domingo, 31 de agosto de 2014

"Lección de geografía", de Juan Carlos Mestre




LECCIÓN DE GEOGRAFÍA

Quien no haya visto el mar que se levante,
yo os lo voy a contar, cerrad los ojos.
Imaginad que el agua, como un caballo blanco,
se hubiera subido al campanario.
Las hojas de los árboles son peces,
la nieve, espuma de cristal sobre las olas.
Como un vaso de luz
que sostuviera la mano de Dios,
van cayendo una a una las gotas de la vida.
Así, el inocente pájaro,
la piedra, el musgo o la mariposa
van entrando en el agua que ya todo lo cubre.
Creeréis que el mundo, desde siempre,
ha ido llevándole sus ríos.
Del fuego, de la oculta ceniza de madera
ha tomado el mar su verde brote de esmeralda.
Como el ruiseñor que canta
en los jardines de la tierra
también las caracolas en sus profundos valles
celebran la música.
Por eso al acercar tu oído
a ese bello laberinto de leche
escucharás, aunque no quieras,
el inmenso ruido del mar.
Ahora ya lo sabéis,
y sólo falta empujarlo, entre todos,
al aire.

            De Antífona del otoño en el Valle del Bierzo


Juan Carlos Mestre (Villafranca del Bierzo, León, 1957) pertenece a la generación de poetas que comienzan a publicar en los años ochenta. Antífona del otoño en el Valle del Bierzo fue galardonada con el premio Adonáis en 1985; posteriormente, en 2013, la editorial Calambur reeditó la obra acompañada de un CD en el que el autor recita poemas del libro, con fondos musicales de distintos músicos, lo que resulta oportuno ya que "antífona" es el "versículo que se canta o reza en las horas canónicas antes y después de un salmo."  
     Mestre sitúa su libro como un eslabón más de la tradición leonesa de poesía mediante citas de Pereira, Llamazares, Colinas, Gamoneda, José María Merino y Núñez Ursinos. El libro parte de la necesidad de cantar una civilización ya desaparecida de pastores y campesinos pobres, pero con alusiones también a una cultura de raíces nórdicas, de druidas, bosques y agua. El poeta retorna líricamente hacia un tiempo y un lugar concretos para recuperar mediante la memoria sus señas de identidad. El pasado mítico y el paisaje de las tierras del Bierzo se transparentan en estos versos, pero también, en opinión de Marta Sanz Pastor, "las marcas de todo lo que el paisaje no es  y, tal vez, anhela, como el mar en esta Lección de geografía." En el poema, la voz del maestro explica cómo es el mar a unos niños que no lo han visto nunca, por medio de metáforas y comparaciones en que los elementos de la realidad conocida (las hojas de los árboles, la nieve) actúan como imágenes del mar y ayudan a los niños a imaginarlo.


1 comentario:

  1. ¡Qué mono! jejeje muy entrañable... Aunque se queda corto, porque podía haber seguido con los símiles: los asnos serían los caballitos de mar; las arañas más grandes los calamares; el camión desguazado el galeón hundido; las viñas rojas en otoño los corales...
    Casi es extraño este poema es un escritor hombre de los Ochenta.
    Carlos San Miguel

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