domingo, 7 de noviembre de 2010

"Despedida de un paisaje", de Wyslawa Szymborska

Foto: Josefina López



Despedida de un paisaje


No le reprocho a la primavera
que llegue de nuevo.
No me quejo de que cumpla
como todos los años
con sus obligaciones.
Comprendo que mi tristeza
no frenará la hierba.
Si los tallos vacilan
será sólo por el viento.
No me causa dolor
que los sotos de alisos
recuperen su murmullo.
Me doy por enterada
de que, como si vivieras,
la orilla de cierto lago
es tan bella como era.
No le guardo rencor
a la vista por la vista
de una bahía deslumbrante.
Puedo incluso imaginarme
que otros, no nosotros,
estén sentados ahora mismo
sobre el abedul derribado.
Respeto su derecho
a reír, a susurrar
y a quedarse felices en silencio.
Supongo incluso
que los une el amor
y que él la abraza a ella
con brazos llenos de vida.
Algo nuevo, como un trino,
comienza a gorgotear entre los juncos.
Sinceramente les deseo
que lo escuchen.
No exijo ningún cambio
de las olas a la orilla,
ligeras o perezosas,
pero nunca obedientes.
Nada les pido
a las aguas junto al bosque,
a veces esmeralda,
a veces zafiro,
a veces negras.
Una cosa no acepto.
Volver a ese lugar.
Renuncio al privilegio
de la presencia.
Te he sobrevivido suficiente
y sólo lo suficiente
como para recordar desde lejos.


(Wyslawa Szymborska*, De Fin y principio, 1993. 
                                       Versión de Gerardo Beltrán)

[Selección de Carlos Campo Vecino, 4º ESO C]


2 comentarios:

  1. Maravilloso poema, que nos hace reflexionar sobre lo importante que es aprovechar el tiempo con tu pareja.

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  2. ¡Pero qué preciosa y emotiva simplicidad! Un motivo para no emparejarse es el miedo a esa pérdida que llegará inexorablemente si uno no tiene la suerte de palmarla antes que el amante, por otro lado.
    Carlos San Miguel

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