Pablo Neruda (1904-1973) escribe Las Odas Elementales en su etapa de madurez, tras su Canto General. Empezó a componerlas a propuesta de Miguel Otero Silva, director de El Nacional de Caracas, que le pidió una colaboración semanal de poesía para su periódico. Neruda aceptó con la condición de que no se incluyeran en el suplemento literario sino en las páginas dedicadas a crónicas. Con ellas se propone crear un extenso poema que sea una visión totalizadora de la realidad a partir de las cosas sencillas y cotidianas, "publicar una larga historia de este tiempo, de sus cosas, de los oficios, de las gentes, de las frutas, de las flores, de la vida, de mi posición, de la lucha, en fin, de todo lo que podía englobar de nuevo en un vasto impulso cíclico mi creación". Las Odas Elementales tendrán su continuación en Nuevas Odas Elementales (1956), Tercer Libro de Odas (1957) y Navegaciones y Regresos (1959).
Ver información sobre el autor en este blog:http://elhacedordesuenos.blogspot.com.es/2011/03/poema-de-la-semana_13.html
Genial: se antoja comer una sandía.
ResponderEliminarMaravilloso, mi profesora me hizo copiarlo entero y a h o r a q u i e r o p e g a r m e u n t i r o
ResponderEliminar¡Delicioso, literalmente...jajaja
ResponderEliminarPero lo publicaste en septiembre; llegaste tarde, amiga.
El verano...¡qué aplastante! Se olvida el poeta del insomnio, los mosquitos y las hormigas. Y los incendios y, lo que es peor, los pirómanos de carácter criminal que quedan impunes. Y el trabajo durante el verano en una atmósfera que parece caldo. Los dolores de barriga infantiles que padecíamos en los Ochenta aquí en mi pueblo -que no sé si eran debidos al agua o es que es algo por lo que pasan todos los niños para fortalecerse- y que nos curaba una vieja vecina con friegas de anís.Los vecinos desocupados que no encuentran hora de irse a dormir y gozan hablando y gritando...Menos mal que tenemos el cierzo y las tormentas.
Carlos San Miguel