domingo, 2 de abril de 2023

"Hablando con el sol", un poema de Joy Harjo



Hablando con el sol

Yo creo en el sol.
El sol me da claridad entre la maraña de fracasos humanos por el
miedo, la codicia y el olvido.
Cuando los exploradores se toparon por primera vez con mi gente, nos
llamaron paganos, adoradores del sol.
No entendieron que el sol es nuestro pariente, e
ilumina nuestro camino en esta tierra.

Después de bailar toda la noche en círculo, uno se da cuenta de que
somos parte de una experiencia más amplia de planetas y de estrellas 
bailando con nosotros en lo alto.
Cuando el sol sale en el clímax de la ceremonia, nos renueva.
No hay error en esta conexión, aunque Walmart esté solo a unas cuadras.
Los humanos somos vulnerables y dependemos de las bondades de la 
tierra y el sol; existimos juntos en un horizonte sagrado de significado.

Nuestra tierra está cambiando. Todos podemos verlo.
Escucho a mis hermanos Inuit y Yupik en el norte que
todo ha cambiado. Hace tanto calor; no hay suficiente
invierno.
Los animales están confundidos. El hielo se está derritiendo.
Los físicos cuánticos tienen razón; ellos están empezando a pensar
como indígenas: en un nivel íntimo todo está conectado
dinámicamente.
Cuando tú recuerdas esto, entonces el desequilibrio actual de la tierra
tiene sentido. ¿Cuánto más petróleo se puede drenar,
sin reemplazarlo; sin reciprocidad?

De una habitación de hotel justo al lado de Times Square salí al
amanecer en busca del sol.
Era la cuarta mañana desde el nacimiento de mi cuarta nieta.
Esta era la mañana en que debía presentarla al sol, como pariente,
como una de nosotras. Todavía estaba oscuro, nublado mientras
atravesaba la plaza.
Me paré debajo de ese tótem del siglo veintiuno hecho de símbolos de
corporaciones multinacionales, destellos y neón.

El sol se levantó sobre la ciudad, pero no pude verlo en medio de la
lluvia.
Aunque no estaba en casa, abrigué a la bebé para llevarla afuera,
cargué a esta recién nacida entre la cuna de mi corazón.
La levanté y la presenté al sol para que fuera reconocida como familia.
Así ella no olvidará esta conexión, esta promesa, y todos recordaremos
lo sagrado de la vida.

(Joy Harjo, Conflict Resolution for Holy Beings. W. W. Norton & Company,
2017. Traducción de Andrea Echeverría y Juan G. Sánchez Martínez. Consultado
en: http://siwarmayu.com/es/13-poemas-de-joy-harjo/)


Joy Harjo, en 2019. (wikipedia)
Joy Harjo nació en Tulsa, Oklahoma, Estados Unidos, en 1951. Pertenece a la Nación Muskogee. Estudió en el Instituto de Artes Indígenas Estadounidenses, completó la licenciatura  en la Universidad de Nuevo México en 1976, donde realizó estudios de pintura y teatro, y obtuvo una maestría en la Universidad de Iowa en su programa de escritura creativa. Es una figura importante en la segunda ola del Renacimiento literario de los nativos americanos de finales del siglo XX,  en 2019 se convirtió en la primera nativa norteamericana en alcanzar el nombramiento  de  Poeta Laureada de los Estados Unidos (2019-2022) y es ganadora del Premio Bollingen de Poesía Estadounidense 2023 de Yale. 

Ha publicado diez  libros de poemas (entre ellos: The Last Song,1975; What Moon Drove Me to This? 1979; She Had Some Horses 1983; Secrets from the Center of the World,1989; In Mad Love and War, 1990; The Woman Who Fell from the Sky, 1994; A Map to the Next World, 2000; How We Became Human: New and Selected Poems:1975-2001, 2002, y An American Sourise: Poems, 2019), varias obras de teatro, libros para niños y dos volúmenes de memorias. También ha escrito canciones para la banda de rock Poetic Justice, de la que ha sido cantante y saxofonista.

Ha recibido importantes premios y distinciones, entre ellos el William Carlos Williams Award de la Poetry Society of America en 1991. Es Canciller de la Academia de Poetas Estadounidenses, presidenta de la junta directiva de la Fundación de Artes y Culturas Nativas y es la primera Artista en Residencia del Centro Bob Dylan de Tulsa, ciudad en la que reside.

[Imagen inicial: Pinterest]

1 comentario:

  1. ¡Que interesante este punto de vista desde la Poesía nativa americana! Me ha gustado por todo lo que sugiere acerca de los pueblos amerindios y por el necesario ecologismo de su denuncia
    Carlos San Miguel

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