domingo, 18 de septiembre de 2016

"Cuando el amor inventa laberintos, alguien se tiene que perder", de Jenaro Talens




CUANDO EL AMOR INVENTA LABERINTOS,
ALGUIEN SE TIENE QUE PERDER

    
   Tras tanto  viaje  inútil,  después de  tantas   tentativas  de
fuga, sin saber con  certeza qué  y adónde  buscar,   sin  otras
convicciones que  la de haber escrito sobre lo que  viví, o he
visto  (a menudo, también,  sobre lo imaginado  o  por vivir),
tantas frases vacías o escasamente necesarias,  ahora,  de im-
proviso, vuelvo a sentir cada palabra como un acto  de amor.
Las  alas raramente  dejan  huellas.  Se  mueven  con  la preci-
sión de  un  dardo,  la  nostalgia  de  un  fuego donde la  volun-
tad  crepite   como  bajo un  difuso cielo de  celofán. Y espero.
Hay una tierra remota, de voces muy oscuras, de cristales sin
cuerpo que hunden sus raíces en la noche. Amo cada palabra
porque   me   obliga   a  construir  los  límites  de  mi  silencio,
como la yedra construye  su fidelidad, su sueño, su armonía,
o la espuma rompe sobre la cresta  del acantilado tanto en la
calma como en la tempestad.  Amo los sitios donde la luz fue
nuestra, el color de  sus nombres,  y amo también los que no
vimos  porque  habrán  de obligarnos a  inventar sus contor-
nos, y su pequeña historia, y  unos pocos recuerdos con que
volverlos habitables. Amo, incluso, la muerte, esta forma de
muerte, porque obliga a vivir.

                        De Proximidad del silencio, 1981 
                                             


Jenaro Talens (Tarifa, Cádiz, 1946) es poeta, ensayista y traductor español. Pasó su infancia y juventud en Granada, ciudad a la que se trasladó su familia en 1948. Doctor en Filología Románica por la Universidad de Granada, ha sido catedrático de Comunicación Audiovisual en la Universidad de Valencia y de Literaturas Hispánicas, Literatura Comparada y Estudios Europeos en la Universidad de Ginebra, de la que es profesor emérito. Ha publicado ensayos sobre Cervantes, Quevedo, Espronceda y Cernuda, entre otros, y es traductor de escritores como Beckett, Hölderlin, Hesse,  Rilke, Shakespeare, Brecht o Takl.

Es miembro destacado de la generación poética de los 70, pero su obra se distancia estéticamente de las características generales del grupo de los novísimos. Su poesía reflexiona sobre las relaciones entre el texto poético y la realidad, entre el sujeto y la producción de su discurso. Es autor de más de veinte poemarios, entre los que destacan Proximidad del silencio (premio de la Crítica del País Valenciano en 1981), Tabula rasa (finalista del Nacional de Literatura en 1985), El sueño del origen y la muerte (con el que fue nuevamente finalista del Nacional de Literatura en 1988), Orfeo filmado en el campo de batalla (finalista del Nacional de Literatura en 994), Viaje al fin del invierno (premio Andalucía de la Crítica en 2001, premio de la Crítica de la Comunidad Valenciana, premio Francisco de Quevedo de la Comunidad de Madrid, y finalista del premio Nacional de Literatura), La permanencia de las estaciones. Los poemas en prosa (2005, premio de la Crítica de la Comunidad Valenciana) y El cielo avaro de esplendor (2011). Su poesía ha sido traducida al francés, inglés, alemán, portugués, italiano, búlgaro, lituano y hebreo.

[La imagen inicial está tomada de: blog.pianetadonna.it]

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