domingo, 13 de mayo de 2012

"Todas las tardes paseaba..." y otro poema de Ernesto Cardenal


Ernesto Cardenal


Todas las tardes paseaba con su madre por la Landstrasse 
y en la esquina de la Schmiedtor, todas las tardes, 
estaba Hitler esperándola, para verla pasar. 
Los taxis y los ómnibus iban llenos de besos 
y los novios alquilaban botes en el Danubio. 
Pero él no sabía bailar. Nunca se atrevió a hablarle. 
Después pasaba sin su madre, con un cadete. 
Y después no volvió a pasar. 
De ahí más tarde la Gestapo, la anexión de Austria, 
la Guerra Mundial. 


                        (De Epigramas, 1961)



Como latas de cerveza

Como latas de cerveza vacías y colillas
de cigarrillos apagados, han sido mis días.
Como figuras que pasan por una pantalla de televisión
y desaparecen, así ha pasado mi vida.
Como automóviles que pasan rápidos por las carreteras
con risas de muchachas y músicas de radios...
Y la belleza pasó rápida, como el modelo de los autos
y las canciones de los radios que pasaron de moda.
Y no ha quedado nada de aquellos días, nada,
más que latas vacías y colillas apagadas,
risas en fotos marchitas, boletos rotos,
y el aserrín con que al amanecer barrieron los bares.

     (En Antología, Laia, Barcelona, 1979)



Ernesto Cardenal (Granada, Nicaragua, 1925), poeta, escultor, sacerdote y teólogo defensor de la teología de la liberación. Nacido en una influyente familia, estudió literatura en México y Estados Unidos. De regreso a Nicaragua en 1950, participó activamente en la vida cultural del país y en la lucha contra la dictadura del general Somoza. Tras el fracaso de la Revolución de Abril de 1954 (un complot para asesinar a Somoza), se retiró a un monasterio estadounidense, posteriormente  estudió teología y se ordenó sacerdote en Managua en 1965. En una de las islas del archipiélago de Solentiname fundó una comunidad cristiana de vida ascética, experiencia que recogió en su libro El Evangelio de Solentiname.
Juan Pablo II amonestando a Cardenal
durante la ceremonia de bienvenida en el
aeropuerto de Managua, el 4 de marzo de
1983. (AP Foto/Barricada, archivo)
Colaboró con el Frente Sandinista de Liberación Nacional en su lucha contra Somoza y, tras el triunfo de la Revolución Sandinista en 1979, fue nombrado ministro de cultura, cargo que ocupó hasta 1987. En 1983, la imagen de Cardenal, arrodillado ante Juan Pablo II (de visita oficial) y amonestado severamente por el Pontífice ante las cámaras de televisión por sus ideas religiosas y su actividad política, dio la vuelta al mundo. En 1994 abandona el Frente Sandinista por discrepancias con la política de su dirigente, Daniel Ortega, para apoyar más tarde al Movimiento de Renovación Sandinista. En 2009 obtuvo el Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda, en 2010 fue elegido miembro correspondiente de la Academia Mexicana de la Lengua, y en 2012 su obra fue reconocida con el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana.


Su poesía, atenta siempre los problemas sociales, sitúa al ser humano en su centro sin dejar de atender a las fuerzas de la naturaleza. Entre sus obras, se encuentran Epigramas (1961), Oración por Marilyn Monroe y otros poemas (1965), El estrecho dudoso (1966) y Homenaje a los indios americanos (1969), con claras influencias de la generación Beat americana. Sus últimos libros editados han sido Telescopio en la noche oscura (1983), Quetzatcóatl (1985), Cántico Cósmico (1989), una de las obras más trascendentes de la poesía hispánica, en la línea del Canto General de Neruda, y Vida perdida (1999).

Actualización:
Ernesto Cardenal falleció en Managua el 1 de marzo de 2020 a los 95 años.

1 comentario:

  1. Y de aquellos días...solo nos quedarán latas más vacías,
    Fotos más marchitas,
    Incluso un Nueva York sin nadie
    Gracias por lo que ganamos teniéndote Ernesto Cardenal

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