domingo, 21 de julio de 2013

" Pan y vino" (Brot und Wein), de Hölderlin [fragmentos]

Templo de Atenea en Delfos


PAN Y VINO

[FRAGMENTOS]

4

¡Dichosa Grecia! Oh tú, morada de los celestiales,
¿es cierto, entonces, lo que oímos en la juventud?
¡Oh sala de festines, cuyo suelo es el mar, sus mesas las montañas, para tan simple uso levantadas desde antaño!
Pero, ¿dónde los tronos?, ¿dónde los templos y las copas?,
¿dónde, llena de néctar, la canción que hubo de ser delicia de los dioses?
¿Dónde, oh, dónde brillan ahora los oráculos que nos golpean 
desde la distancia?
Delfos duerme, y la gran voz del destino ¿dónde suena?
¿Dónde el destino urgente? ¿Dónde, lleno de omnipresente
gozo, de qué cielos claros
surgido, quiebra los ojos con su tonante resplandor?

7
Pero llegamos tarde, amigos. Ciertamente los dioses viven 
todavía,
pero allá arriba, sobre nuestras cabezas, en un mundo distinto.
Allí actúan sin tregua, y no parece ser que les inquiete
si vivimos o no, ¡tanto los celestiales cuidan de nosotros!
Pues no siempre una vasija frágil puede contenerles,
el hombre soporta la plenitud divina sólo un tiempo.
Después, soñar con ellos es toda nuestra vida. Pero ayuda
el error,
como el estar dormido, y las necesidades y la noche nos dan fuerza
hasta que un suficiente número de héroes, crecidos en sus cunas
de bronce, sean valerosos, como acostumbran ser los celestiales.
Vendrán entonces como truenos. Pienso, mientras tanto,
mejor dormir que estar sin compañeros,
esperar de tal modo y qué hacer entre tanto y qué decir,
yo no lo sé, y ¿para qué poetas en tiempos de miseria?
Pero, me dices, son como santos sacerdotes del dios de los viñedos
que de una tierra vagan a otra tierra en la noche sagrada.

                       ( Hölderlin, Pan y vino. Versión de Jenaro Talens)



BROT UND WEIN

4
Seliges Griechenland! du Haus der Himmlischen alle,
Also ist wahr, was einst wir in der Jugend gehört?
Festlicher Saal! der Boden ist Meer! und Tische die Berge,
Wahrlich zu einzigem Brauche vor alters gebaut!
Aber die Thronen, wo? die Tempel, und wo die Gefässe,
Wo mit Nektar gefüllt, Göttern zu Lust der Gesang?
Wo, wo leuchten sie denn, die fernhintreffenden Sprüche?
Delphi schlummert und wo tönet das grosse Geschick?
Wo ist das schnelle? wo bricht's, allgegenwärtigen Glücks voll,
Donnernd aus heiterer Luft über die Augen herein?

7

Aber Freund! wir kommen zu spät. Zwar leben die Götter,
Aber über dem Haupt droben in anderer Welt.
Endlos wirken sie da und scheinens wenig zu achten,
Ob wir leben, so sehr schonen die Himmlischen uns.
Denn nicht immer vermag ein schwaches Gefäß sie zu fassen,
Nur zu Zeiten erträgt göttliche Fülle der Mensch.
Traum von ihnen ist drauf das Leben. Aber das Irrsal
Hilft, wie Schlummer, und stark machet die Not und die Nacht,
Bis daß Helden genug in der ehernen Wiege gewachsen,
Herzen an Kraft, wie sonst, ähnlich den Himmlischen sind.
Donnernd kommen sie drauf. Indessen dünket mir öfters
Besser zu schlafen, wie so ohne Genossen zu sein,
So zu harren, und was zu tun indes und zu sagen,
Weiß ich nicht, und wozu Dichter in dürftiger Zeit.
Aber sie sind, sagst du, wie des Weingotts heilige Priester,
Welche von Lande zu Land zogen in heiliger Nacht.



Johann Christian Friedrich Hölderlin, poeta, novelista y dramaturgo, es  una de las más destacadas figuras del romanticismo alemán. Hijo del administrador de un humilde seminario luterano, nació en una aldea de
Suabia en 1770. Destinado a la carrera teológica, pasó por diversos seminarios antes de ingresar en el de Tubinga, donde permaneció  cinco años. Allí estudió la cultura clásica y trabó amistad con los futuros filósofos Schelling y Hegel,  con quienes compartirá entusiasmo ante la Revolución Francesa. También escribió sus primeros poemas, en la huella de Schiller, por quien sintió una profunda admiración. En 1793 abandona el seminario y se emplea como preceptor de familias adineradas, entre ellas  la del banquero Gontard, con cuya esposa, Susette, inspiradora de sus Poemas a Diótima,  mantuvo una relación amorosa. En 1798  abandona su trabajo, y durante un tiempo se dedica a actividades de tipo político, publica su novela Hiperión o el eremita de Grecia y traduce textos griegos. A partir de 1801 empiezan a manifestarse en él síntomas de locura que obligan a internarlo en una clínica de Tubinga en 1806. Al año siguiente es recogido por el ebanista Zimmer, admirador de su obra, en cuya casa  -una torre construida en el siglo XIII, reconstruida y con magníficas vistas al río Nektar- muere en 1843. Entre sus poemas destacan sus grandes elegías: Stuttgard, Pan y vino y El Archipiélago. Su poesía es expresión del malestar romántico, el anhelo de evasión de un mundo doloroso,  en el que el poeta se siente desterrado,  hacia un ideal paradisíaco reflejado en el mundo griego clásico. 

Pan y vino, la más extensa de las elegías de Hölderlin (160 versos), pertenece a su etapa de madurez, años 1800-1801, si bien se revisó posteriormente y  no se publicó hasta 1894. Consta de nueve estrofas, formadas por dísticos y agrupadas de tres en tres. Trata sobre la ausencia de lo divino en el mundo: los dioses se han ido porque no pueden habitar en un mundo dominado por el pensamiento calculador y la adoración por la ciencia. En ese mundo la vocación del poeta es transmitir al pueblo el mensaje de los dioses recibido en signos que solo él puede descifrar. El poeta es, pues, un extraño en una época en que el ser humano vive impoéticamente,  permitiendo así la fuga de los dioses.
    Toda la composición está impregnada por el contraste entre el día y la noche, que representa  la oposición entre el tiempo lleno de Dios y el tiempo sin Dios: la noche se convierte en el presente incumplido y el día hace referencia al tiempo cumplido y brillante de la antigüedad griega, pero también a un anhelado tiempo futuro de plenitud. La oposición entre el día y la noche conecta con los sentimientos de tristeza y alegría, claves también en el poema, de modo que se entrelazan el tono elegíaco y el himno (alegría por la presencia de lo divino). En el centro del poema está Dionisos, el dios del vino en la mitología griega (el título original era Der Weingott, "el dios del vino"). También es el dios de la noche, del entusiasmo dionisíaco, de la locura inspirada y de la alegría. El poema relaciona elementos de la religiosidad órfica con elementos del cristianismo. Así, los términos pan y vino del título simbolizan no sólo el pan y el vino de la liturgia cristiana sino también los dones de Deméter y Dionisos.

La Torre Hölderlin, donde vivió el poeta, en Tubinga,
en una imagen de 1955. ULLSTEIN BILD (GETTY)


-Puedes leer un poema "La ventana de  Hölderlin", de Belén Gache: AQUÍ.

1 comentario:

  1. Éste preparaba el camino a Lord Byron, pues...
    Carlos San Miguel

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