Dámaso Alonso (Madrid, 1898-íd., 1990) fue poeta, además de gran intelectual y crítico literario. Como estudioso de la poesía y como profesor universitario (catedrático de literatura de la universidad de Valencia y después, de filología románica de la de Madrid), es discípulo de Menéndez Pidal. Fue el introductor en España de la estilística literaria y el creador del término "generación del 27"; miembro de la Real Academia Española desde 1945, y director de la misma entre 1968 y 1982. Obtuvo el Premio Cervantes en 1982. Su inclusión en la generación poética del 27 se debe tanto a las estrechas relaciones que mantuvo con otros escritores de ese grupo poético, como a su labor de crítico y su revalorización de figuras como Góngora con sus importantes trabajos sobre el poeta cordobés (la imprescindible edición comentada de las Soledades [1927] de Góngora, definitiva reivindicación de su etapa oscura, así como el ensayo La lengua poética de Góngora [1935]), pero su producción poética es esporádica y lo mejor de ella, posterior a la Guerra Civil.
Su actividad poética se inicia con Poemas puros: poemillas de la ciudad (1923), al que seguirá El viento y el verso (1925), dos libros de poesía sencilla de raíces modernistas con influencia del primer Juan Ramón. Pero su revelación como poeta se produjo tras la Guerra Civil, cuando las vivencias de la posguerra española (no se exilió, a diferencia de otros miembros de su generación) provocaron una rehumanización de su poesía, convertida en vehículo de expresión del hombre atormentado por sus problemas existenciales. Tras años de silencio, en 1944 publica dos libros fundamentales que lo convierten en exponente de la poesía desarraigada: Oscura noticia e Hijos de la ira. En el primero, aparte de mostrar su desazón religiosa, expresada en sonetos o versos blancos, se formula preguntas sobre la soledad y el destino incierto de los humanos, o la fugacidad de la belleza. El segundo (escrito en versículos de ritmo obsesivo, basado en repeticiones y paralelismos que recuerdan los salmos bíblicos) constituye un grito de protesta contra un mundo sin sentido dominado por el odio y la injusticia, y expresa la angustia del poeta ante un Dios que no responde y se mantiene impasible ante el horror. En Hombre y Dios (1955) siguen presentes la inquietud existencial y la desazón religiosa. Libros posteriores son Gozos de la vista (1981) y Duda y amor sobre el Ser Supremo (1985).
Escucha el poema "Insomnio", de Hijos de la ira, recitado por el autor:
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También puedes escuchar la entrevista al autor del programa A Fondo de TVE:
Debería titularse "Religión de amor". Qué complejidad enamorarse de una persona que piensa lo contrario que uno...y no ya por las seguras discusiones entre la pareja, sino por los hijos... ¿cómo educarlos? ¿según qué creencia o ideología? Bueno, eso siempre sucede, desde luego, porque afortunadamente todo el mundo no piensa exactamente lo mismo pero ¿cuando se llega a ciertos extremos
ResponderEliminarCarlos San Miguel