domingo, 21 de marzo de 2010

"El aprendiz de espumas", de Carlos Marzal

Pintura de Sorolla


EL APRENDIZ DE ESPUMAS

Yo conduje a mi niño hasta la orilla,
y él me condujo a mí,
más niño suyo.
Lo conducente, al fin, lo conducido.

Hasta entonces,
anduvo ensimismado
en tormentas de arena,
en castillos de almenas imposibles.
Con su pala y su cubo, en ramblas breves.

La media tarde se alumbraba oblicua
con dócil resplandor. El mundo en torno
brindaba a aquel volumen mansedumbre,
sin la laceración del mediodía.

El mar y el niño se observaron tensos,
como las criaturas más salvajes.
Tanteaban sus fuerzas,
recelosos,
en una esgrima tácita.

Hasta que el niño desplegó su índice,
y al señalar el mar,
creó desde la nada el mar primero,
fundó desde su amor el horizonte.

Corrió el niño hacia el agua,
y el animal, sumiso,
lamió sus pies descalzos. Para siempre,
tomaron posesión uno del otro,
señores a la vez, mutuos esclavos.

Así fue cómo el aprendiz de espumas
se hizo doctor en olas, erudito
en los cantos rodados, en los nácares,
en los azules yodos intangibles.

Yo me atuve a mi asombro,
pobre adulto.
¿Por qué,
si fuimos dueños, no lo somos?
¿Por qué,
si lo supimos, no sabemos?

¿Adónde fue a parar el paraíso?


(Carlos Marzal, de Ánima mía)



[Selección de Beatriz Gimeno, 2º Bach. C]



Carlos Marzal (Valencia, 1961) ha publicado los libros de poesía El último de la fiesta (1987), La vida de frontera (1991), Los países nocturnos (1996), Metales pesados (2001, Premio Nacional de la Crítica y Premio Nacional de Poesía 2002), Fuera de mí (Premio Internacional de Poesía Fundación Loewe 2003), El corazón perplejo, 2005 (Poesía reunida, 1987-2004) y Ánima mía (2005).


Otros poemas del autor en este blog:


1 comentario:

  1. ¡Qué preciosa! Y qué entrañable la imagen de ese niño sabio y señor de los mares.
    Me está gustando mucho este autor.
    Carlos San Miguel

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