domingo, 3 de septiembre de 2023

"Te recuerdo Amanda" y "Plegaria a un labrador", de Víctor Jara




TE RECUERDO AMANDA

Te recuerdo Amanda
la calle mojada
corriendo a la fábrica
donde trabajaba Manuel.
La sonrisa ancha
la lluvia en el pelo
no importaba nada
ibas a encontrarte con él
con él, con él, con él
son cinco minutos
la vida es eterna 
en cinco minutos
suena la sirena 
de vuelta al trabajo
y tú caminando
lo iluminas todo
los cinco minutos
te hacen florecer.

Te recuerdo Amanda
la calle mojada
corriendo a la fábrica
donde trabajaba Manuel.
La sonrisa ancha
la lluvia en el pelo
no importaba nada
ibas a encontrarte con él
con él, con él, con él
que partió a la sierra
que nunca hizo daño
que partió a la sierra
y en cinco minutos
quedó destrozado
suena la sirena
de vuelta al trabajo
muchos no volvieron
tampoco Manuel.

Te recuerdo Amanda
la calle mojada
corriendo a la fábrica
donde trabajaba Manuel.


PLEGARIA A UN LABRADOR

Levántate y mira la montaña
De donde viene el viento el sol y el agua
Tú que manejas el curso de lo ríos
Tú que sembraste el vuelo de tu alma

Levántate y mírate las manos
Para crecer, estréchala a tu hermano
Juntos iremos unidos en la sangre
Hoy es el tiempo que puede ser mañana

Líbranos de aquel que nos domina en la miseria
Tráenos tu reino de justicia e igualdad
Sopla como el viento la flor de la quebrada
Limpia como el fuego el cañón de mi fusil

Hágase por fin la voluntad aquí en la tierra
Danos tu fuerza y tu valor al combatir
Sopla como el viento la flor de la quebrada
Limpia como el fuego el cañón de mi fusil

Levántate y mírate las manos
Para crecer, estréchala a tu hermano
Juntos iremos unidos en la sangre
Ahora y en la hora de nuestra muerte, amén

Amén
Amén

Víctor Jara. (Inmediaciones.org)

Víctor Jara fue uno de los principales representantes de la llamada Nueva Canción Chilena, además de  director de teatro, profesor  y activista político chileno, de cuya desaparición se cumplen 50 años en los próximos días.

Nació el 28 de septiembre de 1932. Su lugar de nacimiento es controvertido. Mario Amorós sostiene que fue  en Santiago de Chile; sin embargo, Víctor Jara declaró en 1970, en una entrevista realizada en Moscú, que había nacido en el sur de Chile, en la provincia de Ñuble. De familia campesina originaria de la pequeña localidad de Quiriquina, sus primeros años transcurrieron en el campo, en las proximidades de la ciudad de Chillán, donde sus padres, Amanda y Manuel, eran 'inquilinos' de un fundo, explotación agrícola donde se les daba alojamiento y una parcela de tierra que debían trabajar en beneficio del propietario. La pobreza familiar le obligó a trabajar en el campo desde pequeño, pero su madre se preocupó de que asistiera a la escuela y le inculcó su amor por el folclore de su tierra, que ella interpretaba en las reuniones sociales acompañada de la guitarra que Víctor siempre había visto en su casa. Posteriormente, cuando contaba 12 años, por razones de trabajo se trasladaron a la ciudad de Lonquén, cercana a la capital. La muerte de su madre, cuando el cantante tenía 15 años, lo llevó a ingresar voluntariamente en el seminario de la Congregación del Santísimo Redentor, en San Bernardo, buscando "un amor profundo y diferente" que le ayudara a soportar tan dolorosa pérdida, pero abandonó el seminario a los dos años para incorporarse al servicio militar. 

Acabado el servicio militar, ingresó en el coro de la Universidad de Chile y comenzó su trabajo de investigación y recopilación folclórica. Con 24 años se unió a la Compañía de Mimos de Noisvander e inició los estudios de actuación y dirección en la Escuela de Teatro de la Universidad de Chile. También comenzó a tocar y componer con el grupo Cuncumén, con el que  grabó su primer disco (dos villancicos chilenos) a los 27 años, después de que Violeta Parra lo animara a seguir cantando. En 1961 viajó con este grupo por Holanda, Francia, Unión Soviética, Checoslovaquia, Polonia, Bulgaria y Rumanía.  Ese mismo año compuso su primera canción, "Paloma quiero contarte", y en 1966 grabó su primer disco en solitario, titulado Víctor Jara. En esta época combina la música con la dirección teatral. Después trabajó con los grandes del folclore chileno: Quilapayún (grupo del que fue director artístico entre 1966 y 1969), Inti-Illimani, Ángel e Isabel Parra (fue solista en la peña de los Parra hasta 1970), entre otros; llegó a  ser profesor de interpretación en la Universidad de Chile (1964-1967) y logró el reconocimiento como director teatral por su participación en  montajes como El círculo de tiza caucasiano de Bertolt Brecht o la Antígona de Sófocles. En 1969 con la canción "Plegaria a un labrador" ganó el primer premio en el primer festival de la Nueva Canción Chilena y viajó a Helsinki para participar en un acto mundial en protesta por la guerra de Vietnam. Ese mismo año publicó el álbum Pongo en tus manos abiertas, que incluye el tema "Preguntas por Puerto Montt", inspirado por la masacre que conmocionó al país durante el gobierno de Eduardo Frei Montalvo. En 1970 participó en Berlín en la Conversación Internacional de Teatro y en Buenos Aires, en el Primer Congreso de Teatro Latinoamericano. También participó en la campaña electoral de Unidad Popular y presentó el álbum Canto libre.

En 1971 fue nombrado Embajador Cultural del Gobierno de la Unidad Popular, presidido por Salvador Allende. Junto a Isabel Parra e Inti-Illimani entró en el Departamento de Comunicaciones de la Universidad Técnica del Estado. Ese mismo año publicó su sexto álbum, El derecho de vivir en paz, que le valió el Laurel de Oro a la mejor composición del año. Trabajó como compositor de música para la televisión desde 1972 y dirigió el homenaje a Pablo Neruda por la obtención del Nobel en 1971. Militante de las Juventudes Comunistas  desde finales de los 50 y miembro de su Comité Central desde hacía un año,  el golpe de estado de Pinochet contra el gobierno de Salvador Allende, el 11 de septiembre de 1973, lo sorprendió  en la Universidad Técnica del Estado, donde fue detenido junto a otras seiscientas personas, profesores, alumnos y funcionarios de la universidad. El 12 de septiembre fueron recluidos en el Estadio Chile (actualmente Estadio Víctor Jara), un pequeño recinto deportivo  techado próximo al palacio presidencial de la Moneda, convertido por los golpistas en centro de detención, donde Víctor Jara fue torturado  y finalmente acribillado por los militares. Dos mujeres encontraron su cadáver entre unos matorrales junto al muro exterior del Cementerio Metropolitano, desde donde fue trasladado por una camioneta roja sin matrícula al Servicio Médico Legal. Uno de los funcionarios lo reconoció y, temiendo que fuese enterrado en una fosa común para ocultar el crimen,  avisó a su esposa, la coreógrafa de origen británico Joan Turner, quien lo identificó el 18 de septiembre, dos días después de su muerte, acaecida el día 16, según determinó la Comisión de la Verdad en 1999. Recibió sepultura, en una ceremonia privada, en un discreto nicho del Cementerio  General con la inscripción "Víctor Jara. 14 de septiembre 1973". Estaba a punto de cumplir 41 años. La autopsia reveló 30 fracturas óseas y 44 heridas de bala. Su familia viajó rápidamente a Inglaterra y sacó del país los discos de Jara, considerados "material subversivo" por los golpistas. Al año siguiente fue editado Manifiesto.

El 3 de julio de 2018 la justicia chilena condenó a siete militares como autores del secuestro (3 años) y asesinato (15 años y un día) de Víctor Jara. El 28 de agosto de 2023, casi 50 años después de los hechos juzgados, la Corte Suprema ratificó las condenas. 

4 de septiembre de 1973. Esta podría ser la última foto de Víctor Jara ( el primero por la derecha), tomada en el último
mitin del gobierno de Allende. (Getty Images)

"Te recuerdo, Amanda" fue compuesta en 1968, cuando Víctor Jara  se encontraba en Londres, adonde se había desplazado, invitado por el British Council, por sus grandes logros como director teatral, para asistir  en Strafford-upon-Avon a la celebración del Shakespeare´s Birthday. Lejos de su familia y preocupado por la salud de su hija Amanda, de 3 años,  en un momento en que una huelga de correos dificultaba las comunicaciones, en la soledad de su hotel compuso esta canción a partir de una idea concebida con anterioridad. Fue publicada en 1969, dentro del disco Pongo en tus manos abiertas. Es quizá su canción más famosa. Cuenta la historia de amor de dos obreros a los que el trabajo apenas les deja tiempo para verse. La segunda estrofa hace referencia a la muerte del hombre, un revolucionario ("marchó a la sierra"), que resultaría incómodo a las élites políticas. Es una canción de amor y de denuncia, para lo que se basó en la historia de una pareja a quien el autor  conoció personalmente y cuyos nombres reales fueron sustituidos por los de los padres de Jara. Una canción inolvidable, que Llanos Navarro García explica así:

"Más allá del alegato social, por encima de las reivindicaciones políticas, esta canción posee la belleza que nace de toda aproximación estética a una verdad humana. La verdad del amor como experiencia salvadora y milagrosa —como una flor en el desierto— aparece reflejada en esta canción, pese a mostrarse, en principio, tan sólo como un telón de fondo que arropa la historia trágica de esta pareja de proletarios pobres, de vida cenicienta y desenlace trágico.
La dulce voz del combativo Jara nos conduce eficazmente a esa fábrica sucia donde diariamente se encuentran los amantes. Cinco minutos de felicidad al día, esa es su dosis. No asistimos al encuentro, no hace falta. Sólo percibimos los efectos del amor sobre ella, capaz de contagiar su dicha con la luz de su gesto. En realidad, las últimas estrofas, las que contienen el mensaje reivindicativo, serían prescindibles, desde un punto de vista estrictamente estético. Porque, en épocas de profunda crisis social —casi todas—, en momentos de bonanza, de crisis, o en pleno apogeo del hoy decrépito estado de bienestar, para todos los amantes, la vida podrá seguir siendo eterna en cinco minutos."

"Plegaria a un labrador", un rezo por la revolución social y un mensaje de fraternidad entre la clase trabajadora, está compuesta en forma de oración, como se manifiesta en el título y en el léxico empleado. En Víctor Jara: un canto (no) truncado (1983) Joan Jara señaló ya que la forma de la canción recuerda a la del "Padre nuestro", lo que refleja el interés de Víctor Jara por la poesía y los valores humanistas de la Biblia, en una época en que en América Latina comenzaba a profundizarse en el entendimiento entre católicos y marxistas. Otros estudiosos, entre los que se cuentan Dubuc y Guerra han subrayado las referencias intertextuales no solo a la oración del "Padre nuestro" (vv. 10 y 13), sino también al "Ave María" (v. 20). Pero, como observa Rojas Sahurie, el "hágase tu voluntad" del Padre nuestro se centra en la urgencia del tiempo presente y en la tierra, omitiendo la referencia al cielo, y por medio del imperatívo "tráenos" sugiere una intervención mesiánica más activa en la venida del reino de Dios a la tierra, que traiga la justicia y la igualdad. Los versos 5, 6, 17 y 18 refuerzan la idea de hermandad y convierten la mano en símbolo de esa solidaridad.

REFERENCIAS:

-AMORÓS, Mario: La vida es eterna: Biografía de Víctor Jara, Ediciones B, 2023.
-     "               "      :  Víctor Jara, un canto vivo. Consultado en:
 https://www.penguinlibros.com/es/revista-lengua/no-ficcion/victor-jara-un-canto-vivo-mario-amoros
-NAVARRO GARCÍA, Llanos: Te recuerdo Amanda. Consultado en:    https://cvc.cervantes.es/el_rinconete/anteriores/febrero_12/06022012_02.htm
-ROJAS SAHURIE, Pablo: A Classless Society or Your Kingdom Come? Plegaria a un labrador and the Nueva Canción Chilena muzikološki zbornik • musicological annual lviii/1. Consultado en: file:///C:/Users/Personal/Downloads/Rojas+Sahurie.pdf

*
-Puedes escuchar "Te recuerdo Amanda" interpretada por el grupo Quilapayún: AQUÍ. Y cantada por Joan Baez: AQUÍ.
-También puedes escuchar "Plegaria a un labrador" en la voz de Víctor Jara: AQUÍ.

[Imagen inicial: Unsplash]

3 comentarios:

  1. Uno lee estas composiciones y se queda indiferente. Pero las escucha cantadas en compañía de la música ... ¡Y son de de una delicada belleza y de una fuerza que casi hacen llorar o exaltarse, según!
    Me han gustado mucho las dos versiones, más la de Báez, pero la Plegaria al labrador, cantada por su autor, es, desde luego, mucho más emotiva.
    Carlos San Miguel

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    1. Muchas gracias, Carlos, por ser un lector fiel y por tus opiniones, siempre interesantes.

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  2. https://youtu.be/XkXise2bHE0?si=voYLcwrx-eoer-ov
    La descubrí ayer y me encanta. Se trata de su canción "El derecho a vivir en paz
    Carlos

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