domingo, 19 de enero de 2014

"La hoja de sauce", según Tchan-Lin




                            LA HOJA DE SAUCE

                                                                           Según Chan-Lin

A la joven que sueña acodada en su ventana, no
la amo por la casa suntuosa que posee al borde del
Río Amarillo.

Pero la amo porque ha dejado caer al agua una pequeña
hoja de sauce.

No amo la brisa del este porque me traiga el perfume
de los melocotoneros en flor que blanquean la Mon-
taña Oriental.

Pero la amo porque ha empujado la hojita al costado
de mi barca.

Y la pequeña hoja de sauce, no la amo porque me recuer-
de la tierna primavera que acaba de florecer de nuevo;

Pero la amo porque la joven ha escrito en ella un nombre
con su aguja de bordar; y ese nombre, es el mío.


         Judith Gautier, El libro de jade. Versión de Julián Gea.
                                                                                           Ardicia, 2013

Judith GAUTIER (París, 1845-Saint-Enogat, Bretaña,1917) fue escritora, compositora y musicóloga
francesa,  hija de Théophile Gautier (maestro de Baudelaire, quien le dedicó sus Flores del mal) y primera esposa del célebre literato Catulle Mendès.  Viajera imaginaria, amante  y musa de Victor Hugo y de Richard Wagner;  admirada por Baudelaire, Mallarmé, Sargent, Flaubert y otros muchos personajes de la vida artística de la época, fue una de las grandes figuras de su tiempo y la primera mujer elegida miembro de la Academia Goncourt. Su padre acogió al exiliado chino Dig Duling, que se convirtió en su preceptor y le permitió descubrir la lengua de una civilización milenaria. Más tarde aprendería también japonés. Con  poco más de veinte años publicó el muy influyente El libro de jade (1867),  con el que iniciaría la publicación de una variada serie de textos sobre distintas tradiciones culturales de Oriente. Más tarde entregaría los Poemas de la libélula,  antología de la poesía japonesa. Es autora, asimismo, de novelas de ambiente oriental como El Dragón imperial y Princesas de amor.  El gusto por las chinoiseries* de la generación de poetas simbolistas y de los pintores nabis** también le debe mucho a su trabajo. 

En El libro de jade reunió una colección de pequeñas composiciones de los poetas chinos clásicos más célebres (de las dinastías Tang [618-907] y Song [960-1279], principalmente), libremente traducidos e interpretados según el lenguaje propio del simbolismo. La antología se organiza en torno a algunos sugerentes motivos temáticos: los enamorados, la luna, el otoño, los viajeros, el vino y los poetas.

*chinoiserie, estilo artístico europeo caracterizado por el uso de diseños propios de China.
**nabis, grupo de artistas franceses del siglo XIX caracterizados por su preocupación por el color.

Mlle. Judith Gautier à la Fourberie, 1883-85, J.S. Sargent


1 comentario:

  1. ¡Dios, qué hermoso! ¡Es que es como una delicada pieza de porcelana china...! Sí, claro, el mérito de la idea del poema será del poeta chino pero la traducción al francés por la hija de Teófilo Gauthier (y esta traducción al castellano) sin exquisitas.
    ¡Pues menuda mujer esta señora! Yo también me he enamorado de ella, por su belleza pero sobre todo por su inteligencia...
    ¡Y veo que tiene mucho de su padre porque el cuento de éste -que la semana pasada escuché en los capítulos de Plans del programa Historias, pero que he leído varias veces- "Clarimonda o la muerta enamorada" es el más hermoso y romántico y delicado de la literatura vampírica!
    ¡Bien por el padre y la hija
    Carlos San Miguel

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