Lentejas germinadas
Un rito de pasaje
A mi madre, a mi hija
En el fondo del tiesto improvisado, un vaso de yogur, entre algodones, regadas por el hilo que del grifo mamá dejó caer con sumo tacto, brotaron las lentejas.
Al niño que fui yo le trastornaba la gracia natural con que el milagro se hacía así sin más en la cocina bajo la luz del tubo fluorescente, glacial y blanquecina.
Hoy el apenas hombre que fue el niño vuelve a sembrar contigo, hijita mía, unas cuantas lentejas, esperando que a ti también te toque, cuando menos, la suerte del asombro ante el prodigio brutal de la existencia.
(De Florilegio, Ingladaediciones, 2020)
Leibniziana
Cada no mucho tiempo me preguntas, con una exactitud casi inquietante: —Papá, ¿por qué existimos?, ¿por qué no no existimos?, ¿por qué en lugar de nada hay algo, apenas algo así diminuto como el mundo, a la vez tan pequeño e insondable? Y yo, que no tengo respuesta para esto ni para otros asuntos también muy principales —el amor y la muerte, la inestable distancia que separa lo justo de lo injusto, el origen del mal, sus rendimientos—,
y yo quisiera ser un héroe cultural, ladrón del fuego para ti, mi escuchita, mi bodhisattva señalando la luna con un dedo de luz y de acertijo, más allá de la vana enciclopedia, más allá de Voltaire y de su bilis, para ti ser un cándido derviche de vuelta del viaje a las estrellas.
Pourquoi y a-t-il quelque chose plutôt que rien? Pourquoi il n'y a pas rien?
Yo, que siempre ando a tientas y voy siempre pisando la dudosa luz del día, prefiero no mentirte y te respondo lo que dicen los héroes y los sabios, lo que canta el poeta, lo que callan el buda y el derviche, por que tú sola escojas de todas las respuestas la que más le convenga a tu zozobra. Y añado: "yo no sé con cuál de ellas quedarme".
A veces, además, me saco del bolsillo la pluma de un gorrión, la concha de una lapa que el mar haya lavado hasta el último nácar, transparente y fina como el aire, el esqueleto de un erizo de mar, la cápsula aún viscosa de un azahar de China o un grano de mostaza y te lo muestro. Todas estas pequeñas y frágiles nonadas o mónadas desnudas en cambio permanente, Kunstformen der Natur para que nunca olvides la presencia, la extrañeza de estar aquí y ahora en este mundo, el mejor de los mundos imposibles.
Y riego con amor esa semilla que te crece del alma hasta el cerebro lenta como un coral y tan expuesta. Porque en esas preguntas inquietantes está la poesía que ha sido y que aún no ha sido y ya sé que no soy un padre muy sensato.
(De Plenitud y vacío, Visor, 2021)
------- -leibniziana, de Leibniz, filósofo alemán del siglo XVII. El poema alude a su "Principio de razón suficiente": "Debe existir una razón suficiente para que cualquier cosa exista, para que cualquier evento se produzca, para que cualquier verdad pueda obtenerse". -bodhisattva, término budista que designa a la persona que, siguiendo el camino de Buda, desea alcanzar la iluminación última. -pisando la dudosa luz del día, verso final de la estrofa IX de la Fábula de Polifemo y Galatea, de Góngora. Camilo José Cela tomó este verso como titulo de su poemario más celebrado, publicado en 1945. -nonada, cosa de insignificante valor. -mónada, cada una de las sustancias indivisibles, pero de naturaleza dis- tinta que componen el universo, según el sistema de Leibniz. -Kunstformen der Natur, formas artísticas de la naturaleza.
(Las notas son nuestras) |
¡Qué chulos...
ResponderEliminarY es que el primero me ha traído hermosos recuerdos de mis principios agrícolas: aquella lentejas que germinó entre algodones húmedos en un experimento de 1° de EGB, fue enterrada en una maceta de la terraza, se hizo grande y nos regaló un montón de lentejas jejeje
Pero, bueno, en serio...que son muy bellos por lo que dicen acerca de esa preocupación de un padre por educar a su niña en el eterno asombro por el misterio de la existencia sin creer del todo en los dogmas de la Ciencia o de la Religión
Carlos San Miguel