (2007), La hora de irse (premio Jaén de poesía 2010) y Atenas (premio Loewe de poesía 2012).

Escucha el poema recitado por su autor:

1 comentario:

  1. ¡Muy bueno! Me ha gustado mucho. El caso es que yo también me he sentido así. No en el sentido geográfico sino en el de sentir la necesidad de hacer otra cosa; ahora, como ves, ya no, pero durante muchos años he estado muy ocupado, atendiendo varias obligaciones, y eso me hacía sentir siempre desazonado, con la permanente sensación de que debía estar atendiendo otra ocupación más perentoria; terminar lo que estaba haciendo rápidamente para poder ir a hacer lo otro. Y también me pasa con los entretenimientos ¿debería dejar de escribirte para salir a pasear? ¿Mejor sería dedicarme a repasar matemáticas? Como dice el poeta: "vivo no en, sino entre". Y, por cierto, los dos primeros versos, los de las paredes con sus espadas, ya resumen la genialidad del poema.
    Carlos San Miguel

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