El escritor británico Philip Larkin nació en Conventry en 1922. Miembro de una familia de clase media, pasó su infancia y adolescencia en su ciudad natal, de la que su padre llegó a ser tesorero. Se familiarizó con la poesía a través de la lectura de Ezra Pound y T. S. Eliot, sus primeras influencias, a las que sumó después el simbolismo de Yeats (presente en sus primeros libros), la poesía de Auden y, sobre todo, la de Thomas Hardy. A edad temprana también nació su afición al jazz y se manifestó la tartamudez que lo acompañaría siempre. Por su miopía quedó exento de ir al frente durante la Segunda Guerra Mundial y estudió literatura en Oxford (1940-1943).
A mediados de la década de los cincuenta, junto a algunos universitarios de Oxford -entre los que se encontraban Robert Conquest, Kingsley Amis, Tom Gunn, Donald Davie y Elizabeth Jennigs- formó un grupo poético denominado "The Movement" (El Movimiento) que se propuso recuperar una vertiente de la poesía inglesa, representada a principios de siglo por T. Hardy, que había quedado interrumpida por la Primera Guerra Mundial y el impacto de Yeats y de Eliot.
Trabajó como bibliotecario en distintas ciudades (entre ellas, Belfast, donde pasó cinco años) antes de hacerlo (desde 1955) en la universidad de Hull, donde en 1965 alcanzó el puesto de primer bibliotecario. Fue crítico de jazz del diario Daily Telegraph entre 1961 y 1971. Larkin, hombre adusto al que Eric Homberger definió como "el corazón más triste del mercado de posguerra", no se casó nunca, pero tuvo algunas relaciones amorosas importantes, entre otras, con Ruth Bowman (a quien llegó a pedir matrimonio) y con la profesora de inglés Monica Jones, a la que dedicó su libro Un engaño menor. Se convirtió a partir de los sesenta en el principal poeta inglés posterior a Auden*. Cuando en 1984 fue propuesto para ocupar el puesto de poeta laureado, lo rechazó alegando que le había abandonado el impulso de escribir. Murió en Hull en 1985. A pesar de la controversia provocada por la publicación en 1992 de sus cartas y de su biografía oficial, en 2003 fue elegido el poeta más querido de Gran Bretaña.
Larkin es, en palabras de Álvaro García, "el cantor de la renuncia, la normalidad y las clases medias" ("para mí la pérdida es lo que para Wordsworth** los narcisos", bromeó el propio autor). Se trata de un poeta de producción lenta, que corregía incansablemente. En 1945 apareció su primer poemario, El barco del norte, en el que ya se manifiesta su característico pesimismo. Le siguieron Un engaño menor (1955), con el que le llegó el reconocimiento; Las bodas de Pentecostés (1964) y Ventanas altas (1974), considerada su mejor obra. La suya es una poesía austera y perturbadora, de extraordinaria perfección formal y lenguaje excepcionalmente claro y directo, que refleja experiencias cotidianas y trasluce un profundo pesimismo. Escribió además las novelas Jill (1946) y Una chica en invierno (1947), y editó la antología The Oxford Book of Twentieth Centuy English Verse (1973).
A mediados de la década de los cincuenta, junto a algunos universitarios de Oxford -entre los que se encontraban Robert Conquest, Kingsley Amis, Tom Gunn, Donald Davie y Elizabeth Jennigs- formó un grupo poético denominado "The Movement" (El Movimiento) que se propuso recuperar una vertiente de la poesía inglesa, representada a principios de siglo por T. Hardy, que había quedado interrumpida por la Primera Guerra Mundial y el impacto de Yeats y de Eliot.
Trabajó como bibliotecario en distintas ciudades (entre ellas, Belfast, donde pasó cinco años) antes de hacerlo (desde 1955) en la universidad de Hull, donde en 1965 alcanzó el puesto de primer bibliotecario. Fue crítico de jazz del diario Daily Telegraph entre 1961 y 1971. Larkin, hombre adusto al que Eric Homberger definió como "el corazón más triste del mercado de posguerra", no se casó nunca, pero tuvo algunas relaciones amorosas importantes, entre otras, con Ruth Bowman (a quien llegó a pedir matrimonio) y con la profesora de inglés Monica Jones, a la que dedicó su libro Un engaño menor. Se convirtió a partir de los sesenta en el principal poeta inglés posterior a Auden*. Cuando en 1984 fue propuesto para ocupar el puesto de poeta laureado, lo rechazó alegando que le había abandonado el impulso de escribir. Murió en Hull en 1985. A pesar de la controversia provocada por la publicación en 1992 de sus cartas y de su biografía oficial, en 2003 fue elegido el poeta más querido de Gran Bretaña.
Larkin es, en palabras de Álvaro García, "el cantor de la renuncia, la normalidad y las clases medias" ("para mí la pérdida es lo que para Wordsworth** los narcisos", bromeó el propio autor). Se trata de un poeta de producción lenta, que corregía incansablemente. En 1945 apareció su primer poemario, El barco del norte, en el que ya se manifiesta su característico pesimismo. Le siguieron Un engaño menor (1955), con el que le llegó el reconocimiento; Las bodas de Pentecostés (1964) y Ventanas altas (1974), considerada su mejor obra. La suya es una poesía austera y perturbadora, de extraordinaria perfección formal y lenguaje excepcionalmente claro y directo, que refleja experiencias cotidianas y trasluce un profundo pesimismo. Escribió además las novelas Jill (1946) y Una chica en invierno (1947), y editó la antología The Oxford Book of Twentieth Centuy English Verse (1973).
En el poema elegido, el único escrito por Larkin desde una perspectiva femenina, persiste todavía la influencia de Yeats. Un yo femenino evoca su noche de bodas y su primera mañana de casada, con un marido ausente ocupado en los asuntos prácticos de la granja.
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Imaginaba yo, según iba leyendo, que era un poema del lejano Oeste norteamericano y me iba gustando la idea de encontrarme con poesía sobre vaqueros e indios (algo así como el equivalente poético a los relatos fantásticos de Ambrose Bierce) pero la cosa se ha quedado en Gran Bretaña y a mitad del siglo XX...
ResponderEliminarPara otra ocasión, que seguro que hay autores de esa temática de colonos y pieles rojas.
Carlos San Miguel