domingo, 29 de abril de 2012

"Lo que tengo", de Tomás Segovia



LO QUE TENGO


Siempre me canso de contar
Antes de completar el inventario
De todo lo que tengo
Tantos amaneceres y crepúsculos
Y altas noches calladas
Tantos árboles por todo el mundo
Casi todos con pájaros
Tantas delicias para el tacto y para el ojo
Y el oído hasta donde todavía me llega
Para el olfato y el taimado gusto
Y tantas horas para estar despierto
Y otras para soñar dormido
Y tantos días con sus noches
Como el fiel renovarse de las olas
Todo eso tengo y además
La mujer que me tiene.


                      (Tomás Segovia, de  Estuario)
Tomás Segovia (Valencia, 1927-México, DF, 2011), poeta español. Vio truncada su infancia por la Guerra Civil (1936-1939) que obligó a emigrar a su familia, primero a Francia y al Marruecos francés y, finalmente, a México, donde transcurrió casi toda su vida a partir de 1940. Tras estudiar filosofía y letras españolas en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), ingresó como profesor en la misma, donde dirigió la Revista Mexicana de Literatura. También ejerció la docencia en la Universidad de Princeton y dirigió importantes revistas europeas y americanas. Es autor de una obra poética muy personal que reúne títulos como Luz provisional (1950), Apariciones (1957), Cuaderno del nómada (1978), Cantata a solas (1985), Lapso (1986), Noticia natural (1992), Fiel imagen (1996), Sonetos votivos (2007) y Estuario (2011), testamento poético en el que expresa su amor al mundo cuando presentía la inminencia de la muerte (el título hace referencia a la desembocadura, al final, del río de la vida), acaecida ocho meses después de la publicación del poemario. Tomás Segovia fue premio Xavier Villaurrutia en 1972, premio Octavio Paz de Poesía y Ensayo en 2000, premio Juan Rulfo del año 2005, de Extremadura a la Creación en 2007, premio Federico García Lorca de Poesía 2008 y premio de la Crítica 2011 por Estuario.


1 comentario:

  1. ¡Corcho! ¡Un envidiable optimista este señor! Ya su cara de buena persona habla de su satisfacción personal. Lástima que lo perdiéramos como poeta patrio...
    Carlos San Miguel

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