sábado, 4 de febrero de 2012

"La vida entera", de David Grossman


David Grossman, La vida entera. Traducción de Ana María Bejarano. Editorial Lumen, Barcelona, 2010, 806 páginas.

En La vida entera, el autor nos desvela la triste historia de los protagonistas, un hombre y una mujer, teniendo como fondo la compleja realidad de Israel, pero haciendo hincapié en detalles íntimos de amor y también desilusión de una madre y de un hombre destrozado por su experiencia en la guerra.
La protagonista es una mujer adulta, esposa y madre de dos hijos, uno de los cuales está en una misión del ejército israelí. La manera de huir de la posibilidad de que vayan a su casa a comunicarle que su hijo ha muerto es marchar a hacer una caminata junto a su antiguo amor, padre de su hijo, aunque él no lo conoce. Durante la caminata la madre le va contando anécdotas y episodios de la vida familiar para que lo vaya conociendo.
Es increíble cómo el autor es capaz de ponerse en la mente de una madre y expresar tantos sentimientos, a veces tan complicados, acerca de la maternidad, de las relaciones en pareja, las relaciones con los hijos, la angustia de pensar que los estás perdiendo.
La lectura es intensa y, aunque al principio cuesta entrar, luego eres uno más en el caminar de los protagonistas. Merece la pena leerlo.

                                                        Patricia Raluy, madre de alumna.

1 comentario:

  1. Es una novela extraordinaria, de lo mejor que he leído últimamente. La verdad es que me costó bastante terminarla (son 800 páginas de letra menuda), pero mereció la pena. El viaje de Ora y Abran resulta inolvidable, no solo por lo que Ora cuenta sobre sus hijos y sobre su pareja (Ilan), también por el peculiar triángulo que componen los tres amigos, por las descripciones del paisaje y por la información sobre la vida cotidiana en un país del que no sabemos mucho. Un libro para releer.

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