La Celestina, de Pablo Picasso |
El viernes día 18 de noviembre los alumnos de 3º de ESO volvieron a recorrer algunas de las plazas y calles del casco viejo de Zaragoza para recrear en esta ocasión cómo pudo ser nuestra ciudad en tiempos de La Celestina. Durante el paseo de unas dos horas, con la ayuda de los monitores de Faetón, los protagonistas de esta obra cumbre de la literatura castellana (Calisto, Melibea, Celestina, Pármeno, Sempronio, Elicia, Areúsa, Lucrecia, Sosia…) nos acompañaron y cobraron vida.
La actividad comenzó en la plaza de San Felipe. El Torreón Fortea nos permitió imaginar cómo pudieron ser las viviendas de los grupos sociales privilegiados (nobleza y burguesía) de finales del siglo XV y principios del XVI: en palacios semejantes residirían Calisto y Melibea. Un reloj como el de la desaparecida Torre Nueva (que hoy nos recuerda un trampantojo) permitiría al loco enamorado Calisto acudir puntualmente a sus citas nocturnas y prohibidas con Melibea. El tiempo comenzaba a medirse con precisión en las ciudades y la vida se empezaba a organizar siguiendo el movimiento de las agujas del reloj.
En el
palacio de los Condes de Argillo (hoy Museo Pablo Gargallo), una escultura
sobre el Amor dio pie para revisar el código medieval del amor cortés que Calisto trata de reproducir con sus palabras mientras sus hechos lo contradicen. Este
palacio, aunque construido en el XVII, también conserva muchos de los elementos
arquitectónicos góticos y renacentistas de aquellas construcciones civiles. Si
su magnífico alero informa de la riqueza de sus moradores, los relieves
zodiacales del cuadrangular patio interior muestran el interés que la
astrología ya despertaba en aquellos momentos. Los monstruos burlones de la
fachada de la Iglesia de Santa Isabel nos recordaron el lado oscuro de la magia
de contacto, practicada por la hechicera Celestina, sus vínculos satánicos y el
mundo de lo maravilloso.
Continuamos nuestro camino por la Calle Manifestación, cuyo nombre remite al privilegio ejercido por El Justicia de Aragón que le permitía intervenir en los tribunales reales protegiendo a los acusados que alegaban injusticia o consideraban amenazada su integridad física. En la picota, situada junto al actual memorial de Juan de Lanuza (muy cerca del Mercado Central), fueron ajusticiados reos que habían pasado su última noche en la Iglesia de San Pablo. El recorrido que realizaban hasta allí con su coroza y sambenito, custodiados por el pregonero o el verdugo, nos permitió imaginar el momento en que Pármeno y Sempronio, criados de Calisto, fueron ajusticiados cerca del antiguo mercado, lugar público y bien transitado, para que su castigo fuese ejemplar.
A caza de dientes, Capricho 12 de Goya |
No hubo remedio, Capricho 24 de Goya |
Y así, paso a paso, de un modo ameno y bien hilvanado, todo el mundo social de La Celestina fue desfilando ante nosotros. Nos hablaron también de las mujeres que no disponían de dote: la triste vida de criadas como Lucrecia; y de las otras, las rameras, que señalaban su domicilio con una rama, vestían “picos pardos”, y residían en barrios bien localizados de la ciudad. Otro era el modelo que debían seguir las doncellas: santas y vírgenes. El retablo renacentista de Damián Forment muestra un modelo de mujer inalcanzable e ideal: María, concebida sin mancha, madre y esposa. Y, junto a ella, en la Pasión, vemos otro modelo más próximo e imitable: María Magdalena, la pecadora arrepentida.
Retablo de Damián Forment, en El Pilar |
El paseo concluyó en el interior de otro palacio: el de Montemuzo. Allí se planteó a nuestros alumnos una reflexión sobre lo aprendido, sobre la inmutabilidad de las pasiones humanas, sobre la intención de Rojas al escribir la obra, sobre la pervivencia e interés que una buena obra despierta todavía tantos siglos más tarde en los lectores y, en suma, sobre el valor universal de los clásicos literarios.
I.
Abanto y M. Mateo (profesoras de 3º de ESO)
Estos son algunos de los comentarios de los alumnos:
Me ha parecido una
visita muy interesante ya que he comprendido mucho mejor el argumento de La
Celestina y la sociedad de su época.
Maite Felipe
Me parece un modo muy
divertido y ameno de conocer un poco más nuestra ciudad a la vez que aprendemos
literatura, historia y arte. Lo único que no me ha gustado es la opinión que se
tenía en la Edad Media sobre las mujeres. Me alegra saber que ahora a las
mujeres se nos valora con otros parámetros.
Carlota Viamonte
Esta visita, como la
anterior, me ha parecido muy entretenida e interesante. Se me ha pasado el
tiempo muy deprisa. Me ha gustado que íbamos visitando los distintos monumentos
al tiempo que leíamos fragmentos de la obra. También me ha gustado mucho ver
cómo eran los palacios renacentistas y dónde vivían los distintos grupos
sociales.
Ione Sagardia
Me ha parecido muy
interesante la visita. Sobre todo las historias amorosas de La Celestina y el parentesco de Zaragoza con el lugar en
el pudo desarrollarse la acción de la obra.
Diego Vela
Además de contarnos la historia de La Celestina y
de visitar los lugares donde podría haber sucedido, nuestra guía nos habló
también sobre la situación de las mujeres en aquella época, lo que resultó
especialmente interesante.
Ángela Lablanca
La excursión resultó entretenida, sobre todo porque la
historia es muy interesante. Es un relato
muy trágico en el que los personajes mueren o lloran, por eso me gustó
más que la de los Cantares de gesta.
Adrián Miralles
Ha resultado interesante ya que nos han explicado muchas
cosas de la historia de La Celestina y nos han mostrado sitios de Zaragoza que
no conocía.
Carmen Marqueta
La visita me pareció
muy entretenida y descubrí cosas de distintos lugares de Zaragoza que no
conocía. Lo que más me gustó fue el Museo Pablo Gargallo. Me alegro de hayamos
podido tener la oportunidad de realizar excursiones como esta.
Rebeca
Suñén
Me gustó mucho el modo
en que el guía nos hablaba. Mis compañeros y yo nos los pasamos muy bien.
Deberíamos repetir excursiones de este tipo más a menudo.
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