domingo, 24 de octubre de 2010

"Poemas de Bari", de Francisco Javier Martínez Cisneros


Poemas de Bari


(Son las siete. En el reloj, en la
lluvia y en la melancolía de octubre
también son las siete. Pero es men-
tira. Todas las cosas son mentira, y en
realidad, las manecillas del reloj,
las frías gotas del agua y las turbias
horas de la tristeza, en este mes de
octubre, quisieran ser aquel momento
en que nos despedimos.)


(Francisco Javier Martínez Cisneros, 1989)


[Selección: Javier Aguilar Bruno, 1º Bachillerato G]


Francisco Javier MARTÍNEZ CISNEROS (Calatayud, 1963) ganó el Premio Ciudad de Zaragoza de Poesía 1989. Ha publicado Concierto para un insomne, IFC, Zaragoza, 1993.

domingo, 17 de octubre de 2010

"Los mineros salieron de la mina", de César Vallejo

Pintura de Antonio Ruiz "El Corcito" (1895-1964)


LOS MINEROS SALIERON DE LA MINA

Los mineros salieron de la mina
remontando sus ruinas venideras,
fajaron su salud con estampidos
y, elaborando su función mental,
cerraron con sus voces
el socavón, en forma de síntoma profundo.
[…]
Craneados de labor,
y calzados de cuero de vizcacha
calzados de senderos infinitos,
y los ojos de físico llorar,
creadores de la profundidad,
saben, a cielo intermitente de escalera,
bajar mirando para arriba,
saben subir mirando para abajo.

¡Loor al antiguo juego de su naturaleza,
a sus insomnes órganos, a su saliva rústica!
¡Temple, filo y punta, a sus pestañas!
¡Crezcan la yerba, el liquen y la rana en sus ad-
verbios!
¡Felpa de hierro a sus nupciales sábanas!
¡Mujeres hasta abajo, sus mujeres!
¡Mucha felicidad para los suyos!
¡Son algo portentoso los mineros
remontando sus ruinas venideras,
elaborando su función mental
y abriendo con sus voces
el socavón, en forma de síntoma profundo!
¡Loor a su naturaleza amarillenta,
a su linterna mágica,
a sus cubos y rombos, a sus percances plásticos,
a sus ojazos de seis nervios ópticos
y a sus hijos que juegan en la iglesia
y a sus tácitos padres infantiles!
¡Salud, oh creadores de la profundidad!...(Es for-
midable.)

                       (César Vallejo, Poemas humanos)

César VALLEJO (Santiago de Chuco, Perú, 1892-París, 1938). Nació en una familia mestiza, con raíces españolas e indígenas. Era el menor de once hermanos.  Su padre, notario, era uno de los pocos que sabía escribir en Santiago. El sentimiento de marginación por su origen humilde y por su condición de mestizo en un país y una época en que la discriminación por causas raciales era habitual, contribuyó a convertirlo en un hombre atormentado que siente y escribe sobre el sufrimiento humano. Estudió Letras y Derecho en la Universidad de San Marcos de Lima y se dedicó a la enseñanza. Por error fue detenido en 1920 durante una revuelta popular. Acusado de robo e incendio, fue condenado  y pasó en la cárcel cuatro meses, durante los cuales escribió Trilce. Esta experiencia lo marcará de por vida.  

En 1923 marcha a París, donde sobrevive gracias a sus colaboraciones en publicaciones periódicas y se afilia al Partido Comunista. Allí conoció al poeta chileno Vicente Huidobro y al pintor Juan Gris. Con Juan Larrea publicó la revista  'Favorables París Poema'. En 1927 conoció a Georgette Philippart, con quien convivió desde 1929; contrajeron matrimonio en 1934. Viaja a España en distintas ocasiones y conoce a muchos de los poetas españoles de la época. También viaja varias veces a la Unión Soviética. Tras una estancia en España, el gobierno francés le prohibió la entrada al país. Volvió clandestinamente y murió en París el 15 de abril de 1938

Su primer poemario, Los heraldos negros (1918), muestra la influencia del Modernismo, pero con un aire más intimista y localista, además de una sombría visión del mundo. En el siguiente, Trilce (1922), rompe radicalmente con la poesía anterior, empleando un lenguaje nuevo que convierte esta obra en una de las cimas de la poesía vanguardista. Póstumamente se publicaron dos obras en las que Vallejo expresa su solidaridad con el ser humano concreto que sufre. Se trata de Poemas humanos (1939), considerada su obra maestra, y España, aparta de mí este cáliz (1940), uno de los mejores poemarios sobre la Guerra Civil española. Su influencia en la poesía española ha sido muy profunda.

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sábado, 16 de octubre de 2010

"Embrujo", de Nina Blazon


Nina Blazon, Embrujo, Ed. Montena, Barcelona, 2010, 384 pp.

   En este libro, la escritora se inventa a unos seres nuevos, los ecos, seres hechos de agua. La gente los teme porque dicen que, cuando duermes, se acercan a tu cama, te estrangulan, te despedazan y beben tu sangre. Pero estos seres no tienen comparación con Lady Mar, una mujer sangrienta que mata a quien le place, por obligación o por diversión.

   Lady Mar gobierna una ciudad, y en esa ciudad vive Jade que, junto a su padre, dirige el hotel Larimar, en el que hace unos días se hospedan dos nórdicos con fama de asesinos. Faun, uno de los nórdicos, se enamora de Jade y esta de él. Pero algo se interpone entre ellos haciendo que se distancien.

   Mientras tanto, se está fraguando una rebelión que dejará muchas cosas al descubierto. Porque en esta historia todos ocultan algo (también los ecos), y el descubrimiento de todos esos secretos, grandes o pequeños, producirá un final espectacular.

   Es una de las mejores novelas que he leído: junta la fantasía con la historia, hay un montón de sorpresas, unas pequeñas pero otras enormes. Si elegís este libro, no podréis parar de leer hasta terminarlo. Bueno, yo no pude parar.

                                                      María Clemente, 2º ESO A

lunes, 11 de octubre de 2010

"El amor", de Luis García Montero



                               EL AMOR

Las palabras son barcos
y se pierden así, de boca en boca,
como de niebla en niebla.
Llevan su mercancía por las conversaciones
sin encontrar un puerto,
la noche que les pese igual que un ancla.

Deben acostumbrarse a envejecer
y vivir con paciencia de madera
usada por las olas,
irse descomponiendo, dañarse lentamente,
hasta que a la bodega rutinaria
llegue el mar y las hunda.

Porque la vida entra en las palabras
como el mar en un barco,
cubre de tiempo el nombre de las cosas
y lleva a la raíz de un adjetivo
el cielo de una fecha,
el balcón de una casa,
la luz de una ciudad reflejada en un río.

Por eso, niebla a niebla,
cuando el amor invade las palabras,
golpea sus paredes, marca en ellas
los signos de una historia personal
y deja en el pasado de los vocabularios
sensaciones de frío y de calor,
noches que son la noche,
mares que son el mar,
solitarios paseos con extensión de frase
y trenes detenidos y canciones.

Si el amor, como todo, es cuestión de palabras,
acercarme a tu cuerpo fue crear un idioma.

                   (Luis García Montero, Completamente viernes)


Luis GARCÍA MONTERO (Granada, 1958) es poeta y Catedrático de Literatura Española en la Universidad de Granada. Ha publicado varios libros de ensayo y más de veinticinco poemarios, entre los que se encuentran Y ahora ya eres dueño del puente de Brooklyn, 1980; Tristia, 1982; El jardín extranjero, 1983; Rimado de ciudad, 1985, Diario cómplice, 1987; Las flores del frío, 1991; Habitaciones separadas, 1994; Casi cien poemas, 1997; Completamente viernes, 1998; Antología personal, 2001; Poesía urbana, 2002 ; La intimidad de la serpiente, 2003; Infancia, 2006; Vista cansada, 2008, y Canciones, 2009.
Su producción poética ha recibido importantes galardones, como el Premio Federico García Lorca, el Premio Loewe, el Premio Adonáis de poesía, el Premio Nacional de Poesía 1995, y el Premio Nacional de la Crítica 2003.

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lunes, 4 de octubre de 2010

Homenaje a Labordeta

Con ocasión de la triste noticia del fallecimiento de José Antonio Labordeta, la Biblioteca del IES Goya ha querido rendirle un sincero homenaje. Para ello se eligió como poesía de la semana su poema titulado "Joven paloma" y se realizaron una serie de carteles, en los que se resaltaba su polifacética personalidad. Es la sencilla ofrenda que le hemos querido hacer al profesor, poeta, cantautor, político y sobretodo abuelo entrañable, que supo ponerle voz a un Aragón tan a menudo olvidado.

Haz clic en las imágenes para ampliarlas.










domingo, 3 de octubre de 2010

"¡Qué alegría vivir...!", de Pedro Salinas



¡Qué alegría, vivir
sintiéndose vivido!
Rendirse
a la gran certidumbre, oscuramente,
de que otro ser, fuera de mí, muy lejos,
me está viviendo.
Que cuando los espejos, los espías
-azogues, almas cortas-, aseguran
que estoy aquí, yo inmóvil,
con los ojos cerrados y los labios,
negándome al amor
de la luz, de la flor y de los hombres,
la verdad trasvisible es que camino
sin mis pasos, con otros,
allá lejos, y allí
estoy buscando flores, luces, hablo.
Que hay otro ser por el que miro el mundo
porque me está queriendo con sus ojos.
Que hay otra voz con la que digo cosas
no sospechadas por mi gran silencio;
y es que también me quiere con su voz.
La vida -¡qué transporte ya!-, ignorancia
de lo que son mis actos, que ella hace,
En que ella vive, doble, suya y mía.
Y cuando ella me hable
de un cielo oscuro, de un paisaje blanco,
recordaré
estrellas que no vi, que ella miraba,
y nieve que nevaba allá en su cielo.
Con la extraña delicia de acordarse
De haber tocado lo que no toqué
sino con esas manos que no alcanzo
a coger con las mías, tan distantes.
y todo enajenado podrá el cuerpo
descansar, quieto, muerto ya. Morirse
en la alta confianza
de que este vivir mío no era sólo
mi vivir: era el nuestro. Y que me vive
otro ser por detrás de la no muerte.

           (Pedro Salinas, La voz a ti debida)

[Selección de la profesora Carmen Sancho]


Pedro SALINAS (Madrid, 1891-Boston, 1951). Miembro del grupo poético del 27. Hombre de amplísima cultura, fue catedrático de universidad en Murcia y Sevilla. Con la Guerra Civil se exilió e impartió clases en diversas universidades americanas hasta su muerte.
Su producción poética suele agruparse en tres etapas. A la primera, influenciada por la poesía pura de Juan Ramón Jiménez y por el vanguardismo, pertenecen los libros Presagios, 1923; Seguro azar, 1929; y Fábula y signo, 1931. A estos sigue la trilogía amorosa que convierte a Salinas en el poeta del amor, formada por La voz a ti debida, 1931; Razón de amor, 1936; y Largo lamento (inédito hasta 1975). Sus últimos libros (El contemplado, 1946; Todo más claro, 1949; y Confianza, 1955) muestran el desencanto del hombre que vio la guerra y conoció el exilio.

El amor en la poesía de Pedro Salinas está íntimamente ligado al vivir. Vivir es en este poema verbo transitivo para expresar una acción que se trasmite de la amada al amado, de manera que la amada te vive;  te vive quien te ama, identificando así amor y vida

Puedes leer otro poema del autor en: