domingo, 16 de mayo de 2010

"No tengo casa a la que volver", de Miriam Reyes


No tengo casa a la que volver
ni esperanza de la que colgarme
por eso camino.

Las casas se derrumban a mi paso
la tierra es una alfombra de escombros.
Me detengo a admirar la belleza de las palas mecánicas
los movimientos de las excavadoras me erizan de deseo.
De noche las contemplo:
los perfiles inmóviles de las palas
descansando sobre el cielo azul cobalto
al lado de la luna de luz nacarada
son aún más hermosas que los brazos de los hombres que las manipulan
y las excavadoras
con sus enormes bocas abiertas y llenas todavía
de tierra y escombros
parecen enormes animales muertos.

Mis padres me enseñaron a no volver nunca a casa
a no decir nunca esta casa es mía
aquí me quedo yo
en este lugar que amo.

Cierro la puerta y no necesito mirar atrás para saber
que la casa ya no existe más.
En ninguna parte sin hablar con nadie estoy
pero si nos cruzamos
puedo enseñarte a caminar sonriente sobre la desolación.

(Miriam Reyes, Espejo Negro)

[Selección de la profesora Maite Alloza]



Miriam REYES nació en Orense en 1974 y emigró a Caracas cuando solo tenía ocho años. Estudió Letras en la Universidad Central de Venezuela y Filología Hispánica en la Universitat de Barcelona. Ha publicado los poemarios Espejo Negro (2001), Bella Durmiente (2004) y Desalojos (2008, finalista del XIX Premio de Poesía Hiperión). Ha participado en varias antologías y ha sido traducida al italiano y al portugués. Desde el año 2000 trabaja con la imagen vinculada a la poesía, tanto en formatos multimedia como en vídeo recitales.

1 comentario:

  1. Su biografía viajera puede explicar lo que siente la poetisa; de aquí para allá y otra vez de vuelta...
    Me ha gustado mucho esa imagen de las excavadoras en los solares de las casas derruidas como dinosaurios fosilizados tras el impacto del supuesto meteorito que acabó con su hegemonía.
    Carlos San Miguel

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