domingo, 28 de abril de 2013

"Canto de primavera", de Léopold Sédar Senghor




                  canto de primavera
                    
                                    [FRAGMENTO]
                     
                                               Para una muchacha negra de talón rosa 

                                   I 

¡Cantos de aves se elevan diáfanos en el cielo primitivo, 
El aroma verde de la hierba asciende, Abril! 
Escucho el aliento de la aurora conmovida, las nubes blancas 
    de mis cortinas. 
Escucho el canto del sol sobre mis postigos melodiosos. 
Siento como un aliento el recuerdo de Naët sobre mi nuca 
    desnuda amotinándose. 
Mi sangre, a mi pesar cómplice, murmura en mis venas 
Eres tú, amiga mía — ¡Oh! escucha la respiración ya cálida 
    en el abril de otro continente. 
¡Oh! escucha cómo se deslizan escarchadas de azul las alas 
    de las golondrinas migratorias. 
Escucha el aleteo blanco y negro de las cigüeñas en el 
    extremo de sus velos desplegados. 
Escucha el mensaje de la primavera de otra época, 
    de otro continente. 
Escucha el mensaje del África lejana y el canto de tu 
    sangre 
Escucho la sabia de abril en tus venas cantar. 

                                                          (Léopold Sédar Senghor)


Léopold Sédar SENGHOR, poeta, ensayista y primer presidente de Senegal, nació en Joal-la Portugaise, pueblo costero a ciento treinta kilómetros de Dakar, en 1906, cuando su país era una colonia francesa. De religión católica en una zona mayoritariamente musulmana, la situación acomodada de su  familia le permitió vivir una infancia feliz entre los miembros de  su tribu Serer, de quienes adquirió el conocimiento de plantas y animales así como de mitos y creencias que incorporaría más tarde a su poesía. En 1928 se trasladó a París para estudiar en el liceo Louis-le-Grand (allí coincidió con Georges Pompidou, Primer Ministro francés  entre 1962 y 1968)  y después en la universidad. En 1933 fue el primer estudiante africano que obtuvo el diploma de "Agrégé d' Université", el grado académico más alto en el sistema educativo francés. Trabajó como profesor en centros franceses hasta que en 1939 fue movilizado. Hecho prisionero en 1940, fue recluido en un campo de internamiento nazi hasta 1942, cuando fue liberado por motivos de salud. Posteriormente se unió a la Resistencia francesa y, desde 1944 hasta la independencia de Senegal, ocupó  la cátedra de Lengua y Civilizaciones negro-africanas en la Escuela Nacional Francesa. De 1946 a 1959 representó a Senegal como diputado en la Asamblea francesa, defendiendo la idea de formar una federación del África occidental. En 1958 fundó el Partido del Reagrupamiento Africano, y en 1959 fue nombrado presidente de la asamblea legislativa de la federación Malí, formada por Senegal y Sudán. Al romperse esta federación en 1960, pasó a ser presidente de su país, cargo que ocupó hasta el 31 de diciembre de 1980. En 1983 ingresó en la Academia Francesa. Pasó los últimos años de su vida en Verson,  Normandía, donde falleció el 20 de diciembre de 2001, a los 95 años.

En 1937  Senghor, junto con el poeta de Martinica Aimé Césaire,  lanzó la idea de la negritud,  movimiento que se opone a la política occidental de asimilación cultural y  propugna el redescubrimiento orgulloso del pasado y  de los valores culturales de su raza (independientemente de la nacionalidad) como vía para el reconocimiento de su propia identidad ("el regreso a los orígenes"). A este concepto dedicó gran parte de su obra poética, paradójicamente escrita en francés. Un verso que bebe en las fuentes del surrealismo sin dejar de ser africano es lo que define y distingue la poesía de Senghor, en opinión de Miguel Ángel Flores, quien añade: "Del África están presentes el orgullo de una tradición cultural y de un color que no es fatalidad y, en el fondo de todo ello, un ritmo, una forma de  canto que busca integrarse con los elementos de la naturaleza". Es autor de Cantos de sombra (1945), Hostias negras (1948), Cantos para Naëtt (1949), Etiópicas (1946), Nocturnos (1961) y Cartas de invierno (1972). 




Canción: "Viko" de Peter Gabriel.

1 comentario:

  1. Un autor muy exótico cuya biografía me ha parecido muy interesante.
    Un escalofrío de terror he sentido al imaginarlo en el campo de prisioneros nazi, ¿cómo serían tratados los negros en general?
    Curioso el poema: es el reverso de la primavera europea, donde se canta la huida de las golondrinas y cigüeñas que anuncia esa estación.
    Carlos San Miguel

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